Educación y aprendizaje para este nuevo mundo
Desde ARCA nos preguntamos de qué estamos hablando cuando hablamos de educación? Cuando hablamos de sistema educativo? Sentimos que necesitamos hablar de la educación mucho más allá de la educación. Y por sobretodo, hacernos preguntas.
Y como no somos los únicos, esta edición de Co-Inspiración contó con la participación de un gran número de personas, de diversos ámbitos, con variadas inquietudes, que manifestaron encontrarse abiertos a nuevas ideas, querer debatir sobre propuestas que podrían ser utilizadas en diferentes ámbitos de la educación pública y privada, explorar perspectivas nuevas sobre el desafío de la educación en contexto de pandemia, entender qué es lo que impide que la educación se transforme en Paraguay, conocer miradas frescas, entender qué se necesita aprender para el nuevo mundo que está naciendo, encontrar nuevas soluciones a los problemas actuales, escuchar qué pensamos desde los diferentes sectores, conocer cuáles son los procesos que como país u organizaciones debemos comenzar, continuar o romper.
Y para intentar responder estas y muchas otras inquietudes, en esta edición invitamos a Luis Fernando(Pai) Ramírez , un gran amigo, un mentor. (Podes ver su bio en el píe de página).
Co- inspiración, co-inspirarnos… eso es lo primero, el primer concepto que tenemos que interpretar para hablar de educación. Pero para entender el presente, necesitamos saber de dónde venimos.
El modelo actual surge con la primera revolución industrial, que sacó a la gente de sus cultivos hacia las fábricas y cambió radicalmente la manera de estar en el mundo. Cuando el mundo empezó a tomar mayor necesidad de generar crecimiento, de industrializar el trabajo, se encontró con este modelo educativo, en que la educación era un privilegio de reyes, aristócratas, filósofos y lo pasó a un sistema masivo: la educación como mano de obra, para generar fuerza de trabajo, fuerza productiva. Desde esta perspectiva, la educación es vista con una mirada economicista, copiando el modelo de las fábricas. Y si pensamos cómo era la relación social en esa época, vamos a ver que la educación, por primera vez en la historia de la humanidad, posibilitó que las personas pudieran cambiar su posición social a través de la educación. Así fue vista como el mayor bien. A la vez el sistema educativo se volvió eficiente. Se generó una industria acerca de la educación. Los países pasaron a ser los dueños de la educación, definiendo cómo estructurar los modelos para que sirvan a la función económica.
Hoy, y desde hace un tiempo no mayor a 50 años, la educación mueve la economía: cada año se producen y venden millones de lápices, pizarras, libros, tecnologías… En el año 2013 — en Hollywood se gastaron 11 mil millones de dólares — ese mismo año, la industria de la educación movilizó 16.500 millones de dólares. Entonces por qué cambiaría? Para quedarse en manos de nadie? Para que quede en la virtualidad? Y en este sistema de la educación actual, el ministro de educación está atrapado, sin poder hacer nada. En nuestro país tenemos la idea del caudillismo, de que una persona puede hacer todo, y la realidad es que por más que sea muy bueno no va a poder hacer todo. En el negocio de la educación participan todos: ministros, empresas, personas. Cómo para eso?
La educación además tiene otros elementos que son centrales, que es en lo que tenemos que apalancarnos para prepararnos para lo que viene. La educación tiene componentes culturales: la transmisión de los valores sociales, valores culturales, valores que antes se transmitían en la familia
La escuela es una magnífica oportunidad para saber quien soy, para desarrollar mi persona, para saber cuál es mi proyecto personal. Y la educación se olvidó de la persona, privilegiando la memoria, el hacer físico, el acumular.
Este modelo educativo ha sobrevivido otras revoluciones: la de la electricidad, la del internet, la de las tecnologías y los chips neuromórficos. Cómo uno se prepara para vivir entre las máquinas? Cómo nos preparamos para algo que no conocemos?
