El matrimonio igualitario y la teoría del rumor en Cuba
En Cuba el rumor es una de las principales fuentes de información. Muchos se atreverían a decir que es la mejor y más eficiente de todas.
Las “bolas”, como en Cuba le decimos a los rumores o chismes, se vuelven realidad con una frecuencia espantosa. Y aunque muchas veces están excesivamente maquilladas de imaginación, siempre tienen algo de realidad dentro. Y la gente se las cree sin chistar. A veces se vuelven tan populares que el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana tiene que desmentirlas personalmente. Y aún así a muchos les quedan dudas.
Por eso cuando hace unos meses se regó la “bola” de que iban a aprobar el matrimonio igualitario en Cuba, a pesar de que se sospechó y dudó quizás como nunca antes, mucha gente se llenó de esperanza, porque los rumores en Cuba son increíblemente poderosos.
Pero las dudas que quedaban se disiparon cuando cinco iglesias evangélicas cubanas hicieron una declaración oficial en donde se oponían abiertamente al matrimonio igualitario y defendían que “la familia es una institución divina creada por Dios” y que “el matrimonio es exclusivamente la unión de un hombre y una mujer, según enseña la Biblia, la palabra de Dios”.
Este acto, cuando faltaban unos pocos días para la discusión del proyecto de reforma constitucional en la Asamblea Nacional de Cuba, era una prueba irrefutable de que el cambio venía. Y ya nadie podía detenerlo. Fue entonces cuando todo el mundo supo que lo del matrimonio igualitario tenía fuertes posibilidades de ser una realidad.
Y lo que se armó en redes sociales fue increíble. No había otro tema del que se hablara por esos días en Cuba. La Iglesia Metodista, por supuesto, se puso las pilas y empezó una campaña muy fuerte en todos los frentes. Pegó carteles en las calles, hizo marcos para que los fieles se hicieran fotografías y las colgaran en redes sociales, repartió biblias en las calles y hasta pidió permiso para convocar una marcha en contra de la supuesta medida. Permiso que les fue denegado. Todo para defender su “diseño original”.
A Clandestina, que sabe alguito de diseño, no le quedó de otra que defender al diseño cubano, una familia muy original. E hicimos un cartel para celebrarlo.
Mucha gente lo compartió y se sumó a la “campaña” subiendo sus fotos y apoyando nuestro diseño “alternativo” de familia. Incluso algunos medios de comunicación hicieron eco del suceso, aunque no fuera nuestra intención formar semejante revuelo. Pero el debate que se formó en esos días preparó el camino para lo que ocurriría el fin de semana.
Lo que se dijo en la Asamblea Nacional fue un suceso histórico. Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, dijo que la nueva Carta Magna modificará su actual artículo 68 para definir el matrimonio como “la unión entre dos personas” sin especificar su sexo, y que “la modificación del concepto de familia es un acto de justicia que refuerza el principio revolucionario de humanismo y equidad”. Música para los oídos de mucha gente.
Y luego Mariela Castro y Yolanda Ferrer dieron sendos puntillazos cuando dijeron cosas como: “Lo que propongo es que todas las familias tengan los mismos derechos. Todos los derechos para todas las personas”, y “No hay razón alguna para negar el matrimonio a personas homosexuales, no hay razón alguna para limitar la felicidad de estas personas”.
Ahora queda llevar el texto constitucional a votación popular y luego hacerlo oficial en un referéndum que todavía no tiene fecha. Pero como decimos en Cuba: “el que espera lo mucho, espera lo poco”.
Sin dudas esta ha sido una medida histórica para Cuba. Una medida que le cambiará la vida a mucha gente y que por primera vez en mucho tiempo habla de la búsqueda de la felicidad. Del derecho de la gente a ser feliz. Bien por la Asamblea. Bien por los delegados. Muy bien por Cuba.
