Ciudades como ecosistemas creativos

Ciudades Creativas
Ciudades Creativas
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4 min readNov 11, 2016

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Un economista, un diseñador gráfico y un urbanista célebre compartieron experiencias en un panel que propuso transformar a cada ciudadano en un agente creativo.

“Mi ciudad creativa es una ciudad que sorprende, que abriga. Es un punto de encuentro y cuenta historias propias”, dijo Enrique Avogadro, secretario de Cultura y Creatividad del Ministerio de Cultura de la Nación en su rol de moderador del panel “Kreatópolis, ciudades de mentefacturas” del encuentro internacional Ciudades Creativas. Además, el funcionario planteó: “Los gobiernos tenemos un gran desafío por delante: ya no ejercemos el monopolio de la cosa pública. Ahora se trata de tener conversaciones, de cocrear las ciudades donde vivimos. El Estado deber perder el miedo a la conversación”, afirmó en referencia al protagonismo de los ciudadanos en la construcción de los nuevos espacios públicos.

El urbanista británico Charles Landry estuvo por primera vez en Buenos Aires para participar de Ciudades Creativas.

Frente al escenario, un auditorio colmado por especialistas, estudiantes, académicos y emprendedores aguardaba por las experiencias de tres invitados internacionales: el economista mexicano Ernesto Piedras, el diseñador brasileño Marcelo Rosenbaum y el famoso urbanista británico Charles Landry, padre del concepto de ciudad creativa, acuñado en la década de 1980.

Ernesto Piedras agradeció la invitación y confesó: “A los economistas nos importan muy poco la cultura y las industrias creativas”, pero de inmediato destacó que economía y cultura son áreas vinculadas a través de un “maridaje necesario”. Piedras invitó a pensar en la ciudad como una red, que se valúa por su cantidad de nodos. “Veo a la ciudad de México como una red con 20 millones de nodos. Así son las ciudades: redes conectadas a través de los múltiples nodos que son sus ciudadanos”, dijo.

Mercado de Xochimilco, México DF. Foto: Consejo de Promoción Turística de México.

Piedras habló sobre fuerzas centrípetas que atraen la creatividad a las grandes ciudades, donde las audiencias se multiplican y el intercambio fluye a mayor velocidad y en múltiples direcciones. Si la participación de las industrias creativas en el producto interno bruto de México es del 7,3%, esa participación sube a 8,9% en el caso de la ciudad de México, donde opera esta fuerza centrípeta. Piedras calcula la participación de las industrias creativas en el PIB nacional y regional contabilizando la economía en la sombra, que aumenta a causa de la revolución digital, e incluyendo actividades que no siempre se consideran parte de este sector, como la gastronomía de raíz local, pensada como contenido o experiencia turística.

Así como Piedras se refirió a la creatividad que nace en los grandes centros urbanos, Marcelo Rosenbaum habló sobre su trabajo con las culturas aborígenes brasileñas en pequeñas localidades. El objetivo de su proyecto A Gente Transforma (transformamos, o nosotros transformamos) es hacer de los saberes de esas comunidades, que viven más conectadas con los sentimientos, la familia y la naturaleza, un medio de vida a través del diseño. “No intentamos desarrollarlas anulando su cultura; por el contrario, creemos que las ciudades pequeñas son universidades de conocimiento, y que hay que encontrar mecanismos que incluyan a todas las personas y también al ecosistema al que pertenecen. Tenemos que habitar la naturaleza, provocar y permitir el caos -del que surge la creatividad- para despertar y revelar nuevas creencias”, dijo Rosenbaum.

El urbanista Charles Landry fue el encargado de cerrar el panel, y para ello planteó los desafíos de las ciudades creativas hacia el futuro: “Debemos ser resilientes en la forma de planificar. Debemos ser flexibles y elásticos. En los próximos diez años, a causa de las falencias en la calidad de vida y de la disfuncionalidad de las grandes ciudades, los pequeños centros urbanos tendrán grandes oportunidades. Las nuevas posibilidades de conexión, gracias al trabajo en forma remota, por ejemplo, ayudan a que ese movimiento sea posible”, dijo. Además, Landry destacó la necesidad de darle protagonismo a todos los sectores sociales, ya que cada persona es potencialmente creativa si está en un ámbito que la alienta a crear. “Este es el gran desafío: que cada ciudadano se sienta creativo”, y cerró así su primera visita a la Argentina.

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