Por Ángel Mario Martínez:
«Desde que tenía 13 o 14 años supe que la escuela no era lo mío, y dije: ˝vamos a intentarle por este lado˝». Así hablaba hace un año la joven sensación de la Gran Carpa, Julio Urías, en una entrevista en su natal Culiacán, Sinaloa.
Un año después la meta se cumplió. Con 19 años y 289 días de edad, el zurdo subió al montículo del City Field en Nueva York para hacer sus primeros lanzamientos como ligamayorista con los Dodgers de Los Ángeles.
Ésta es la apuesta de miles de jóvenes, principalmente en el norte de México, que deciden que su carrera profesional será en el beisbol. Algunos pocos pueden dar ese brinco al diamante y sólo unos seleccionados cruzarán el Río Bravo para calarse con alguno de los equipos de la MLB, aunque su primer escala son las sucursales de éstas franquicias.
El camino no es sencillo, actualmente son 96 los peloteros mexicanos que se encuentran en las áreas de desarrollo de las Grandes Ligas, algunos de ellos ya con experiencia dentro del diamante en la Gran Carpa. Sin embargo, muy pocos se han afianzado con los equipos de la franquicia a la que pertenecen.
Historias como la de Urías no son de todos los días, los caminos para poder pisar el diamante de la MLB suelen tener diferentes rutas, pero hay varios peloteros que mantienen vivo ese anhelo de demostrar su brazo, su poder y velocidad para cumplir su sueño.
La etiqueta del eterno prospecto
«Ahora sé lo que es sentirse un estrella. Me tomaron como un millón de fotos, creo que más que a Luis Miguel». Fueron las primeras palabras de Luis “Caballito” Heredia, de apenas 16 años, tras firmar un contrato histórico de más de 3 millones de dólares con los Pittsburgh Pirates. Con un físico impresionante (Luis mide casi 2 metros de altura) y una recta que rozaba las 97 millas por hora, el “Caballito” llegaba como la gran apuesta de los Pirates en el 2010. Fue enviado para desarrollar su técnica y pulirla a las sucursales, donde subió a la categoría A y tuvo la oportunidad de mostrar su serpentina en la Liga Mexicana del Pacífico con los Venados de Mazatlán.
No obstante, después de más de 5 años, Heredia no ha debutado con Pittsburgh en las Grandes Ligas. Ha sido tratado entre algodones y ha sufrido la presión de la prensa, ya que no ha rendido lo que se pagó por él.
Tim Williams de piratesprospect.com, escribió:
Heredia ha bajado en el ranking, sobre todo porque sus habilidades no se desarrollaron como se esperaba. Su bola rápida de 90 millas tiene un control deficiente. Parte de esto es su manera de lanzar. Su curva muestra giro, pero nunca se convirtió en lanzamiento de out.
Por su parte, Roberto Espinoza, periodista especializado en béisbol. Colaborador en lasmayores.com y Yahoo! Deportes apuntó:
Desafortunadamente Heredia ha batallado con las lesiones y con su desarrollo en el beisbol estadounidense. Compañero de generación de Roberto Osuna, Heredia es hasta ahora una decepción para los Piratas de Pittsburgh que pagaron un bono de 2.6 mdd por su firma.
Heredia tuvo problemas con su físico, llegó a pesar 125 kilogramos una temporada, aunque recuperó su condición para la campaña pasada, perdiendo un poco de poder en el brazo, pero demostrando un compromiso con la institución que puso su dinero en él.
A pesar de lo complicado de su trayecto en la lomita, existe aún la confianza dentro de la franquicia para el serpentinero mazatleco, como escribe Stephen J. Nesbit para el Pittsburgh Post-Gazette:
Heredia no ha estado entre los mejores prospectos en los últimos años, pero sigue siendo un prospecto. El tiene apenas 21 (años) y tiene grandes números con Bradenton en la Clase A+. Además comenzó a lanzar la temporada pasada en la liga de invierno mexicana.