La clave del éxito del sistema educativo ha sido la capacidad de control. De supervisión, que tiene que ver con el ejercicio del poder, del control del negocio de la educación. Por eso las reformas educativas no sirven para nada, porque reforman un sistema que ya no sirve. Al status quo no le conviene mejorar el sistema educativo, porque pierde el control. Porque pierde el poder. Los pilares de este sistema son: la enseñanza, la evaluación y los planes de estudio. Y no hay nada que podamos hacer para mejorarlo. El mundo ya cambió. Ese sistema fue pensado para un mundo que ya no existe. Tenemos que llevar la educación a otra cosa.
Necesitamos cambiar la GESTIÓN. La gestión es un tema absolutamente clave.
La pedagogía también es importante. Paraguay es un país bilingüe. El 39% de las personas, sólo habla guaraní. El 49% es bilingüe. Y solo el 6% habla español. Pero la clase se dicta en español. Así no funciona. Lo lógico sería educar el español como segunda lengua, tenemos que entender que el guaraní es la primera lengua. No puedo oponerme a como es la vida. La transformación es de la comunidad. Eso va a implicar un desprendimiento del poder. Tengo que escuchar, tengo que integrar al que no tiene conocimiento científico, pero tiene conocimiento de la cotidianidad.
“Como vivimos educamos” dice Maturana. La educación cívica es necesaria para vivir valores democráticos; pero la vivencia cotidiana de la escuela es el autoritarismo. La maestra es la que tiene el conocimiento, el poder, la que sabe.
El niño, la niña, el adolescente, debe ser el conductor, el hacedor de su propia experiencia. Entonces, qué hacemos los maestros? Somos facilitadores del desarrollo de la persona, con un énfasis especial en el desarrollo del pensamiento, capacidad de analizar y sintetizar, po último la comprensión. Es la capacidad de aplicar un conocimiento e situaciones futuras. Capacidad de comprensión, colaboración, adaptación. Flexibilidad. AUTONOMÍA. Si el niño, la niña o el adolescente no es capaz de gestionar su conocimiento, si no es capaz de gestionarse, de qué sirve la educación?
No hay nada más rígido que la escuela. Debemos salir del culto a la enseñanza y pasar al aprendizaje. Enseñar a pensar como única acción importante. Es una nueva escuela, donde no te sientas en la silla todo el tiempo; con actividades de experiencias concretas; con cuidado del cuerpo: aprender a comer, a meditar, porque eso te va a ayudar en el futuro para ser una persona autónoma, capaz de emprender una propia dinámica. La educación puede tener su variante según cuánto se ha desarrollado la persona. En la ruta del desarrollo del pensamiento, para que una persona tenga un concepto tiene que tener imágen, idea y emoción. Si no tiene conceptos, no puede emitir juicios, sin juicios no puede razonar. Intercambiar, desarrollar su persona a plenitud. Claro que habrá hábitos, tiempos, reglas; y serán los que la actividad requiera.
La clave no está en otro lado sino en la gestión. Y creer en otro modelo. Un modelo por departamento. Tiene que pasar por la identidad de cada uno de los lugares, basado en la regionalización. La educación que tenemos tiene algunas trampas. La gente que gestiona la educación lo hace desde un modelo político. Es un esquema perverso. La gestión está puesta para mantener el clientelismo, las empresas. Lo que no puede pasar es que esos actores que tienen otros intereses sigan gestionando la educación. Hasta lo que aprendemos sigue una estructura. Cuando colaboramos, cuando compartimos, hay una disposición que es fundamental: estar dispuesto a perder, a incluir la opinión del otro. Hay unas condiciones que deben estar presentes. El criterio con que se elige no es el criterio de la academia, se elige con un criterio económico o político-partidario. La gestión es una nueva gestión, basada en principios pedagógicos. Entonces lo que tengo es un equipo de facilitadores del aprendizaje.
Hay que reinventar a los profesores. Necesitamos maestros que reproduzcan la cultura. Hay maestros jubilándose, hay menos estudiantes para maestros. Eso puede ser positivo, porque solo vamos a contar con maestros para habilidades del pensamiento. Re-convertir a los maestros para desarrollar el pensamiento y el mundo interior.
