La escucha

Gabriel Bunster
Coach profesional
Published in
2 min readJun 5, 2017

Doce personas sentadas en el living de la casa de una de las parejas presentes, después de un día de trabajo.
El objetivo de este encuentro es “conversar”. Conversar en un nivel de conversación donde la escucha sea el fenómeno central.

Establecemos un rito. Una persona dirige la sesión y establece luego de un sondeo previo, el tema. Lanza el tema en la forma de una pregunta al grupo.
E invita a las personas a tomar la palabra.

La regla del juego consiste en que a partir del momento que una persona toma la palabra, nadie la puede interrumpir; nadie. Hasta que la persona que habla diga, terminé.
Y a continuación se le ofrece la palabra al siguiente que quiera reaccionar a la pregunta puesta sobre la mesa por el que lidera la reunión.

Mientras la persona habla, el resto le regala la escucha atenta, presente. Es un regalo que hace la diferencia. La verdad es que se pone mucho énfasis a la actividad silenciosa de escuchar.

Es una escucha atenta, que se va moldeando a solo escuchar, pues como no hay espacios para dar tu opinión, tu recomendación, no hay en definitiva espacio para los juicios, se va dando una escucha muy especial, muy profunda.

Esta instancia de hablar y sentirse escuchado de verdad, abre el espacio para que quien habla hable y articule mucha veces más allá de lo que incluso él hubiera esperado. Si el espacio es de confianza y la privacidad de lo dicho bien cuidado, se produce un fenómeno de conexión del grupo y afecto entre las personas, notable.

He aventurado la interpretación de que cuando este espacio se da, el grupo de individuos separados evoluciona a un organismo que los incluye a todos. Se pasa a ser parte de algo más grande; algo que está conectado, intelectual, emocional y materialmente (teorema de Bell).

--

--

Gabriel Bunster
Coach profesional

Casado, cuatro hijos, tres nietos. Ingeniero de formación, emprendedor y gerente general de empresas de tecnología. Actualmente ejerce como Coach profesional.