Cambiando su rol dentro de la sucursal en los dos últimos años de iniciador a la rotación, lugar donde luce más cómodo con tres victorias, sin derrota y un porcentaje de carreras limpias de .76. Quizá, aquí se encuentre el futuro del “Caballito”.
Una de las cualidades de Heredia es la discreción, ya que es un pelotero que intenta estar alejado del ojo público de las redes sociales. No cuenta con una página de Facebook oficial y su cuenta de twitter sólo incluye 10 publicaciones, ninguna desde 2014. Es silencioso y muy lento, el “Caballito” mantiene su trote esperando aún brincar la zanja que lo lleve a las Grandes Ligas.
Disfrute el paseo
Amante de la música de banda, seguidor del Real Madrid y del “Chicharito”, el receptor Xorge Carrillo disfruta las mieles de pertenecer a una franquicia de Grandes Ligas, aunque no ha tenido la oportunidad de probar el elixir máximo de subir con el equipo mayor.
Carrillo fue seleccionado en el draft amateur de la MLB en 2011 por los Mets de Nueva York en la ronda 14 tras obtener un título por la Arizona State University, desde entonces ha tenido números sólidos que lo han impulsado dentro de las categorías menores.
Carrillo se ha mantenido seis años dentro de la franquicia de los Mets, actualmente se mantiene con los Birmingham Mets. A pesar de ello es un pelotero que ha destacado también en la Liga Mexicana del Pacífico, con las Águilas de Mexicali y portando la casaca nacional previo al Clásico Mundial de Béisbol.
El sitio especializado Baseball America, compara al bajacaliforniano de 27 con el ligamayorista Bengie Molina, aunque dentro de su perfil lo cataloga como un «buen catcher, con un brazo promedio».
Sobre él, Roberto Espinoza comenta:
Xorge Carrillo es un receptor que venía subiendo como la espuma y que tiene grandes cualidades. Ahora está un poco estancado en sucursales de los Mets, pero tiene cualidades para representarnos en Grandes Ligas.
Con más de mil 600 seguidores en Facebook y mil 400 en Instagram, Xorge disfruta de compartir su estilo de vida semiligamayorista, presume de sus fotos con elementos de la Banda el Recodo o recorriendo los mejores bares de la Gran Manzana acompañado de su escultural novia.
«Mi modelo a seguir, el atleta que he querido ser desde el principio, especialmente cuando estudié su grandeza al querer ser el mejor de todos los tiempos», publicaba Carrillo en su Instagram acompañado de una imagen de Kobe Bryant. Esta actitud puede ser heredada por el pelotero, ya que a pesar de pelotazos en el rostro y lesiones, su carrera sigue en aumento, quizá no con la velocidad que él esperaba, pero no sería extraño verlo debutar con los Mets a mediano plazo.
Carrillo no se agüita, como se dice en el norte del país. Mientras su momento llegue, él se mantendrá cantando y bailando la banda, apoyando a sus compañeros y presumiendo su anillo de campeón en la Liga del Este. Qué importa si no figuras en los noticieros de México si disfrutas de los lujos de ser un pelotero profesional en una organización de Grandes Ligas.
El mayor anhelo
Callado tras ser el boom noticioso, o disfrutando de las ventajas de la fama en las categorías inferiores, los peloteros mexicanos se van sumando por decenas año tras año, con la misma esperanza: el llegar al diamante soñado en los Estados Unidos. Nombres como los de Daniel Castro, Ramiro Peña o Miguel González se mantienen en el limbo, probándose con sus franquicias y regresando a categorías como la AAA, esperando agradar a los mánagers con su labor, a veces los números no bastan y hay que ser atractivos para la pupila.
Hoy Julio Urías ya pisó la lomita de las Grandes Ligas un par de ocasiones. Sus números no han alcanzado la gran expectativa que despertó, pero en el camino del béisbol siempre hay un largo recorrido antes de que se cante el out 27.
Así como el sinaloense de 19 años, hay una larga lista de jóvenes mexicanos talentosos buscando una oportunidad, la cual sólo llegará con paciencia, sacrificio y trabajo.
