Empoderar a nuestras chicas es darles el poder de forjar su futuro
Desde hace unos meses tenemos el agrado de participar en una organización llamada Chicas en Tecnología como parte del equipo de educación. La iniciativa surge como una propuesta para reducir la brecha de género en el área de tecnología. Sin ir más lejos, las mujeres representan apenas el 10% de los estudiantes de Ciencias de la Computación, un sector en expansión, con gran necesidad de recursos humanos y donde los salarios son, en promedio, 33% más alto que en otras áreas.
Es evidente que las mujeres estamos perdiendo allí una oportunidad enorme de desarrollo profesional y económico. Y creemos que esto vincula con las representaciones asociadas a la programación en particular y la tecnología en general.
Programando un Mundo Mejor (o PUMM) es la propuesta que llevamos adelante para que mujeres que tienen entre 13 y 16 años identifiquen una problemática de su comunidad y programen una app para resolverla. La experiencia dura cuatro días y durante la misma buscamos despertar en ellas el sentimiento de que es posible ser mujer, programar y generar a través de la tecnología un impacto social en el mundo que habitamos.
Pueden conocer las apps que crearon las chicas en 2016 aquí.
Elegimos trabajar con chicas de entre 13 y 16 años porque entendemos que se trata de una etapa de transición, en la que los adolescentes comienzan a pensar a qué se quieren dedicar al finalizar la secundaria. La elección de qué carrera seguir está estrechamente vinculada con la identidad de género, aunque muchas veces esto se encuentra invisibilizado.
Las opciones de estudio y/o empleo de las mujeres están demarcadas por las representaciones de género, que distinguen las “carreras femeninas” de las “carreras masculinas”. De este modo, las representaciones reproducen y producen profesiones “feminizadas” vinculadas a la educación, la salud y el cuidado doméstico, y “masculinizadas” como la construcción, el transporte y la tecnología, sólo por nombrar algunas. Por eso nos sorprendemos cuando vemos una taxista o colectivera, o a un varón como docente de nivel inicial.
Desde Chicas en tecnología queremos crear una experiencia disruptiva para acercar a las mujeres al mundo de la tecnología, y darles herramientas para pensarse como mujeres en este mundo cambiante. PUMM es un programa que nos permite mostrarles a la chicas que la tecnología es una herramienta de impacto social, que les permite resolver los problemas que a ellas mismas les preocupan. De una manera ágil y divertida, aprendieron que ellas mismas son capaces de crear aplicaciones, pasando de consumidoras de tecnología a creadoras de soluciones.
Creemos que empoderar a nuestras chicas es una forma de contribuir a una sociedad más justa e igualitaria. Empoderarlas es hacer realidad la posibilidad de “ser lo que quieran”.
El camino de estas chicas de entre 13 y 16 años está todavía por verse, pero desde Chicas en Tecnología creemos haberles brindado herramientas para pensarse como mujeres, como futuras profesionales y en su vínculo con la tecnología, de la cual nadie está exento.
