Christiane Dosne de Pasqualini: pasión por la ciencia

El 23 de diciembre de 2022, a los 102 años, murió Christiane Dosne de Pasqualini, una Científica de Acá que dedicó su vida a la investigación. Su historia, atravesada por la pasión por el conocimiento y el compromiso con la salud, es la de gran parte de las ciencias a lo largo del siglo XX.

Christiane nació en París el 9 de febrero de 1920, pero no pudo disfrutar por mucho tiempo de las baguettes y el roquefort: a los 6 años migró junto con su familia a Canadá y a los 15 consiguió una beca para ingresar en la Universidad de McGill, en Montreal, donde se formó con Hans Selye, investigador del estrés.

En 1939, con apenas 19 años, se especializó en Bioquímica. Apenas egresó le ofrecieron un cargo docente en la misma Universidad, lo que le permitió independizarse y, mientras tanto, seguir estudiando: una sola carrera universitaria no parecía suficiente para su ambición, su pasión por el conocimiento y sus ganas de saber más.

Mientras trabajaba como docente realizó el ingreso a Medicina, también en la Universidad McGill. En esos tiempos, el cupo femenino era del 10% de la matrícula. En los papeles, claro: en la realidad, Christiane fue una de las apenas cuatro (¡4!) mujeres que lograron ingresar sobre un total de 80 estudiantes ese año. La participación real de personas de género femenino era del 5%.

Sin embargo, poco tiempo después de comenzar la carrera nuestra protagonista desistió y optó por realizar un doctorado: el 27 de mayo de 1942 se graduó como PhD en Medicina Experimental​ en la misma Universidad. Claro que, para entonces, su nombre no era totalmente desconocido en el ambiente científico de la salud: ya había publicado más de 15 trabajos en revistas científicas de prestigio internacional.

Y este es el momento exacto de la historia en el que Christiane se convierte en una Científica de Acá más de acá que el mate amargo con pastafrola de membrillo: en marzo de 1942, apenas unos meses antes de doctorarse, ganó una beca de la Federación Canadiense de Mujeres Universitarias para trabajar junto a Bernardo Houssay y su equipo.

Ni lenta ni perezosa, en julio ya estaba instalada en la ciudad de Buenos Aires, donde se incorporó al Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y se convirtió en la primera mujer en la Academia Nacional de Medicina. Si bien al comienzo siguió la línea de investigación de Houssay, rápidamente se dedicó a realizar sus propios experimentos.

Pero, apenas un año después de haber llegado, Christiane ganó una beca para trabajar en el Departamento de Medicina Experimental en Santiago de Chile. Permaneció allí hasta 1944, cuando recibió otra beca para seguir investigando en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale. A fines de ese año, como le quedaba algo de tiempo entre experimento y experimento, se casó con el endocrinólogo argentino Rodolfo Pasqualini, a quien había conocido durante su estadía en Buenos Aires.

Después del casamiento, el matrimonio regresó al país y Christiane comenzó a trabajar en el Hospital Militar Central, donde se dedicó a continuar los estudios iniciados en Yale. En 1947 colaboró con su marido para montar el Instituto Nacional de Endocrinología a pedido del Ministro de Salud Pública del gobierno peronista, el doctor Ramón Carrillo. Pasqualini fue nombrado director del espacio, y ambos trabajaron allí hasta el derrocamiento de Perón.

En 1953, Christiane dejó su cargo en el Hospital Militar para comenzar a trabajar en la sección hematología del Instituto Modelo, además de seguir en el Instituto de Endocrinología. Pero en septiembre de 1955, golpe de Estado mediante, ella y su marido fueron despedidos de esas instituciones. Christiane recuperó su puesto en el Hospital Militar y continuó su trabajo en el laboratorio de hematología, donde comenzó a investigar sobre la leucemia gracias a una beca de FUNDALEU.

En 1962, Christiane ingresó como investigadora en el recientemente creado CONICET, y en 1963 abandonó definitivamente su trabajo en el Hospital Militar para dedicarse a la experimentación en la Sección Leucemia Experimental, que dirigió entre 1970 y 1983.

En 1973 fue promovida como investigadora principal de Conicet. Ese mismo año fue nombrada presidenta de la Sociedad Argentina de Inmunología (SAI). Entre 1978 y 1980, fue vicepresidenta de la Asociación Argentina de Microbiología y Secretaria de la Comisión Asesora de Ciencias Médicas del Conicet.

En 1988, nuestra protagonista participó como una de las representantes argentinas en la reunión “El papel de la mujer en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el Tercer Mundo”, organizado por la Third World Academy of Sciences, junto a más de 200 mujeres de 63 países en vías de desarrollo. También en ese año fue incorporada como miembra titular y vitalicia de la Academia Nacional de Medicina. Para ese entonces, llevaba publicados más de 600 trabajos y algunos libros, además de haber ganado numerosos premios y reconocimientos.

En 2002, Christiane Dosne de Pasqualini fue nombrada investigadora emérita del CONICET. Murió veinte años después, a los 102 años de edad, el 23 de diciembre de 2022.

Si quieren saber más sobre ella, pueden leer algunos de sus libros autobiográficos: Quise lo que hice. Autobiografía de una investigadora científica (2007), Una beca con Houssay. De Canadá a la Academia Nacional de Medicina (2013), y En busca de la causa del cáncer (2015).

Si les interesa conocer otros aspectos de su apasionante historia, pueden ir a ver la hermosa obra Christiane. Un bio-musical científico, en el que su nieta Belén Pasqualini cuenta con lujo de detalles su alucinante recorrido y repasa las tensiones que debió enfrentar su abuela, como tantas otras mujeres de su época, entre la vocación científica y su vida familiar​.

Fuentes:

• https://es.wikipedia.org/wiki/Christiane_Dosne_de_Pasqualini

• https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3954-2008-03-07.html