10 razones por las que NO tener un mini pig

Los cerditos comienzan ahora a ser considerados mascotas, pero la realidad es que aun les queda camino para llegar a serlo.

¿Por qué pensarse muy bien comprar o adoptar un cerdito?

El tamaño importa

La palabra mini Pig puede llevar a confusión. Sí, son cerdos más pequeños de lo normal (puesto que la realidad es que pesen 300 o 400 kilos), pero no tan pequeños como te venden. Estos animales llegar a alcanzar los 50 o 70 kilos, dependiendo también de la dieta que sigan, pero la realidad es que no se quedan tan pequeños como se espera.

Se aburre con facilidad

Al ser animales muy inteligentes, tienen la necesidad de estar ocupados gran parte del tiempo. El problema de eso, es que si tú no les das con qué entretenerse, seguro que lo buscarán por su cuenta. Siempre habrá un bolso que abrir, un cajón donde mirar o un almohadón que destruir.

Provoca más alergia de la que se presupone

Están considerados animales hipoalergénicos, pero esto no es real del todo. Si una persona es alérgica a los animales, el cerdito le provocará malestar seguro. Hay que tener mucho cuidado y ser responsable, el abandono posterior es una crueldad, mejor no comenzar la aventura de tenerlo.

Es muy cabezota

Estos animales, al igual que inteligentes, son de ideas fijas. Si tienen hambre, no dudarán en hacértelo saber hasta la saciedad, en todos los sentidos. Si quieren que les mimes te llamarán la atención con todas las artimañas posibles. Ellos tienen una idea, y la llevaran a cabo aunque te cueste la paciencia.

Las hembras tienen el celo cada mes y los machos desprenden un olor muy fuerte si no quieres castrarlos

Este problema es fácil de evitar si los operas, pero eso significa riesgo y dinero. Si no lo haces, tendrás que convivir con la incomodidad del celo mensual de ellas (no manchan, pero cambian su carácter y están las pesadas y lloronas) o el olor fuerte y desagradable de ellos.

Es un animal exótico y eso supone más gasto

El veterinario que atiende a estos animales, es de exóticos. Esto significa que lo que pagarás por las consultas o las urgencias será de mayor importe que por un animal común. A pesar de ser exóticos, no son delicados y no necesitan tratamientos especiales. Son animales fuertes y no se ponen malos con asiduidad.

Es propenso a comer lo que no debe

Con este aspecto hay que ser muy cuidadoso. Los cerditos tienen hambre a todas horas, lo que significa que se comerán todo aquello que pillen. Ésto, sumado a su curiosidad innata, hará que hurguen en cajones o armarios y puedan comer algo peligroso (medicamentos, chucherias…). Hay que estar muy pendiente de cerrar todo bien.

No sales a caminar a un ritmo normal, él pasta, no pasea

Si tu idea es tener un animal para salir en tu tiempo libre a dar largos paseos, el cerdito aguantará de sobra grandes caminatas, el problema es su ritmo. Ellos salen a comer, es su finalidad en la vida, y por ello parará en todas las encinas, en todas las praderas de césped y cogerá todos los frutos que encuentre. La prisa no es lo suyo.

Serás el centro de atención allá donde vayas

Más vale no ser una persona tímida si vas a tener un cerdito. Todo aquel que se cruce contigo seguirá tus pasos hasta que desaparezcas. Los niños se acercarán a tocarlo e incluso a hacerse fotos si se lo permites. Las preguntas sobre su alimentación y costumbres serán parte de tu rutina diaria.. tener un cerdito no es lo normal, es el precio que hay que pagar.

Guarda rencor con facilidad

Los cerditos son animales muy emocionales, pero como todos, tienen sentimientos positivos y negativos. Una de sus desventajas, son los enfados que tienen cuando les has dejado solos, o cuando no has hecho, lo que a su buen entender, deberías.

Al final se les termina pasando, pero son muy dados a darte la espalda o hacer oídos sordos a tus peticiones si no te has portado bien con ellos antes. Son exigentes, qué le vamos a hacer.

Estos animales de sorprendente inteligencia, deben investigarse bien antes de tomar la decisión de tener uno. Los centros de acogida están llenos de minipig porque crecieron demasiado, porque no actúan como un perro, o por que no era lo que se esperaba.

Así es, son cerditos, con sus virtudes y sus defectos.