La Abril: cuando el trabajo se vuelve amor

La periodista Miriam Zito, fundadora con 25 años de servicios en la Casa Editora Abril, se considera agradecida y adeudada con la entidad por haber tenido la posibilidad, satisfacción y orgullo de haber podido laborar y desarrollarse profesionalmente allí, confesó en entrevista realizada con motivo del aniversario 41 de la editorial.

Editora Abril
Casa Editora Abril
3 min readJul 8, 2021

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Miriam Zito, periodista y escritora. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Por: Javier Gómez Lastra

Explica que a la Abril se incorporó en 1985, como redactora en la revista Juventud Técnica, lo que le permitió contactar con el apasionante campo de la ciencia y la técnica en las distintas ramas del saber, conocer los resultados más relevantes de las Brigadas Técnicas Juveniles y contactar con personalidades científicas de reconocido renombre.

Asegura que no fueron fáciles los inicios, pues la revista tenía determinadas secciones como Constrúyalo Ud. y Hágalo así, en los que se aglutinaban incontables trabajos en los que tuvo que leer, estudiar y hacerlos digeribles para el público joven.

Años después ocupó la jefatura de redacción y, posteriormente, durante casi diez años, fue la directora, antes de jubilarse en 2007.
La Abril, tanto personal como profesionalmente resultó una buena y exigente escuela, donde se fijaron valores y responsabilidades, y donde tuvo la oportunidad de ampliar los conocimientos en todos los órdenes, recalcó.

Está convencida que este centro de trabajo juega un papel primordial dentro del país en la formación de las nuevas generaciones de cubanos, ya que sus seis publicaciones, Zunzún, Pionero, Alma Mater, Somos Jóvenes, Juventud Técnica y El Caimán Barbudo han contribuido desde el perfil editorial y las características de cada una de ellas, a formar y fundamentar los valores éticos, históricos y sociales que deben moldear a todo joven cubano, y contribuyen a promocionar la cultura patria.
Entre los principales logros y satisfacciones en su trayectoria sobresale el haber siempre prevaleciendo el principio de cumplir lo acordado, de colaborar no solo con la publicación sino con todas las demás, y mantener esa hermandad y solidaridad que caracteriza a los colegas con quienes tuvo la gran satisfacción de trabajar.
Narra con orgullo el recuerdo de un pleno celebrado en los duros años del Período Especial, donde tuvo la dicha de intercambiar con el Comandante en Jefe Fidel Castro, que estaba preocupado en ese momento por la revista Juventud Técnica, y a quien con mucho respeto le respondió las preguntas, en medio del auditorio reunido en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, encuentro al que fue acreditada por el periódico Trabajadores, donde prestaba servicios ya que la revista hacía dos años que no se publicaba.

Meses después volvió a ser llamada por la dirección de la editora, para que ayudara a conformar un nuevo número de Juventud Técnica, impreso a finales de 1996.

Con su vasta experiencia profesional, Miriam Zito señala que: “aunque parezca retórico, se hace siempre necesario para los profesionales de la prensa ampliar conocimientos y actualizarse, así como prepararse ante cualquier tema periodístico.”

“Un buen periodista no lo hace un título, sino el interés constante de saber y leer de todo, aunque no nos guste por ejemplo el deporte, porque ese bagaje cultural permitirá desarrollarnos en una profesión en lo que el día a día constituye un reto”, asegura.
“Sería saludable y provechoso seguir las publicaciones digitales de Abril y no perder la esperanza de volverlas a ver impresas.”

“Como ha dicho el General de Ejército Raúl Castro: si se pudo, si se puede y siempre se podrá”, sentenció.

Me he sentido siempre, aun jubilada, parte de la gran familia de Abril, a ella le debo mi quehacer periodístico por más de 25 años y no pocos de mis libros publicados, resaltó emocionada.
Agregó: “Me siento orgullosa de haber recibido en 2010, la categoría de Fundadora. A la Abril muchas gracias porque siempre le estaré en deuda.”

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