El eje cafetero, Buenos Aires, CDMX y Bilbao: creatividad para el desarrollo

Ciudades Creativas
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5 min readNov 16, 2016

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Una plataforma digital en Colombia, la política de distritos de Buenos Aires, un laboratorio que mapea la creatividad de la ciudad de México y una asociación público-privada para cambiar el perfil sectorial de Bilbao: cuatro experiencias que muestran caminos posibles para que las ciudades se desarrollen a través de las industrias creativas.

¿Qué instrumentos tienen las ciudades para promover las actividades emprendedoras?, preguntó Mora Scillamá, directora nacional de Industrias Creativas y moderadora del tercer panel del encuentro internacional Ciudades Creativas a los cuatro integrantes del panel. Lejos de ser retórica, la pregunta abrió el paso a que cada invitado contara un caso singular, con características irrepetibles, casos que sin embargo pueden servir de referencia para que otras ciudades adopten decisiones o políticas similares.

El primero en responder fue el rector de la Universidad de Caldas, Colombia, Felipe Londoño. A diferencia del resto de los invitados, su ejemplo trasciende a una ciudad: Londoño y sus estudiantes tomaron como área de intervención todo el eje cafetero colombiano, territorio declarado patrimonio de la UNESCO por su valor cultural, económico y ecológico.

Clusterlab pone en contacto a emprendedores del eje cafetero colombiano. Foto: gentileza Felipe Londoño.

“Nuestra herramienta para estimular los proyectos creativos se llama Clusterlab. Es una plataforma virtual para las industrias creativas del eje cafetero. Funciona como una iniciativa abierta que promueve nuevos enfoques asociativos para la gestión de los emprendimientos culturales”, detalló Londoño. Clusterlab permite la capacitación online, el intercambio de conocimiento, los proyectos colaborativos, da soporte a la incubación y es una pantalla que vuelve visibles las iniciativas culturales en la región. “Es una eficiente conexión que, al día de hoy, ha registrado 230 iniciativas de industrias creativas entre empresas, proyectos, eventos, instituciones y emprendedores”, dijo Londoño.

Silvia de Torres Carbonell –subsecretaria de Economía Creativa y Comercio Exterior, Desarrollo Científico y Emprendedor de Buenos Aires– contó cómo trabaja la ciudad para canalizar la energía creativa dentro de un ecosistema tan amplio como desigual. “La creatividad tiene que ver con generar valor para los ciudadanos, y no sólo se refiere al arte y los artistas. En este marco, el rol del Estado es estimular, apoyar con herramientas que faciliten la economía creativa, eliminar los obstáculos y sostener las iniciativas”, dijo. A través de la política de distritos, el gobierno de la Ciudad apuesta al desarrollo del sur de la ciudad. Tres de los cuatro distritos creativos ya creados están allí (Parque Patricios con el distrito tecnológico, La Boca con el distrito de las artes y Barracas con el distrito de diseño). “El desarrollo creativo necesita transformarse en empresas, debe generar riqueza y rendimiento. Si todo el proceso no resulta en inclusión social y en nuevas oportunidades, no está completo”, aseguró Torres Carbonell.

Más de 20 millones de mentes y posibilidades se concentran en la ciudad de México. El gobierno de esa megalópolis se propuso mapear el pulso creativo urbano. Pero no solo el de las empresas formales o los artistas con algún reconocimiento, sino toda la creatividad, también la espontánea o la casi anónima. De ello habló Isaac Serrano, de la división de Geografía Urbana en el Laboratorio para la Ciudad del Distrito Federal de México. “Hay una creatividad que se detona desde la necesidad, que fluye espontáneamente y sin ser planificada. Nuestra misión es entenderla, visualizarla e impulsarla.” Para mapear la economía creativa de la capital mexicana los investigadores del Laboratorio para la Ciudad salieron a buscar la creatividad de la calle y de los barrios marginados. “Desmitificamos la idea de creatividad como una expresión única de los bohemios, de los artistas y de las industrias tradicionales”, dijo Serrano. Con la ayuda de esos mapas, el equipo de Geografía Urbana iluminó zonas de la economía informal, donde la creatividad surge de la desventaja y sirve para la supervivencia.

Las plazas móviles de juegos resuelven la carencia de espacios lúdicos en el DF mexicano. Foto: gentileza Isaac Serrano.

Estos datos impulsaron algunas intervenciones urbanas. Así surgió Saber Creativo, un programa de fortalecimiento para emprendedores, o las plazas móviles de juegos para los chicos en las zonas con déficit de espacios públicos y parques. “Todos los barrios tienen una creatividad latente. Lo que tenemos que hacer es despertarla a través de sinergias. Debemos crear mecanismos de contagio de ideas dentro de los barrios y entre barrios, porque la verdadera riqueza de las ciudades aparece cuando la creatividad representa una energía transformadora y revitaliza a sus comunidades”, concluyó Serrano.

Bilbao era una ciudad industrial, gris y poco –o nada– atractiva para el turismo. En la década del noventa un gran plan se propuso redefinirla. Hoy es una de las ciudades más visitadas de España. Desde 1992, Alfonso Martínez Cearra es el director general de la asociación para la revitalización de la ciudad, Bilbao Metrópoli-30, un entidad compleja cuyo horizonte es el largo plazo.

El museo Guggenheim es el corazón de la nueva Bilbao. Foto: Wikimedia Commons.

“Llevamos veinticinco años de colaboración ininterrumpida entre el sector público y el privado. Ese es un factor fundamental”, contó Martínez Cearra. Entre 1991 y 2000 la ciudad se concentró en la infraestructura. El proyecto emblemático de esta etapa es el museo Guggenheim, de Frank Gehry. Es el más visible, pero no el único. Entre 2001 y 2015, se trabajó en los grandes ejes para desarrollar la ciudad: innovación, creatividad y profesionalismo. Para el período entre 2016 y 2035, Bilbao se propone seguir reflexionando estratégicamente. “Los profesionales son parte sustancial del futuro de la ciudad. Para que el profesional innove, hay que rodearlo de un entorno creativo. Concebimos a la creatividad como un recurso. Por primera vez en la historia, la imaginación y el conocimiento resultante de esta son la principal fuente de productividad económica y el recurso fundamental para la solución de problemas en las ciudades. La creatividad en la ciudad es útil para su aplicación en el urbanismo, el transporte, la demografía, la cultura, la integración social. No está confinada a las artes. Por eso nos proponemos que en los próximos veinte años la educación sea el elemento básico para que la creatividad vaya trasladándose a las nuevas generaciones”, contó Martínez Cearra.

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