Alcolirykoz le canta a su barrio en “Aranjuez”

El nuevo sencillo de AZ homenajea al lugar que los formó, que les da y les quita. Así se llamará su nuevo álbum: Aranjuez

¿Por qué los de Alcolirykoz siguen viviendo en Aranjuez? Esta pregunta se la han hecho en redes sociales y barberías. Como si salir del barrio fuera progreso, como si no existiera comunidad ni territorialidad sino solo un instinto individual por demostrar que se triunfó y por eso se vive lejos de donde se empezó. Para Gambeta, Kaztro y Fazeta es más teso crecer con el barrio y cambiarlo desde adentro, no mandando correos o domicilios. Aranjuez es el barrio que les ha dado todo y les ha quitado mucho. Pero no lo ven como un lugar de paso ni lo rechazan, pues han aprendido a quererlo y a combatirlo viviendo en él. Cualquiera que haya escuchado a AZ sabe de la importancia del barrio, pero esta nunca había sido tan explícita como en su nueva canción: “Aranjuez”.

“Aranjuez” es la segunda canción de Alcolirykoz en este 2020, luego de “Baldor”. Estos dos tracks, junto con “Pambelé” y “No Está En Venta”, harán parte de lo que será el nuevo álbum de los ninjazz. Se llamará, cómo no, Aranjuez, y será publicado a inicios de 2021. Luego de Servicios Ambulatorioz (2017) y la reedición de En Letras Mayúsculas (2018) que trajo nuevos temas como “La Típica” y “Fruko y sus Presos”, Aranjuez se perfila como un nuevo golpe sobre la mesa de una agrupación insignia del rap colombiano contemporáneo. Y en “Aranjuez” está la esencia: el barrio que los formó, con una dosis equilibrada de golpes y cariño.

En particular, la idea se fue cocinando a partir de un libro que llegó a las manos de Gambeta en forma de regalo de un amigo: Aranjuez 80 años: nombre español para un territorio lunfardo, de Hugo Bustillo Naranja. La agrupación lo sintió como una señal, que les indicó que era hora de hacer un himno de Aranjuez. Tenían más temas hablando del barrio, pero no había uno que fuera tan específico y directamente de Aranjuez. El libro les enseñó más de su entorno y de su casa. Esa actitud se refleja en el track.

Las casas se abrazan cuando dormimos / Tan estrechas que todos soñamos lo mismo, rapea Gambeta, y lo más jodido se hace ternura. La canción — ambientada por un drumless triunfante y maximalista de El Arkeólogo — avanza entre esos polos: Tanto amor me puede matar. Hay menciones a la historia de los Priscos y también a personajes como el Comegatos, al que Gambeta le robó su primer caseto, uno de Dr. Dre. “Al barrio le debemos hasta el rap. Era un barrio muy rapero cuando éramos peladitos. Todo eso tiene que ver con el rumbo que cogimos”, admite Gambeta. Entre amores y atracos, llueve y hace calor / Podés oler mi rap como el vapor que sale de este asfalto.

En “Aranjuez” es evidente el amor de Gambeta y Kaztro por su barrio, pero las cicatrices y heridas que todavía sangran hacen parte de la misma experiencia. La relación de ellos con el barrio, entonces, es compleja. Gambeta la describe como de amor, dolor, sudor y mucha resistencia. El lema de la canción es Pa’ donde mires tienes que subir. “Esa es la definición de los pelados del barrio que todo el tiempo están buscando hacerse los pesos, salir de pobres, asomar la cabeza, ser alguien. Vivimos tan abajo que a donde miremos tenemos que subir. Esa es la moral. Es un grito de guerra: el resumen de lo que significa vivir en el underground”.

La celebración del barrio llega en un momento en el que Medellín recibe bien el folclor y el color de los barrios. Lo había dicho el mismo Gambeta hace tres años en “Laura Ronda”: Gomelos queriendo ser neas, qué ironía / Yo queriendo una casa como la tuya y tú una vida como la mía. Pero él recuerda que no siempre ha sido tan bien recibida la idea del barrio y sus implicaciones. “Hace muchos años se hablaba de manera muy despectiva de la gente de los barrios. Ahora ser nea es chimba, ser de un barrio es melo, porque hasta el que no sea de un barrio le soya estar en el barrio o le soyaría tener algún pedazo de esa historia. Yo sostengo el impulso de seguir en pro de que el barrio siga siendo algo chimba, que sea mejor, que sea digno. Es un acto de resistencia y dignidad”. De cierta forma, “Aranjuez” también podría ser un detonante para que en cada barrio se interesen por su historia; que en Manrique, Campo Valdés o cualquier barrio de Colombia se apropien de la herencia que les llega tras décadas de lucha y persistencia.

Gambeta plantea en la canción que Aranjuez es un Territorio bautizado por colonos, habitado por campesinos. Esto refleja un esfuerzo por aprender de historia y conocer los orígenes. El libro fue una gran ayuda: con el escritor Gilmer Mesa se sentaron a estudiarlo y escudriñar la razón del nombre del barrio, quién lo fundó, hace cuántos años. Incluso pudieron hablar con Hugo Bustillo, el autor. Y la otra parte de la tarea la han hecho y la hacen en la calle. “Nos sentamos con las neas del barrio vieja guardia a tomar pola y hablar. Manes que estuvieron en la vuelta pesada mayores, de la edad de mi cucho, nos cuentan historias. Entienden que nosotros nos alimentamos de eso. Cuentan de cuando los encanaron, de cuando empezaron, de cuando venían otros manes acá a dar bala, las guerras que había con otros barrios, cómo eran las cuchas de ellos de nobles”. Está presente el doble filo de Aranjuez: es hábitat de gente noble y honesta. Gente que le ha tocado guerrear y lidiar con lo más duro. Y esas dos pulsiones pueden estar presentes en las mismas personas.

Volvamos a la pregunta inicial: ¿Por qué los de Alcolirykoz siguen viviendo en Aranjuez? “Yo vivir aquí no lo veo como una camisa de fuerza, ni tampoco sé si voy a estar toda la vida acá. Quiero hacer lo posible por vivir muy bien en el barrio, luego de haber vivido otra realidad, otra época y otra situación. Quiero estar mejor, como estoy ahora, con otra mentalidad y menos peso por cargar. Siento que el barrio nos acoge y nos quiere. Nos cuida. Si me voy ya me pierdo de eso. Todavía no existe el lugar en el que me sienta mejor que en Aranjuez, más en comunidad. Es como una familia grande, todo el mundo se conoce. Imagínate yo viviendo en otro sitio donde no haya la bulla que hay aquí, que si te morís ni el vecino se dé cuenta. Estar aquí no es una obligación, es algo que quiero”.

Escucha acá “Aranjuez” de Alcolirykoz: