Ramón (Sin) Fronteras

Un boricua que tiende puentes, asienta propósitos y deja semillas.

Editora Abril
Casa Editora Abril
7 min readSep 13, 2022

--

Por Jorge Sariol

Ramón Frontera Nieves es un portorriqueño de “pura cepa”, nacido en Nueva York por eventualidades de la vida y que tiene a Cuba como ecosistema de muchas de sus dedicaciones humanas.

Y es el personaje que se ha creado sí mismo. Fotógrafo profesional, artista de las artes plásticas, activista social, animador cultural, Ramón no ha dudado asumir con mucha seriedad el arte del clown, si de trasmitir valores se trata, igual en República Dominicana que en Cuba.

Su vida muy ligada a la fotografía, le ha dado una perspectiva muy fuerte de la visualidad como concepto.

Cometí una pifia, cuando le pregunté cuál era su imagen de Cuba, esperando, de un fotógrafo, un detalle de la geografía nacional. Me respondió con una noción irrefutable y correctiva. Pero eso sería más adelante en la conversación.

¿Puertoriquino o niuyorkeño?

«Nací allá arriba — advierte, con la cadencia del habla peculiar de los borinqueños — , pues en los años 50 hubo una emigración muy grande de Puerto Rico hacia Estados Unidos, alentada incluso por las autoridades, para empleos en fábricas y en la agricultura y dicen que “para salir de los pobres”. Entre tantos, un joven y una muchacha allá se hicieron novios, se casaron y nací yo y luego mis dos hermanos.

«Pero mi formación — y mi vida, en suma — , ha sido en Bayamón, una zona metropolitana en la órbita de San Juan. Así que soy portorriqueño total.

«Para mí el cambio fue, fotográficamente hablando, del blanco y negro al color. Y el color es Puerto Rico. De un Nueva York de rascacielos y vida agitada, con bastante violencia, llegué a una ciudad con jardines, terrenos con árboles, sol y otro tipo de socialización. Y en la familia siempre se conservó el español como lengua materna, aunque habláramos inglés. Así que soy boricua “de pura cepa”.

«Puerto Rico es una colonia “endulzada”, no como Angola, que fue a sangre y fuego. Los medios de comunicación eluden la realidad colonial y el concepto de patria e independencia no es mayoritario.

«La mayor universidad es estatal, pero el estado es de derecha y no toca la cuestión de la independencia; solo algunos profesores se atreven a enfocar el tema.

«Hay un sector fuerte que lucha por estas cuestiones y en lo cultural muchos conservamos una identidad, pero estamos lejos de tener amplia repercusión nacional.

«Una de las batallas más fuerte ha sido y es por la libertad de nuestros independentistas presos, desde el grupo de Cancel Miranda hasta la solidaridad con alguien que no tiene afiliación política alguna, pero hizo un enorme acto de probidad, como es Ana Belén Montes.

Cuba y Puerto Rico son…

«Mis primeras nociones a conciencia de un lugar llamado Cuba, fue gracias al Cerro Pelado, aquel barco que llevó a los deportistas cubanos a los X Juegos Centroamericanos y del Caribe en Puerto Rico y que no dejaban atracar al muelle. Distinguirlo apenas en el horizonte era emocionante.

«Recuerdo ir a verlo por la noche, a pesar de todo lo malo que se hablada de Cuba: en los noticiarios decían que los cubanos corrían mucho, porque delante iba alguien en un carro con una chuleta colgando de un palo. Eso se llegó a decir y muchos no me creen.

«Luego tuve profesores, en lo que ustedes conocen como el “Pre”, que daban a leer otro tipo de literatura que me despertaron la conciencia y otra manera de ver la vida, de los conceptos de independencia, de patria.

«Aprendí cómo la independencia de Puerto Rico está muy ligada a la de Cuba, porque Martí lo expresó de varios modos. Y fue Fidel quien creó la Misión de Puerto Rico en Cuba y también quien en Naciones Unidas llevó con fuerza el tema al Comité de Desnacionalización.

«Hoy es una causa mundial, pero entonces Cuba era una voz solitaria por la independencia de mi país.

«Con los años, El Movimiento Hostosiano, que honra la memoria de Eugenio María de Hostos, con ya setenta años de fundado, tiene presencia muy fuerte en Cuba.

«La Brigada Juan Rius Rivera que organiza el Movimiento de Solidaridad con Cuba en Puerto Rico, es hoy uno de los elementos que mejor expresa la relación entre nuestros países. Aunque el carácter de la brigada es político, no es cerrado a otros ámbitos. Pueden venir personas de derechas incluso — siempre que vengan con respeto — , a conocer de primera mano la realidad cubana. Vienen casi siempre alrededor de 200 personas todos los años

«La misión hace trabajo dual; es un puente de solidaridad».

