Origen Ibiza: El camino de una fundadora para crear su espacio de coworking soñado
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El 24, 25 y 26 de Abril se celebra la Coworking Spain Conference y la Coworking Academy el equipo de Cobot acudirá a esta octava edición para compartir y aprender del vibrante y diverso escenario del coworking en España y formar a los coworking managers del futuro en la Academy.
Coworking en Ibiza
Población: Ciudad 50K* / Isla 151K*
Número de espacios de coworking: 4*
Precio medio de la tarifa mensual de coworking: 151€ / mes*
Susana Montuenga se licenció en periodismo y se mudó a Ibiza donde trabajó cinco años en un periódico local. Durante ese tiempo se formó en marketing y publicidad, carrera que desarrolla en el sector de la hostelería después de dejar el periódico. Finalmente, luego de quince años acumulando experiencia trabajando para otros, decide establecerse por su cuenta.
Llegados este punto sentimos un cierto déjà vu, el de una experiencia personal que tantos de nuestras compañeras y compañeros han experimentado: “cuando empecé a buscar espacios para empezar mi proyecto, me di cuenta que había una cierta carencia para alguien que empezara a emprender a una cierta edad. No podía encontrar ningún sitio para poder hacerlo de forma profesional en un entorno donde me sintiera cómoda”.
Y es en este momento cuando Susana oye hablar del coworking. Empieza a leer sobre el tema y asiste a la Coworking Spain Conference 2018, “me acabé enamorando del concepto: tener un sitio para salir de casa y volver a tener esa rutina profesional donde tienes compañeros con los que tomar un café, resolver una duda e incluso empezar un nuevo proyecto”.
La parte complicada del asunto, nos cuenta, fue encontrar un espacio donde poder crear este entorno profesional que imaginaban. Estuvieron buscando espacio activamente durante un año “en muchos momentos nos desanimamos. En Ibiza los precios no sólo están muy caros en vivienda, también en locales. Por ejemplo, teníamos la idea romántica de alquilar una nave y restaurarla pero a nivel de precio lo tuvimos que descartar totalmente. Fue un gran reto, pero tuvimos mucha suerte: un día vimos a una persona colgando un cartel en una zona que, aunque nos gustaba mucho y conocíamos muy bien, teníamos totalmente descartada porque estaba en el extrarradio de Ibiza”.
A día de hoy, con casi tres meses de funcionamiento en un periodo no especialmente propicio para la “venta” de coworking su ocupación está alrededor del 50%. En este sentido la estacionalidad de Ibiza puede modificar los periodos de venta y funcionen distinto al de otras ubicaciones “tenemos la sensación que diciembre y agosto no serán meses buenos pero aun no tenemos suficiente experiencia para valorarlo. Lo que sí sabemos, y hemos tenido en cuenta al pensar en el funcionamiento del espacio, es que en la isla la temporada (en la que las cosas se mueven) va de abril a octubre. Y eso sin duda afectará al funcionamiento del espacio, ya que muchas empresas operan en períodos de 8–9 meses iniciando su actividad un poco antes y terminando un poco después de esos meses”.
En cuanto a las personas que visitan la isla la incógnita es si se van a ver atraídos por Origen Ibiza. Sabemos que este público siempre representa un reto distinto al de atraer a miembros que viven de manera permanente o semipermanente en la isla, ya que los turistas que pasan pocas semanas en la isla se mueve en otros círculos, redes, etc. Y no tiene nada que ver con el público local.
Una de las cosas que ha hecho al coworking distinto a otros sectores es la orientación que prestan los del sector veteranos a las personas nuevas que abren un negocio de coworking en su zona, aunque esto no siempre es así. Tenemos curiosidad por saber si esto sigue siendo así para y le preguntamos a Susana cuál ha sido su relación con los otros espacios durante la fase de creación del espacio. “La relación con los otros espacios de coworking gestionados por españoles es buena, pero con los espacios gestionados por miembros de las comunidades Holandesa o Inglesa no es lo estrecha que nos gustaría”. Eso, sin embargo, coincide con la realidad de la isla, en la que hay micro-comunidades que funcionan de manera independiente, relacionándose muy poco con la población autóctona, aunque, en algunos casos, lleven décadas en la isla. “Es extraño porque cada uno nos dirigimos a un público diferente y es una pena porque me apetecería poder hablar con personas que dirigen negocios parecidos al mío y poder aprender de su experiencia.” Esta es, desgraciadamente, una situación que no nos extraña porque en muchos otros entornos ocurre lo mismo: los gestores promovemos las sinergias entre coworkers pero entre espacios son muchas menos de las que podrían ser.