Nuestra sociedad es muy tradicionalista. Se asegura los parámetros de lo que le funcionó y sirvió que otra vez está vinculado al mundo del trabajo y al mundo social. Si tienes buenos vínculos entonces tienes asegurado el trabajo. Otra vez el trabajo. Grandes cambios y transformaciones en la humanidad se hicieron fuera del contexto educativo. En un futuro será imposible plantear lo educativo sin lo humano. Seguimos pensando en una educación con eje y centro en el trabajo. El joven prefiere no ir a la universidad porque no tiene que ver con la experiencia. Hay una evolución importante respecto de cierto grupo social, muy pequeño, que puede hacerse este tipo de preguntas. La primera conexión es la humana. El COVID nos trajo el darnos cuenta de la educación que teníamos. No tenemos los elementos para distinguir. Nos basamos en lo que a nosotros nos sirvió. Pero ese mundo ya no existe, entonces ya no va a servir.
Tenemos que hacer una transformación cultural de impacto y los elementos tienen que ver con un cambio de consciencia. Los niños, niñas y adolescentes, traen una nueva visión en torno al medio ambiente. Hay culturas cívicas, sanitarias, medioambientales que tienen que ser vividas. Las escuelas tienen que generar espacios de conversación donde la consciencia de quien soy, donde estoy, se desarrolle. No se trata de intercambiar desde su posición, sino de compartir el escenario para que incluya al otro. La escuela tiene que construir redes. Fortalecer y dar estructura. Democratizar el saber. El saber va a estar ahí. Y si le enseño a buscar el saber, el niño, la niña o el adolescente va a ser capaz de generar-se. Lo que hacemos con las diferencias culturales es homogeneizar. La diversidad se esconde si no tenemos ese hábito de gestionar nuestra vida.
Trabajar en una transformación de la mirada: aprender a perder el tiempo para conversar, para hablar de nuestros miedos, de nuestros puntos fuertes y débiles. No puedo entender al otro si no me entiendo a mí.
Como en todas las ediciones anteriores, la discusión en grupos tuvo su momento. Y en esta ocasión la pregunta planteada fue: Qué cambios culturales se requiere propiciar para que la educación cambie?
Lo que estuvo presente en los grupos fue la necesidad de cambiar el modo en que vemos o entendemos el mundo, si el mundo está a nuestro servicio o nosotros al servicio del mundo. La necesidad de docentes facilitadores de procesos, capaces de construir, aprender, y reinventarse, atendiendo al desarrollo personal, de nuestro mundo interior, al valor de la persona. La necesidad de una cultura de la diversidad, basada en derechos para todos donde lo privado no puede suplantar a lo público. Entender la educación como un tema integral. La necesidad de dejar de legitimar a los representantes de la cartera de la educación que no tienen capacidad, que tienen una mirada económico política. La necesidad de un cambio en la conciencia, desarrollando una pedagogía del cuidado. Y la idea de una escuela de ministros que prepare un plantel para elegir, donde estos temas se discutan, se debatan.
Y así nos despedíamos de un encuentro en el que compartimos inquietudes, preguntas e ideas. Para nosotros desde ARCA es importante pararnos en el transformación cultural. Creemos que hay muchísimo que trabajar. Qué pasa si conectamos estas necesidades con el amor como trasfondo que nos permita un convivir en respeto, con buenos modelos de participación? Para ARCA esta conversación es central, por eso estamos en varios proyectos que consideramos “palancas culturales” que activar para que este proceso se acelere. Y los queremos invitar a participar, para seguir construyendo juntos.
Y vos: cuál es el meme o palanca cultural que vas a andar esparciendo por el mundo?
coinspiracion@arcalatam.com
Mini Bio de Luis Fernando Ramírez: Es Licenciado en Psicología, orientador educacional, coach de aprendizaje y especialista en desarrollo de talento. Fue fundador y director del Centro para el Desarrollo de la Inteligencia (CDI) y del proyecto educativo “Partidi”, además de ser fundador de la Red Latinoamericana de Fútbol y Educación fue también fundador y socio honorario de la organización “Juntos por la Educación”. También fue miembro del Consejo Nacional de Educación y Cultura (CONEC) y del Consejo de las Metas 2021 de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Actualmente es miembro del equipo directivo de Enseña por Paraguay y miembro del claustro de honor de educadores de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles. Es coordinador del Proyecto Educación de Evolución es Conmebol, periodista deportivo, presentador de noticias y comentarista de radio.
Todo este contenido fue generado a partir de la sistematización de las conversaciones del grupo.
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