Abril

«Desde el dos mil empecé a relacionarme con la Editora Abril, desde entonces vengo a Cuba dos o más veces al año, pero anteriormente venía enviado por las organizaciones en misiones de política cultural y solidaridad con Cuba.

«Por la fecha andaba yo por República Dominicana, haciendo este tipo de trabajo comunitario, con un sector de la izquierda de ese país y de Haití y en ese momento se desarrollaba una feria del Libro. Me llegué hasta el Pabellón de Cuba y conocí, entre otras personas, a Diana Lío, que era la subdirectora de la Casa Abril. Les conté lo que hacía y me dijeron que también debía ir a Cuba a hacerlo. Yo no conocía de la editora, solo algún libro, pero acepté el reto. Te hablo del verano 2000, en el que llegué y enseguida me puse a trabajar con los palacios de pioneros, en actividades de presentación de libros y otras acciones culturales. Eran juegos didácticos para promover el conocimiento mediante la actividad física, pero sin potenciar ganadores o perdedores.

«Por la fecha la UJC cubana andana promocionando para los veranos la enseñanza del dibujo, los bailes, la música y la fotografía; en la editora me propusieron hacer cursos de fotografía, ya que tenía formación y había realizado este trabajo con niños y adolescente. Ese plan terminó, pero me sentí tan motivado que ya son doce años de ofrecer cursos, totalmente gratis y que incluyen otras edades, cuando las complejidades son mayores. Pero sigo haciendo las actividades comunitarias con niños».

Satisfacciones

«Mira, según los que gustan llevar las estadísticas, soy el puertorriqueño que más ha subido al Turquino: unas siete veces. En cierta ocasión hice una exposición de fotos, desde la subida por Granma y la bajada por Santiago, con todo el recorrido por paisajes tan hermosos.

«Resulta que el día de la inauguración de la muestra, se me acercó una persona, bastante mayor y me da las gracias… “No de nada, es mi trabajo, me alegra que le guste”, le dije. Pero me miró fijo y respondió “Sí, pero además le agradezco que me haya acompañado”.

«Me extrañó, porque no recordaba haber hecho ningún recorrido con una persona de esa edad. Me disculpé diciéndole que yo era muy olvidadizo, pero que no podía precisar en cual de mis subidas a Turquino lo había conocido.

“No, no hemos subido juntos. Lo he hecho a través de sus fotos que me han impactado enormemente. Nunca pude subir y a esta edad ya no podré hacerlo; son sus fotos las que me han llevado hasta allá. ¡Gracias!”.

«Eso me conmovió y me da la idea de que he logrado algo. Me tocaron mucho aquellas palabras. Una copia de la expo. está en el Museo de Historia Natural, de la Plaza de Armas, de la Habana Vieja.

«De hecho, se ha pensado en hacer un libro con esas y otras fotografías mías del Turquino, porque después de esa vez, he subido dos veces más; la última con los Cinco Héroes, ocasión en que llevé al menor de mis hijos conmigo. Fui el único extranjero que subió con ellos. Desde el punto de vista de la naturaleza, no solo de la paisajística y me gustaría concretar el propósito, para dejarlo como regalo al pueblo de Cuba.

«La otra vivencia es también aleccionadora. Tiene que ver con dos muchachos que se inscribieron en uno de mis cursos, “por no aburrirse en el verano”; uno me dijo que se apuntó por si había muchachas bonitas. Poco después tuvieron plaza de fotógrafos y uno de ellos, Ariel Cecilio Lemus, obtuvo premio en el Concurso Internacional de Fotografía Alicia Alonso en la categoría de Serie Documental.

«Soy feliz porque puse un poco de lo que sé, para impactar una vida y cambiarla».

Hoy por hoy

«En febrero hicimos un curso para cuadros de los CDR, más abierto, y durante agosto estuvimos realizando uno en Bayamo, provincia de Granma, muy, muy bueno; pero en septiembre haremos un certamen auspiciado por la Casa Abril, los CDR y la Misión Puerto Rico; vamos ya por la cuarta edición. Y hemos pensado que los cursos de fotografía no sean solo en verano sino también en marzo o abril. Aún no tenemos fecha determinada».

Buenos vientos

Vivo con intensidad, me apasiona todo lo que hago y Cuba es de muchos modos un referente que me entusiasma de modo particular.

No nací fotógrafo; diría que nací visualmente inclinado a las artes de la plástica, con dedicación a la pintura, pero en los años 70s comencé, por el mismo trabajo político de las organizaciones, a realizar fotografía y fui adentrándome tanto que hoy le dedico bastante tiempo.

«¿Mi imagen de Cuba?: Escolares de primaria riendo: rubios, mulatos, negros, achinados incluso, con uniforme y pañoleta; la pañoleta es un símbolo que expresa más de una razón, que no ves en ninguna otra parte del mundo. Es casi una bandera. Sé que estoy seducidopor este país y eso no me hace imparcial, pero es “mi” fotografía de Cuba».

--

--