Memorias de extinción 10

Andrés
Castillo de Huesos
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3 min readJul 25, 2018
Ilustración: Gabriel Nadeau

Del reporte del virus Z. Escrito por el doctor Henry McCoy para el departamento de enfermedades virales de la Universidad de New York

Patología del Virus Maracaibo, mejor conocido como Virus Z. Un reporte basado en el estudio de 12 casos.

El virus Maracaibo es causado por hasta ahora innombrado tipo de bacteria encontrada entre las algas de la Lemna SP. Humanos y otros tipos de mamíferos sirven como huésped a este virus.

Este virus se esparce cuando una persona o animal sano entra en contacto con la saliva de una persona o animal infectado. El virus viaja hasta el cerebro a través de los nervios periféricos, similar a la rabia.

Síntomas

El periodo desde la infección a los primeros síntomas (el periodo de incubación) es típicamente de 1 semana en humanos y de dos a tres días en otros mamíferos más pequeños como perros o gatos. Esto dependiendo de la severidad y locación de la herida y la cantidad del virus introducido. Los síntomas iniciales no son específicos, ya que incluyen fiebre, dolor de cabeza y transpiración. A medida que el virus progresa se presenta inflamación craneal común de la Rabia. Los síntomas evolucionan a insomnio, ansiedad, confusión, delirio, pérdida de memoria y razón y finalmente muerte de gran parte del cerebro, dejando activa solo aquella que se ocupa de las habilidades motoras.

En lugar de entrar en estado de coma, el infectado continúa en estado activo. Buscando alimento de manera violenta y sin pensar en consecuencia alguna. El individuo afectado no presenta sensibilidad al dolor y presenta un incremento de fuerza física al no haber limitaciones en el uso muscular. Esto lo hace prácticamente indetenible al momento de buscar alimento.

Estudios han demostrado que, una vez infectado y presentado los síntomas, el individuo no posee memoria de su pasado o concientización alguna de su presente. Tornándose, efectivamente, en muertos andantes. La enfermedad solo puede ser diagnosticada una vez se presentan todos los síntomas, para cuyo momento, ya es demasiado tarde.

Por la forma de actuar del virus. Por como captura una parte especifica del cerebro y como busca su supervivencia a través de la propagación mediante transmisión a otros individuos, presumimos que se trata de bacterias sumamente inteligentes.

La única manera comprobada de detener a un infectado es acabar con la parte del cerebro infectada que se ocupa de mantener las habilidades motoras, búsqueda de comida y esparcimiento.

No existe tratamiento alguno para curar la infección una vez adquirida. Pero la creación de una vacuna preventiva es posible. Hemos inyectado trazos del virus en aves y descubierto que a pesar de presentar algunos síntomas durante las primeras horas, sus células rojas actúan con prontitud y erradican toda presencia del virus de su sistema nervioso. Por ende haciéndolas inmune al virus.

Estudios más profundos a las funciones del virus en otros animales como aves, y mayor acceso a las algas de lemna SP de las que proviene el virus podría llevar a la creación de una vacuna preventiva para producción masiva.

También se recomienda el control eficaz y total de los infectados en zonas de cuarentena. La rápida propagación de esta enfermedad la hace un peligro de nivel mayor a la sobrevivencia de la raza humana. Que el virus se haya concentrado en un país ha sido una suerte. Dios sabe qué pasaría si se dejase escapar.

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