¡Clandestina hasta Matanzas! Comienza la invasión a Oriente

Félix M. González Pérez
clandestina
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2 min readOct 14, 2020

¡Que sí! Estás leyendo bien. Clandestinaencasa.com ahora llega hasta Matanzas. La comunidad Clandestina en esa provincia nos estaba pidiendo desde hacía tiempo que fuéramos para allá y lo hemos conseguido.

A partir del lunes 19 de octubre comenzamos con los envíos a Matanzas. En esta primera estapa solo podemos hacer entregas en la Ciudad de Matanzas, Carbonera, Boca de Camarioca, Varadero, Santa Marta y Cárdenas, pero estamos haciendo más gestiones para ampliar el servicio hacia otros municipios. Así que, si vives en alguno de los municipios que no está en la lista, escríbenos para ver cómo te llevamos Clandestina hasta tu casa.

Y si vives en otra provincia no te preocupes, que Matanzas es solo el comienzo. Queremos llegar poco a poco a todas partes del país. Y ya tenemos otras provincias encaminadas. Pero vamos a dejarlo en suspenso para que te coja por sorpresa.

Así que ya sabes. Si tienes algún amigo, pariente o conocido que te pregunte: dile que Clandestina llega hasta Matanzas y que puede pedir cualquiera de nuestros productos en nuestra tienda online: clandestinaencasa.com.

Vamos a recibir y preparar las órdenes durante toda la semana y el fin de semana las mandamos para allá. Una vez allí, un mensajero se encargará de realizar las entregas en los distintos municipios entre el lunes y el domingo. Así que lo más probable es que la recibas entre 10 y 15 días después de haber realizado el pedido.

Y por supuesto, la inscripción en nuestro Programa de Lealtad, los descuentos y el resto de los beneficios también se aplican para todos los clientes matanceros.

En nuestra sección de Preguntas Frecuentes puedes consultar cualquier duda sobre el servicio de entrega a domicilio y si tienes cualquier otra inquietud puedes escribirnos a nuestro correo info@clandestina.co o a nuestro WhatsApp 5–604–2662.

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Félix M. González Pérez
clandestina

Periodista de formación, comunicador por obligación y gamer por vocación. Ha aprendido a soportarlo todo menos el exceso de realidad.