El país sigue marchando

Conversación sonora entre Popayán y Bogotá

Para esta segunda conversación en torno al Paro Nacional articulamos publicaciones cortas desde Bogotá y Popayán, ciudades en donde se encuentran algunas de las integrantes de Chicas Poderosas.

A través de 6 Imágenes sonoras retratamos cómo las distintas colectividades, organizaciones sociales y activistas se siguen manifestando frente a la realidad del país. Las manifestaciones llevan más de un mes y las voces que se alzan para denunciar los atropellos de la institucionalidad representada por la Policía, el Ejército y el ESMAD resuenan cada vez con más razones y más fuerza. El cubrimiento de las diferentes actividades en el marco del Paro Nacional representa un reto ante las constantes agresiones a las que les representantes de la prensa y les manifestantes han sido sometides en medio de las distintas confrontaciones que se presentan en estas y otras ciudades del país.

Puedes escuchar la primera entrega de esta conversación aquí: Diálogo entre ciudades: imágenes sonoras de las movilización nacional de Colombia

“Efervescencia, retos y alientos”

El panorama de organización en el marco del Paro es retador. Si bien en muchos sectores barriales, colectividades, líderes y lideresas comunitarios, organizades y “no organizades” en movimientos sociales, están agenciado asambleas y espacios de diálogo para delinear las exigencias de este estallido nacional, son tantos los actores que estas conversaciones requieren de tiempo. La reforma tributaria fue solo la gota que rebosó el vaso y a partir de ella se plantearon exigencias contra la inequidad, la injusticia y la represión en la que el país ha estado sumido por varias décadas, problemáticas de las que no se puede esperar una resolución inmediata. El Paro nació como un estallido, pero el proceso de transformación política es un camino de largo aliento.

“El cuerpo no es territorio de guerra”

Las movilizaciones además de caracterizarse por la gran unidad de los diferentes sectores sociales, se han visto marcadas por las distintas maneras en que las mujeres y la comunidad LGBTTQI+ han alzado su voz de rechazo ante el sistema patriarcal donde se exalta la cultura de la violencia. Un sistema donde dichos sectores son los más vulnerados a través de las acciones que se ejercen contra sus cuerpos, y que son un mecanismo para silenciar, controlar y generar miedo.

“Una generación que abrió los ojos”

Las calles son de les jóvenes, diferentes entrevistas y videos que circulan que por redes sociales reiteran una idea: esta es la generación que se cansó de la injusticia y quiere un cambio ahora. “!Abrimos los ojos!” gritan, mientras hablan de sus derechos y exigen respeto, unen sus voces porque piden un diálogo directo con el gobierno, que hasta el momento no ha facilitado un encuentro con grupos amplios de ciudadanos y dilata las negociaciones con algunos sectores del paro. La primera línea pide ser escuchada, para elles el cambio está costando mucha sangre, sobre todo de personas jóvenes que se arriesgan a perder sus ojos, sus manos, su vida, y aún así, salen a los diferentes puntos de encuentro, rebautizados en los últimos días con nombres y símbolos que aluden a la resistencia social.

“Por quienes no nos acompañan más”

Durante las jornadas de protestas, en el marco del Paro Nacional, en los distintos espacios comunitarios se han estado llevando a cabo diferentes actos simbólicos para rendir un homenaje y conmemorar a todes quienes han perdido la vida debido a la violencia policial. De este modo las calles han sido testigos de cómo las personas buscan sanar a través del arte, por medio de velatones, encuentros, plantones e intervenciones murales, exigiendo que no haya olvido ni impunidad. Que el respeto por la vida sea la base de cada discurso y acción.

“El paro es de todes”

El paro es marica, trans, no binario, migrante, negro, indígena, mujer, barrialista y todas estas identidades están en disputa. Por años las tensiones entre los mismos movimientos sociales, organizaciones populares, los sindicatos, los movimientos estudiantiles entre otros actores claves, evidenciaban fracturas en el tejido social. Estas tensiones existen y requieren de diálogos profundos, tiempo y empatía para abordarlas. Sin embargo, la brutalidad estatal, sumada la parcialidad de algunos medios de comunicación han permitido que la gente se encuentre y empiece a percibir las abismales diferencias de habitar este país según el abanico de identidades y más aún cuando estas se cruzan o se mezclan. Por eso cabe resaltar que para avanzar son necesarios los diálogos localizados, escalados y que tengan en cuenta los diferentes tipos de opresión que sufren las personas en razón de las identidades que habitan.

“Poder femenino”

Se sueña con el día en que el mundo sea desmilitarizado y que la guerra no exista, y se dice que este sueño solo puede llevarse a cabo de la mano de las mujeres, la población LGBTTQI+ y las disidencias sexuales y de género. Esta idea utópica de un mundo mejor crece poco a poco a lo largo de las diferentes luchas individuales que se dan a lo largo de toda América Latina, pues cada vez son más quienes comprenden que lo personal es político, y que a pesar de tantos hechos dolorosos, confían en la resistencia del poder feminista que a lo largo de los años le ha hecho frente a las tradiciones machistas y misóginas que se perpetuan en los territorios.

El registro fotográfico y sonoro, así como las reflexiones son un trabajo conjunto de las integrantes de Chicas Poderosas, capítulo Colombia.

Desde Popayán: Natalia Fernández, Gabriela Bedoya, Sara Tejada, Lina Durán, Mónica Quevedo y Daian Alexa Muñoz. Y desde Bogotá: María Paula Méndez, Patricia Polanía, Alejandra Cardona y Laura Acero. Desde Medellín: Anaisa Rivera.

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