La resaca panamericana continúa

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4 min readOct 14, 2016

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Por Adriana Barrón

Francisco Ramírez Acuña, ex gobernador de Jalisco, mintió cuando dijo que Guadalajara se había preparado durante muchos años para recibir los Juegos Panamericanos.

Cinco años después de ser sede, la ciudad sigue pagando los estragos de la mala administración del Comité Organizador pues aún se deben 1,386 millones de pesos.

Según datos oficiales, la deuda de la “Fiesta de América” casi equivale al aumento presupuestal que recibió Guadalajara en 2016, el cual fue de 1,844 millones de pesos.

“Me comprometo a que serán unos juegos increíbles porque la ciudad está lista para hacerlos”, afirmó Ramírez Acuña cuando la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) le dio la sede de los Juegos.

En el último Informe de Gobierno (2015) de Aristóteles Sandoval, actual gobernador de Jalisco, se mencionan los 1,386 millones de la deuda por el concepto de “obligaciones de pasivos de corto plazo”. Ese dinero fue pedido en 2013 por Emilio González, el ex dirigente del estado solicitó al congreso estatal un crédito para “renegociar la deuda adquirida en el certamen deportivo por 1,400 millones”. A tres años de haber adquirido ese crédito, sólo se ha pagado el 1% del mismo.

Una villa ilegal

Otro problema que no se ha podido resolver es el de la Villa Panamericana. Este complejo se construyó con la idea de que se convirtiera en una zona habitacional de lujo; sin embargo, la edificación que costó 1,200 millones de pesos se encuentra abandonada. Esto debido a las críticas de especialistas en ecología, quienes aseguran que la zona “no es un lugar propicio para construcciones”.

“El Bajío es una zona de recarga para los mantos acuíferos y no está preparada para recibir a tanta gente conglomerada. Desde el principio se sabía que este proyecto violentaba la ley en cuestiones ambientales que tienen que ver con el drenaje del agua potable, aguas negras y cuestiones de movilidad”, explicó Jorge Fernández, especialista en proyectos urbanísticos del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño.

De hecho, durante las competencias, la planta de tratamiento de aguas que se encuentra en el lugar sufrió un colapso por las descargas del drenaje debido al gran número de personas que se encontraban hospedadas en el inmueble.

Y como si eso no fuera suficiente, La Afición de Milenio reportó (en 2015) que se habían encontrado “miles de artículos inservibles con la etiqueta ‘Panamericanos 2011’”, dichos objetos no fueron añadidos en el inventario del Comité Organizador.

Cuando las autoridades se dieron cuenta de que el inventario no estaba actualizado, comenzaron a investigar y encontraron una serie de “computadoras, muebles, medallas, anaqueles, cámaras digitales, camas” y otros artículos que fueron usados para amueblar la villa y que estaban dañados debido a la filtración de agua y a las plagas de animales.

“Las condiciones de las bodegas son deplorables para la conservación de mobiliario, al abrirlas nos dimos cuenta que hay un montón de mobiliario almacenado y deteriorado completamente”, explicó David Mendoza, director de Administración de Guadalajara a La Afición.

Costos de los Juegos Panamericanos

Datos presentados por Emilio González el 12 de enero de 2013

Guadalajara tuvo una derrama económica de 2,830 millones de pesos por el auge turístico, según un estudio de la Cámara de Comercio de la ciudad. Y perdió un total de 1,386 millones 680 mil pesos entre el préstamo, la inversión perdida y el mantenimiento de la villa durante cinco años.

Aunque los números anteriores son positivos, Guadalajara se convirtió en el segundo municipio más endeudado del país: su deuda es de 2, 671 millones de pesos, de acuerdo con los datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Con las ganancias de los Panamericanos se pudo haber pagado el adeudo total de la ciudad.

Durante su discurso en la clausura de los juegos, el ex gobernador Emilio González dijo:

“Porque hacemos bien las cosas, ahora vamos por los Juegos Olímpicos y ¡que viva México!”.

Cinco años después ha quedado claro que la economía de Jalisco (y posiblemente la de México) no está lista para albergar otro magno evento deportivo.

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