Probando una Fuji de formato medio en el puente de Brooklyn
Blanco y negro con una Fuji GS645S Professional
Quien siga mis andanzas en mi Cuaderno de ruta, sabrá que durante mis vacaciones en Nueva York hace un mes, me agencié una cámara de formato medio de los años 80, una Fuji GS645S Professional Wide 60. Esta es una cámara mecánica, la única electrónica es la que alimenta el exposímetro, con enfoque manual mediante telémetro de coincidencia. Calza un objetivo no intercambiable, una focal fija de 60 mm f/4. No es muy luminosa, pero a cambio mantiene unas dimensiones contenidas. No pequeñas. Pero sí contenidas.
Desde hace un tiempo, fotografiar con una cámara de estas o parecidas características, sin automatismos, con lo esencial, sea en formato medio o en el tradicional para película perforada de 35 mm, encuentro que es muy pedagógico. Te obliga a pensar qué parámetros son los más adecuados para conseguir la imagen que quieres. Y te obliga a pensar rápido. No caes en la pereza derivada de las modernas cámaras electrónicas, en las que corres el riesgo de dejarte llevar por las preferencias programadas por unos ingenieros japoneses.
Las condiciones de luz en el atardecer de ese día 1 de octubre en Nueva York cuando compré la cámara eran bastante buenas. No obstante, la probé con un par de carretes de película Ilford Delta 400, para tener reserva de sensibilidad suficiente. El hecho es que eso me permitió no perder el tiempo enfocando con el telémetro. Diafragmando a f/8 o f/11, y enfocando a 3 ó 5 metros de distancia según las circunstancias, y confiando en la profundidad de campo suficiente de esos diafragmas, se convierte en una cámara de reportaje bastante razonable.
La cámara me costó un precio bastante más que razonable. Aunque ya me avisaron en la tienda que el telémetro tonteaba. Es así. A veces parece que se desacopla. Tendré que gastarme algo en revisarla para que vuelva a su completa funcionalidad. Pero a pesar de todo, enfocando por estimación y por zonas de profundidad de campo, no tuve ningún problema para obtener imágenes nítidas en cuanto me familiaricé un poco con la cámara.
En resumen, un aparato muy divertido y un recuerdo excelente el que me traje de la Gran Manzana A ver si la puedo disfrutar muchos años.