Sevilla — Celta: batalla sin paracaídas

Adrián Viéitez
Celta VAVEL
Published in
6 min readJan 9, 2015

Vuelve el fútbol de la Liga BBVA a Sevilla. Lo hace este sábado, un tempranero 3 de enero que supone una fecha relevante para los dos equipos que se dan cita. Los locales, con un partido menos, se encuentran empatados con el Valencia en el cuarto puesto, último de los que da acceso a la UEFA Champions League en la que se reúnen los clubes más importantes de Europa cada año. La temporada es larga y mucho queda todavía por deliberar, pero la tendencia que siguen los sevillistas rehúye toda posible queja.

Su rival será el Celta de Vigo, un equipo herido de muerte y en caída libre que, sin embargo, se mantiene en el octavo puesto de la clasificación gracias a su fulgurante arranque de temporada. Pese a ello, sus resultados recientes muestran una debacle grave en dos aspectos tan fundamentales como lo son los puntos y los goles. Y es que los vigueses, tras su espléndida victoria el 1 de noviembre en el Camp Nou, acumulan seis encuentros sin ganar ni anotar, habiendo sumado en ellos tan sólo uno de los dieciocho puntos en liza. De haber ganado esos seis encuentros, los hombres de Berizzo serían ahora líderes de la competición. Sin embargo, la realidad los sitúa en un octavo puesto algo agridulce y marcando el límite entre los grandes equipos y los que luchan por la permanencia.

Sevilla y Celta no son equipos similares, al menos a priori. Sus estilos de juego distan enormemente de asimilarse, y tanto la filosofía como los objetivos de ambos son diametralmente opuestos. Los de Emery son valientes y verticales y cuentan con armas muy peligrosas para ejecutar este tipo de fútbol. Mientras, los celestes buscan siempre la pausa, el pase corto y las transiciones largas. Sin embargo, y como ocurre constantemente en el fútbol, ambos equipos tienen algo en común que los convierte en iguales en última instancia: ambos necesitan la victoria.

Volver a ser un niño

Con la inocencia de un comienzo, las expectativas están todavía por establecer y la única presión que existe es la que uno mismo decida inyectarse. Así se sienten los niños cuando, ávidos de vida y experiencias, comienzan a desarrollarse en su entorno natural. Lo mismo le ocurrió al Celta de Vigo de Eduardo Berizzo al comienzo de la temporada 2014/15. El equipo era joven, nuevo y con un horizonte enorme de posibilidades por explorar. El futuro los esperaba y se dieron demasiada prisa en alcanzarlo.

Krohn-Dehli es la manija de este nuevo Celta (Foto: La Liga en números).

Llegados a la cima, no quedaba otra alternativa que dejarse caer. Para un equipo humilde como el Celta, la estrategia a seguir no debe ser otra que la de gestionar muy bien sus movimientos, colocar cada pie en el peldaño adecuado y no equivocarse en ningún movimiento para, así, alcanzar su techo en el momento adecuado. Tras unas Navidades plagadas de reproches, el equipo vuelve al campo de batalla y debe hacerlo con los ojos bien abiertos, los pies en el suelo y la cabeza centrada en un único e inalterable objetivo: crecer.

El material para conseguirlo, sin embargo, ha resultado más escaso de lo que se preveía. Lesiones y sanciones de diversa índole han mermado severamente a un equipo cuyo fondo de armario ha quedado en evidencia, y el cansancio y los nervios también fueron compañeros desagradables para un viaje en el que, en el momento en que las cosas comienzan a torcerse, no es sencillo voltearlas. Pero no es la primera vez que los vigueses se ven obligados a hacerlo. Ahora toca caminar.

La calle del olvido

Pocos equipos extrañan más la cumbre en el fútbol español de lo que lo hace el Sevilla Fútbol Club. Los sevillistas, que el pasado año se reencontraron con el sabor dulce de un trofeo al imponerse en la UEFA Europa League, buscan ahora regresar al hogar del que partieron hace un lustro y al que, desde entonces, tratan de volver con todas sus fuerzas: la Liga de Campeones. El lugar en el que se baten los grandes. Y no cesarán hasta que este olvido sea olvidado.

