Mariana Skiadaressis: “Me gusta poder tejer mundos”

Mavrakis ⚡
Chicas
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2 min readAug 1, 2018

Mariana Skiadaressis es escritora y acaba de publicar su primera novela, La felicidad es un lugar común.

¿Qué cosas te inspiran y te dan ganas de escribir?

Es al revés, nunca tengo ganas de escribir, pero resulta una imposición en mi cabeza para la elaboración de ideas y por la necesidad de ser apreciada. Todos necesitamos un cachito de valoración externa para sostenernos. Algunas personas la encuentran en sus trabajos remunerados, otros teniendo hijos, otros –como yo– en la escritura. Me inspiran los pequeños detalles o las pequeñas anécdotas. Puede ser un lugar de la infancia, una situación familiar, una historia contada por otro y hasta un objeto. En esas cosas de pronto encuentro tres o cuatro conexiones que me sirven para tejer un mundo, sea el de un cuento o el de una novela.

¿Tus amigos te leen y comentan lo que escribís?

Sí. Todo lo que escribo lo muestro cuando siento que llegué a una forma aceptable o que ya se vislumbra lo que quiero contar. Siempre les paso mis textos a unos tres amigos que me hacen devoluciones para enriquecer la idea que tengo entre manos. Gracias a ellos logré terminar mi primera novela.

¿Qué es lo que más te gusta de escribir?

Me gusta poder tejer mundos, hacer que las conexiones que yo veo entre las cosas cobren valor. La literatura es una forma de darle sentido a la absurdidad de la existencia, porque estructura sus materiales haciendo parecer que los acontecimientos que narra son reales y cierran. Son solo palabras, pero todas juntitas nos hacen sentir menos solos.

¿Qué es lo que menos te gusta?

Que no se puede vivir de la literatura, al menos en Argentina.

¿Qué estás leyendo ahora?

Terminé recién varias novelas juntas: El hijo judío, de Daniel Guebel, La ilusión de los mamíferos de Julián López y Enero de Sara Gallardo. Tienen en común un clima de soledad y angustia, visto desde la perspectiva de un niño, de un hombre y de una mujer joven. Todas lograron generarme empatía. A su vez, hace mucho que estoy leyendo un libro que tengo que mechar con otros por lo denso, pero que es realmente fascinante: Leñador, de Mike Wilson, editado por Fiordo Editorial. En una pregunta anterior hablaba de que la literatura teje mundos, este libro es una especia de tapiz infinito.

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