Guía para una mejor toma de decisiones.

Myrna Isabel Muñoz
CodersLink Talent
Published in
3 min readOct 17, 2018

La toma de decisiones es un proceso que puede ser tardado y cansado. Sabemos que no es fácil, es por eso que formamos una guía rápida para una mejor toma de decisiones.

Ten en cuenta la meta.

¿Qué buscas lograr con esa decisión? Recuerda que cada decisión que tomes te lleva un paso más cerca o lejos de tu meta. Ya sea una meta personal o laboral, ten en cuenta cómo va a afectar esa decisión a tu meta, así será menos probable que te desvíes y ayudará a que tus decisiones sean más claras.

Recuerda: calidad, no cantidad.

En cuanto a información se trata, siempre queremos tener la mayor cantidad posible, pero no siempre es necesaria y puede hacer que pierdas tiempo y energía.

Es indispensable que tengas las información correcta, empezando por definir a fondo el problema a resolver, dejar todo sobre la mesa te ayudará a ver las cosas con más claridad.

Puedes empezar haciéndote tres preguntas muy importantes: ¿Por qué? ¿Cómo? y ¿Qué?. Haz una lista de los datos más importantes que debes de tener siempre en cuenta durante esta toma de decisiones. Con esa información en mente puedes empezar a girar el hámster de tu cabeza.

Replantea soluciones del pasado.

Que no haya funcionado en el pasado no quiere decir que sea inútil. Recuerda que el contexto de cada decisión es diferente y lo que no funcionó anteriormente, puede serte útil ahora. Así que piensa en situaciones similares y las decisiones que tomaste, piensa si ahora son útiles.

Piensa en los resultados posibles.

Es imposible predecir cómo resultará la decisión que tomes, por eso es mejor que pienses en tres diferentes escenarios. Uno en el que tus resultados sean menores a los que esperabas, otro donde sean medianamente cerca de lo esperado y por último un escenario donde se exceda a lo esperado.

Esto te permitirá estar preparado para cualquier resultado y que no te agarre desprevenido. Ahora puedes hacer ajustes si lo consideras necesario.

Busca los peros.

Es importante tratar de permanecer lo más objetivos posibles ante cualquier toma de decisión. Es por eso que debes considerar la contraparte de tus pensamientos, trata de ponerte en los zapatos de alguien que piense lo contrario a ti y haz una lista de ambos puntos de vista y compáralas. Así podrás ver las posibles fallas de tu plan o decisión y hacer las modificaciones necesarias para mejorar.

Dale importancia a tus emociones.

Dicen por ahí que no hay que hacer decisiones permanentes basadas en emociones temporales y es algo muy cierto. Para permanecer lo más objetivo posible durante tu toma de decisiones es importante que sepas reconocer tus emociones.

No quiere decir que no puedas tener emoción alguna durante el proceso, pero reconocerlas te ayudará a que estas no afecten. Por ejemplo si estás enojado y lo identificas, puedes calmarte y entonces continuar, así evitarás poner en compromiso la decisión que tomes.

No te claves.

Girar y rebotar muchas veces una idea solamente te va a retrasar. No hay planes o decisiones perfectos. Si ya hiciste todo lo anterior, te informaste sobre la decisión, pensaste a futuro y te adaptaste a la meta; entonces, como dirían las abuelitas,¡A darle que es mole de olla!

Esperamos que con estos puntos a considerar, tu próxima toma de decisiones sea más rápida y menos tediosa. Si tienes otros tips háznoslos saber.

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