Atlanta: Teddy Perkins, sinfonía de horror en 40 minutos
Uno de los episodios más nominados del año en los Emmys, es el sublime y terrorífico Teddy Perkins, el sexto de la segunda temporada de Atlanta (FX). La serie creada por el multifacético Donald Glover, fue la revelación del año pasado y su segunda temporada terminó por cementarla como una de las más prestigiosas de la televisión. En palabras del propio Glover, la idea era crear una serie que fuera “como Twin Peaks, pero con raperos” y no hay episodio hasta la fecha que haya cumplido tal promesa hasta la fecha de la manera en que lo hizo Teddy Perkins. El episodio en sí se roba 6 de las 16 nominaciones totales de la serie en los Premios Emmy de este año: Timothy O’Brien, Taylor Mosbey y Aimee Athnos fueron nominados por la Dirección de Arte; Kyle Reiter fue nominado por el Montaje; Christian Sprenger fue nominado por la Dirección de Fotografía; Trevor Gates y su equipo fueron nominados por la Edición de Sonido; Hiro Murai fue nominado por la Dirección del episodio; y Donald Glover eligió su interpretación en el mismo para competir por el Emmy al Mejor Actor Principal en una Serie de Comedia (busca repetir su victoria del año pasado).’
En un claro desprendimiento de las formas y temas que hacen Atlanta tan hipnóticamente divertida, éste episodio, magistralmente escrito por Donald Glover, presenta una tétrica moraleja sobre las consecuencias de la explotación de artistas infantiles por parte de sus padres, en la forma de un corazón tan roto y negado de amor que no ve en su pasado más que un sacrificio necesario para llegar a la cima.
Inconfundiblemente evocando la historia de Michael Jackson, Donald Glover interpreta con singular maestría al personaje titular (sí, ese de la foto es Donald Glover), desapareciendo dentro de un personaje que no le pertenece a nadie en particular, pero es hijo de una problemática universal. La interpretación de Glover, es de las más impactantes, arriesgadas y logradas de todos los tiempos. Supongo que eso es lo que nos atrae a Atlanta de manera constante, el irrefrenable deseo de sus realizadores por darnos algo nuevo, ir más allá asumiendo todos los riesgos probables.
En otro aspecto inusual para la serie, el episodio es protagonizado por Darius, el amigo más secundario del grupo en la serie. La sutil e impecable interpretación de Lakeith Stanfield, liderado por la exquisita dirección de Hiro Murai, redondean 40 minutos de televisión como nunca antes vimos, ni estamos seguros de querer ver muy seguido.
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