Susana nos cuenta que a día de hoy su reto es evangelizar (el concepto de coworking) en Ibiza “lo más complicado es hacerles entender que no necesitan cuatro paredes para poder tener un entorno profesional en el que desarrollar su actividad”. Porque en estos momentos la mayor demanda es, como en tantas otras localizaciones, la oficina privada. Sin embargo, nos cuenta, si esas personas se acercan al espacio, lo ven y se quedan a probar unos días la respuesta es unánime: no necesitan una oficina cerrada para hacer su trabajo. Este, sin embargo, es el precio de hacer coworking de verdad en un entorno donde no está desarrollado y donde aún tienes que convencer a las personas que pueden trabajar en un entorno abierto que les va a dar mucho más de lo que les va exigir”.
En este sentido la pasión con la que nos habla de las personas que visitan su espacio es un soplo de aire fresco. Nos recuerda a tiempos en los que el coworking se hacía artesanalmente “cuando estás con una persona cara a cara y crees que va a encajar bien en el espacio, que se va a sentir bien aquí… porque no se trata de llenar por llenar, estamos hablando de formar una comunidad de personas afines que se sientan genial formando parte de una comunidad”. Well done coworking: seguimos incorporando grandes gestores a la familia.
Durante la creación del espacio mucha gente les preguntó porque no se limitaban a llenarlo de oficinas pero “a nivel de rentabilidad tenemos claro que no deberíamos haber hecho coworking [zona open] porque la demanda de oficinas es mucho mayor. Pero yo no quiero ser un centro de negocios: me encanta esa parte de coworking [zona open], me encanta la gente, poder ayudarlos,… quizá la idea es un tanto romántica y obviamente no perdemos de vista de que el coworking es un negocio y tiene que ser rentable pero… ¿por qué no hacerlo si es lo que nos apetece?”.
Crear un espacio en el que la gente que pueda tener un lugar donde poder trabajar de manera independiente, progresar, aprender y compartir. Esto es, en palabras de Susana Montuenga, aquello a lo que de manera breve me gusta definir como coworking hecho artesanalmente, o en palabras de Susana: “creo que un espacio de coworking debería tener el objetivo de que toda la gente que está en él crezca”.
Si hace mucho que te dedicas al coworking es probable que hayas olvidado aquellos primeros momentos y las ideas preconcebidas que tenías sobre cómo iba a ser tu día a día así que decidimos preguntarle a Susana cómo veía el asunto ya que hace poco que gestiona un espacio. “La visión que yo tenía era un poco utópica, me imaginaba tener el espacio lleno, gente entrando y saliendo… a día de hoy no está tan concurrido pero, pese a esto es mejor de lo que me imaginaba: cada día me levanto con ilusión por el proyecto y es una energía que se contagia”.
Una de las cosas que Susana nos ha contado hace referencia a emprender “a una determinada edad” y obviamente no podíamos dejar pasar el comentario si pedirle que nos hablara un poco más de este aspecto. “Mucha gente, de mi entorno al menos, asocia coworking a gente joven que acaba de salir de la universidad: la idea que tienen en la cabeza es el de un espacio para gente de veintipocos años que están montando una startup de base tecnológica. Esto se aleja bastante de la realidad de nuestro coworking: gente de 35 a 45 con experiencia profesional previa, que se encuentra en un momento de su vida que por motivos personales o profesionales tiene que empezar algo nuevo.”
Susana nos cuenta que “es un público un poco más exigente: tiene más claro lo que busca, quieren un sitio que se adapte más a sus necesidades”. Y además en su caso sus miembros son en un 70% mujeres. La explicación a esto, para alguien que haya visitado el espacio y conozca a Susana y a Carmen está muy clara: Origen es un espacio cuidado y se nota la mano de Susana en él. La combinación de diseño cuidado y el carácter de sus gestoras hace que funcione muy bien con el público femenino a la vez que agrada a los hombres.
Siempre preguntamos a las personas que entrevistamos que es aquello que nadie les ha preguntado sobre coworking. ¿Qué es aquello que menos me gusta en coworking? Nos dice Susana y la respuesta son las interrupciones. Es cierto lo que nos comenta: ser gestor puede ser muy improductivo si no desarrollas estrategias que equilibren tu atención a la comunidad con aquello que es importante que hagas. Cada gestor tiene sus estrategias dependiendo de su estilo y personalidad pero se hace imprescindible encontrar este equilibrio para poder trabajar de manera efectiva y evitar entrar en diversos bucles y pasarte 30 minutos comentando el fin de semana. Como todo el equilibrio es cuestión de matices pero nos encanta que Susana se preocupe por estas cosas porque eso significa que el espíritu del coworking sigue vivo y goza de buena salud.
Cobot ayuda a espacios de coworking alrededor del mundo a gestionar su negocio. Nos encanta conocer y compartir sus historias. ¿Estás operando un espacio o gestionando una comunidad de coworking? Contacta con nosotros mandando un mail a communication@cobot.me para compartir tu punto de vista con nuestro equipo y ¡publicarla en el blog de Cobot!
Nuestro equipo estará en la próxima Coworking Spain Conference en Alicante y en la Coworking Academy los próximos 24, 25 y 26 de Abril y estaremos encantados de encontrarnos con vosotros y oír vuestras historias sobre coworking.