Mi experiencia en Codeable

Algunos paradigmas nos detienen y no nos dejan avanzar. Quiero contarles como los fui desafiando para seguir creciendo.

Estudié en la Universidad Nacional del Centro del Perú de Huancayo. Terminé mi carrera un poco confundida ya que Ingeniería de Sistemas tiene ramas muy diversas y estando en provincia la información era muy escasa. Lo que sí sabía es que con mi carrera quería estar al servicio de la sociedad.

Gracias a personas que confiaron en mí, tuve la oportunidad de ser analista de calidad de software en Lima. Me gustaba mucho mi trabajo pero me daba cuenta que me faltaba algo: detrás del software que yo revisaba entraba mi curiosidad de yo misma poder crearlo. Pero siempre venían a mi mente paradigmas como que “la programación es para hombres”. Sin embargo, mi curiosidad crecía y fue más fuerte que mis prejuicios, llevándome a tomar cursos de automatización que luego llevaron a que empiece a buscar formas para aprender a crear productos de software.

Justo en ese momento apareció Codeable y vino a mi mente “ya es muy tarde para volver a empezar”, pero quise darme la oportunidad. Entendí el riesgo de renunciar a mi trabajo pero el hecho de que inviertan en mi me convenció de que yo podía no solo lograr mi meta, sino también romper con esas ideas preconcebidas que me habían paralizado.

“Es importante las habilidades técnicas? Sí pero …”

En el bootcamp aprendí muchas cosas como habilidades técnicas pero lo que más rescato es que aprendí a aprender. Cuando inicié mi carrera, yo buscaba que alguien esté a mi costado de guía pero hoy día es clave poder encontrar las soluciones de manera independiente. Y además, el mundo de la tecnología avanza demasiado rápido, la única forma de mantenerte al día es si tienes la habilidad de aprender a aprender.

Este camino no acaba para mi, recién empieza. Luego del programa logré conseguir un trabajo en el gobierno y me siento feliz con lo que hago. Estoy utilizando los conocimientos que aprendí para mejorar los servicios para los ciudadanos en el Perú. Esta es parte de mi experiencia y me gustaría que más mujeres de las regiones se animen a romper los paradigmas y arriesgarse en este camino. No solo podemos soñar en trabajar para cualquier empresa de tecnología, estoy segura que lo podemos lograr. Yo estoy en ese camino y espero que más me acompañen.