Para conseguirlo, Unai Emery cuenta con cimientos de calidad que refuerzan su idea futbolística y le dan forma. En la portería, el irregular pero talentoso internacional luso Beto es indiscutible, pese al sorprendente buen nivel que mostró Diego Rico en las oportunidades de las que dispuso. La zaga de la capital andaluza está capitaneada por el argentino Nico Pareja, líder inapelable de una defensa a la que dirige con sobriedad. A su lado, el portugués Daniel Carriço es el habitual tras la baja estival de Federico Fazio. Por la derecha, Coke Andújar es el hombre indicado, pese a que su ausencia ante el Celta probablemente situará a Diogo Figueiras en su lugar, mientras que en la izquierda es el francés Benoît Trémoulinas el que regresa tras una lesión.

Iago Aspas se enfrenta al Celta por primera vez (Foto: El Desmarque).

En el centro del campo, el doble pivote formado por el polaco Grzegorz Krychowiak y el costamarfileño Stéphane Mbia es inamovible y aporta un interesante cóctel de verticalidad y consistencia. Por delante, la magia la ponen Éver Banega y Denis Suárez, mientras que la electricidad llega desde las botas de hombres como Gerard Deulofeu, José Antonio Reyes, Vitolo o Aleix Vidal. Por último, en punta el gol lo ponen tres hombres, todos ellos distintos pero efectivos. El colombiano Carlos Bacca aporta la inteligencia, la técnica y el instinto asesino. El francés Kévin Gameiro, la potencia y la versatilidad. Y, por, último, el gallego Iago Aspas aporta la chispa. Un Aspas que se enfrentará por primera vez, si cuenta con minutos, al equipo que lo hizo crecer.

Antecedentes

Históricamente, los enfrentamientos entre sevillanos y vigueses han estado relativamente parejos. De entre los casi cien cruces de los que ambos equipos han disfrutado a lo largo de sus ya extensas trayectorias en el fútbol profesional español, las victorias de Sevilla y Celta apenas se diferencian en las cuatro adicionales con las que cuentan los andaluces, que actualmente suman 43 por 39 de los gallegos.

Cayendo ya hacia la actualidad, es decir, en las dos últimas campañas, sin embargo, el Celta suma tres victorias por sólo una de los actuales pupilos de Unai Emery. El año pasado, los vigueses se impusieron tanto en el Pizjuán, con un tempranero gol del ferrolano Álex López, como en su propio feudo, en el que las tornas se cambiaron y sería un tardío penalti transformado por Nolito el que lograría que los tres puntos permaneciesen en casa.

Balance Sevilla — Celta Partidos V. Sevilla Empates V. Celta TOTAL 97 43 15 39 Liga BBVA 84 38 12 34 Copa del Rey 7 4 1 2 Liga Adelante 6 1 2 3

Convocatorias

La convocatoria para el Sánchez Pizjuán elaborada por Eduardo Berizzo está marcada por las sanciones. Además de la polémica suspensión de cuatro partidos que cumple el punta argentino Joaquín Larrivey, el entrenador celeste tampoco podrá contar con Augusto Fernández ni Nolito, ambos también sancionados. Unida a estas tres importantes bajas se encuentra también la del capitán Borja Oubiña, que continúa recuperándose de la grave lesión que sufrió en verano.

Por su parte, la lista de convocados de los locales apenas cuenta con bajas forzadas, siendo la única destacable la del lateral derecho Coke, que fue operado en el tabique nasal estas Navidades y no será de la partida. Por lo demás, Emery podrá contar con Carriço y Trémoulinas tras la sanción del primero y la lesión del segundo y cuentan como descartes Alejandro Arribas, Timothée Kolodziejczak, Vicente Iborra y el meta argentino Mariano Barbosa.

Sevilla

Porteros: Beto y Sergio Rico.

Defensas: Diogo, Fernando Navarro, Trémoulinas, Nico Pareja, Carriço.

Centrocampistas: Mbia, Krychowiak, Éver Banega, Denis Suárez, Aleix Vidal, Vitolo y Reyes.

Delanteros: Deulofeu, Iago Aspas, Gameiro y Carlos Bacca.

Celta

Porteros: Sergio y Rubén.

Defensas: Hugo Mallo, Fontàs, David Costas, Jonny, Sergi Gómez, Planas y Cabral.

Centrocampistas: Pablo Hernández, Radoja, Álex López, Madinda, Krohn-Dehli y Borja Fernández.

Delanteros: Santi Mina, Charles, Orellana y Borja Iglesias.

Posibles onces

Originally published at www.vavel.com, 03–01–2015.

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Adrián Viéitez
Celta VAVEL

Iba a escribir una mierda posmoderna pero me tuve que ir a cagar.