Premios Calendario: distinción a la mejor literatura juvenil cubana
Los premios Calendario 2020, considerado el principal certamen de literatura juvenil de Cuba y otorgados por la Asociación Hermanos Saíz en conjunto con la Casa Editora Abril, fueron entregados en el contexto de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Texto y fotos: Javier Gómez Lastra
Los premios Calendario 2020, considerado el principal certamen de literatura juvenil de Cuba y otorgados por la Asociación Hermanos Saíz en conjunto con la Casa Editora Abril, fueron entregados en el contexto de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Cerca de un centenar de textos compitieron en esta edición del concurso, donde resultó ganador Player, de Carlos Daniel Sarmiento en la categoría Teatro, por sus valores dramáticos, eficacia, dinamismo, intensidad del diálogo y coherencia con la situación y el espacio escogido, pero, sobre todo, por la potencialidad del texto y lo bien logrado de la puesta en escena.
En Ciencia Ficción las palmas fueron para Cúmulos, de Reinaldo García, distinguida por la fragmentada visión de un futuro distópico y su trama estructurada a partir de cuentos que, entremezclados entre sí, forman parte de una suerte de novela en la que el todo es siempre algo más que la simple suma de las partes.
Cartas de amor para una historia interminable, de Elaine Vilar Madruga, resultó la obra agasajada en Literatura Infanto-juvenil, un cuaderno de poesía con elevada madurez en el tratamiento de las relaciones entre adolescentes y escrito a través de un discurso que explora el mundo interior de ese grupo etario, alejado de estereotipos o lugares comunes, y en el que sobresale el lirismo, la belleza y la emoción.
Por la originalidad, necesidad de la temática tratada, y la estructuración de un trabajo que obedece a los propósitos de la investigación, con una prosa clara, concisa y atractiva; en la categoría Ensayo, el premio recayó en Mujer y cooperativa urbana en Cuba desde la economía feminista. Estudio de caso de la cooperativa Model, de Maura Febles; mientras en narrativa con el texto Do not disturb Ariel Fonseca resultó distinguido.
En el último acápite, el de Poesía, donde se presentaron el mayor número de obras, el lauro correspondió a Madera, de Rubiel Alejandro González, por tratarse de unos versos que revelan, a través de la madera, al individuo inmerso en el devenir contemporáneo de la nación.
El encuentro sirvió de marco propicio para presentar y poner a la venta los libros ganadores en la edición anterior del concurso.
