Actually, con la fotografía me siento una mujer poderosa

Jennifer Veliz Gutierrez
clandestina
Published in
3 min readOct 19, 2018

Aunque se conecta una sola vez al día y tiene que lidiar con las
complejidades de internet en Cuba, las redes sociales de May Reguera
han sido el principal medio de difusión de su trabajo. No ha tomado la
desconexión como excusa y hoy intenta posicionar My Studio en todos
los canales.

Actualmente, es una de las fotógrafas más populares en el mundo del
arte en Cuba, reconocida por sus más de 5 mil seguidores en Instagram y
es además una de las pocas que hacen fotografía de moda en La Habana.
Para ella, la interacción en social media es el espacio idóneo para
“la recolocación del artista”.

Expresarse online le ha permitido construir su visión de sí misma
porque su único filtro es la autocensura. Tanto así que cuando le
cancelaron sus cuentas en redes sociales por publicar un autorretrato
en el que se quitaba un sweater y dejaba ver sus senos, comenzó la
serie “Simulada Libertad” en la que capta a otras mujeres haciendo la
misma acción.

La auto referencialidad en su obra es uno de los elementos más
conocidos de su expresión como artista. Esto, afortunadamente, le ha
permitido aliviar su lamento ante sus escasas posibilidades como
actriz porque su físico “no parece ser el idóneo para la mayoría de
los directores”.

La naturalidad y libertad que puede verse en sus retratos explica cómo
la fotografía le ha hecho crecer como actriz y a la vez, haber
estudiado actuación ha aportado a sus intereses como fotógrafa: que
las personas se expresen y sean sinceros.

Las mayores oportunidades como artista las ha encontrado tras el
lente, el cual le ha dado la posibilidad de trabajar con actrices y
directores de mucha relevancia en Cuba como Veronica Lyn, Mirtha
Ibarra, Eslinda Nuñez, Fernando Pérez, Luis Alberto García, Jorge
Perrugorria y Gloria Torres, entre otros.

Lograr una voz propia en el arte es algo que toma tiempo, sin embargo,
May ha logrado conquistar su propia estética. Aunque parte de
referencias, para ella es importante no perder de vista la
particularidad de los cubanos, aquello que solo se encuentra en las
raíces.

Aun cuando se le identifica con la fotografía de moda, esta no es su
principal interés. Sin embargo, ahí ha logrado marcar su sello, quizás
porque para ella la imperfección, lo espontáneo y la improvisación es
más importante que la foto clásica de un modelo que parece irreal.

Además de haber trabajado para revistas como Cubaplus, Cache Cubano y
Garbos, donde se oficializó como fotógrafa, May es la única cubana, viviendo en la isla, que tiene de forma permanente una galería con 23 retratos expuestos en una sección que la revista Vogue tiene habilitada para que los jóvenes expongan sus trabajos.

Como May dice, ella es guajira, de Cruces, en Cienfuegos, pero está en
La Habana porque esta ciudad le gusta y porque desde aquí tiene más
oportunidades para satisfacer sus necesidades de expresión.

Próximamente, durante Noviembre fotográfico tendrá una exposición
personal de Fotografía de Moda en Estudio50; como parte de la semana
de la moda. Esta será quizás una buena parada para reseñar lo que
hasta hoy ha sido su trabajo: la actuación, la libertad, la gente y la
fotografía.

Pocas personas logran sentirse libres con lo que hacen, ella con su
cámara además, se siente una mujer poderosa.

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