El disco que nadie recuerda de Charly

#Francisco Marzioni
Chicas
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5 min readAug 7, 2020

Corría el año 1984 y estaba en su etapa más productiva y brillante. Un día, caminando por la calle, se cruza con Antonio Gasalla. Charly estaba en expansión, enamorado de la nueva democracia. Seducido por el under porteño, dispuesto a escuchar, conversar, intercambiar, robar y crear cosas nuevas, originales, se reinventaba después de la separación de Serú, y con él hacía de nuevo el rock argentino. Gasalla, un actor que emergía del under, estaba en la etapa “Teatro de Corrientes”. Charly lo junaba como a Batato Verea, a Urtizberea y Urdapilleta, al Parakultural, a Sumo y a Suéter. Era parte del mar pero quería mojarse con las nuevas olas. Sus músicos eran los GIT, hacía un dueto vital y potente con un joven Fito Páez, parte de la nueva trova rosarina. Todo era nuevo en ese entonces.

Era una tarde de sol y, con su cuerpo flaco pero saludable, caminaba por Corrientes, sin querer ir a ningún lado en especial. Gasalla le propone hacer la música de su nueva obra de teatro. Todo era nuevo. Charly acepta. Ese Charly comunicado con todo lo demás, en sinergia con la ciudad y el país, se encerró en los acogedores y familiares estudios ION a grabar unas ideas con su fiel asistente Quebracho. Cuando terminó las tonadas, pasa a los recientemente inaugurados estudios Panda -todo era nuevo- conducidos por los ingenieros Amílcar Gilabert y Mario Breuer, y grabó “Terapia Intensiva”.

Los estudios Panda, donde se grabó el 60% del rock argentino.

Seis temas, de los cuales cinco son instrumentales y uno con voz. Es, sin dudas, el disco más interesante de Charly por muchas razones. En la superficie, es música de fondo para cualquier fiesta animada. Sigue ciertas tendencias de música new wave ambiental que inauguró Jean-Michel Jarre con su Oxigen. Canciones compuestas a través de capas sobre capas de teclados y sintetizadores, las melodías se superponen armoniosamente, creando lo que más bien parecen pinturas o películas más que temas en sí. En los poco más de 15 minutos que dura la obra completa se respira un aire de libertad que hace parecer al resto de los discos de Charly acartonados. Esa prolijidad y síntesis es a la vez un juego saltarín. Refrescante y reflexivo, sus ambientes remiten a la Buenos Aires que renacía. A los autos, los edificios, los monumentos que miran los cambios temporales del hombre, las pizzerías, las librerías con gente que entra y sale, las chicas, las revistas y la televisión color. Todo es nuevo, y este disco es una celebración a la novedad.

Terapia intensiva es también un demo donde Charly dejó registradas muchas ideas que después convertiría en canciones inmortales. Desde versiones explícitas hacia el pasado, como Alicia va a la disco -en referencia al clásico de Serú que compuso muchos años atrás- hasta más veladas hacia el futuro, como la melodía de Conejo Tecno, que se repetiría años después en Rap de las Hormigas. También muchos sonidos propios de su etapa solista aparecen ahí antes que en ningún otro lado. Las guitarras eléctricas en plaqué, los ritmos funky, los beats de batería minimalistas, los bajos y guitarras bajas en unísino. Desfile de Agua y León realza ese sonido de cabaret que se repetiría en sus discos posteriores. Agua y Piano es paradigmático, ya que toda su composición, texturas y sonidos lo convierten en una pieza que preanuncia La Hija de la Lágrima, lo que demuestra que aquel disco de los 90s no salió como un conejo de una galera, sino que ya existía en su obra. Quien haya escuchado Terapia Intensiva no se sorprendió ante el extraño sonido del Charly noventoso. También de allí tomaría melodías que serían la canción Anhedonia. Siempre tuvo la característica de repetir motivos musicales que resultaron obsesivos, ciertas armonías y melodías que fueron parte de un rompecabezas sonoro, pero Terapia Intensiva es un compilado verdaderamente eterno en su sentido estricto, es decir, sin tiempo ni lugar, que es todos los tiempos y lugares a la vez.

Es el primer disco donde colaborarían los músicos de GIT. Aunque se nota que las maquetas las hizo Charly solo, para la producción final tocan algunos bajos, baterías y guitarras los músicos que luego serían el corazón de su banda solista fija. No es un dato menor: esa asociación dejó tal vez las mejores piezas del rock argentino de la época. Su toque especial se notaría en Chicas Muertas, la única canción con letra que fuera el corte de difusión y se ubicaría luego en toda clase de recopilaciones a las que nos tenía acostumbrados el sello Interdisc. Muchos dicen que es una respuesta a las nuevas boyz band, que en aquel momento estaban representdas por el ahora clásico grupo Menudo. Es curioso que no haya registros de ningún tipo de este disco, ni reseñas ni menciones más que un escueto artículo de Wikipedia, y que ni siquiera sea mencionado en las múltiples biografías que se escribieron después.

¿Por qué nadie recuerda este disco? Bueno, en principio salió en una época muy productiva de Charly y del rock argentino. Salían muchos, demasiados discos en esos años, más de los que audiófilos de los 80s podían digerir. El disco se perdió entre los lanzamientos. Con el tiempo, quedó aplastado ante la inmensidad de sus producciones. También los críticos y el público desconfiaban de los sonidos bailables. ya se sabe que Virus era abucheado en los shows y despreciado en las reseñas. El mismo Clics Modernos sufrió la incomprensión de la tonta inteligentzia. Luego, la crítica de música de la época también despreciaba las bandas sonoras. Se los consideraba alguna clase de obras grupales, y para una crítica de escuela narciscista, eso es un pecado mortal y les pegaban abajo con la indiferencia. Los entendían como obras incidentales, sin el peso artístico de un disco de autor, cuando hoy sabemos que tal vez sea todo lo contrario, pues es en ellos donde se despliega la búsqueda experimental que tanto nos entusiasma. El Charly instrumentista, poco atendido ante el Charly cantante y compositor, se destaca en Terapia Intensiva, y brilla por sobre los demás discos. Tiene humor, irreverencia, raros peinados nuevos, pianos y teclados precisos y bellos, canciones pegadizas y reflexivas, una obra veloz y sorprendente que es injusto que se haya dejado pasar como si no hubiera existido. ////CHICAS.

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