Hoy se cumple un año del sismo que azotó México y levantó a los Millennials

Diana L. Castillo
ColaborativoNET
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3 min readSep 19, 2018

El soldado sacó a Sara Sofía y la gente aplaudió porque pensaban que estaba viva…”

“Los rescatistas nipones guardaron silencio e hicieron una reverencia al cuerpo de una jovencita de 19 años que habían intentado rescatar durante varias horas.”

Ha pasado ya un año, desde los sismos que azotaron el país, el día que se escucharon clamores de desesperación, de miedo y de desánimo. Ya ha pasado un año que no se escucha el ruido ensordecedor del silencio, cuando hay puños en alto.

Puños en alto

Cruces eran levantadas en el memorial de Chimalpopoca, en donde nunca hubo listas de trabajadores, víctimas o cuerpos; donde nunca se alzaron voces conocidas, porque se dice que ahí sólo hubo costureras inmigrantes que trabajan en precarias condiciones.

Entre tantas y tan pocas, se despidieron a víctimas con flores, ropa, carteles, cruces que indicaban que “Tu nombre es el mío” y sobre todo, se hacía la pronunciación de que “nuestro cuerpo no es desecho”.

Hoy a un año del desastre los cuerpos no tienen nombre, ni se sabe en qué condiciones se encontraban estas mujeres; hoy a un año del desastre, el lote donde ocurrió es ahora parte de un estacionamiento.

chimalpopoca

Pónganse sus cascos, sus guantes y hagamos cadena humana

Millenials, -que representan a más de la mitad de la población mexicana- acudieron sin pensarlo, con víveres –y smartphone– en manos, a ayudar a la gente; a callar voces que los tildaban de improductivos y de quejosos de sillón.

Hoy hace un año los millennials decidieron levantar al país, por una vez no le dejaron tal tarea sólo al Gobierno, esa vez fueron ellos, quienes vigilaron, trasladaron y aportaron; esa vez fueron ellos quienes rebasaron toda medida y toda expectativa.

Esa vez se reconocieron todos como parte de una unidad, esa vez entonaron juntos el mismo himno, esa vez se unieron sin importar la edad, los estratos y el color de la piel.

FOTO: EFE

Este 19 de septiembre, el país está de luto. Pero aunque nos vestimos de negro para no olvidar a las víctimas de tal impacto, nos levantamos para deconstruir a México, para tomar en nuestras manos el futuro del país; porque esa vez no hubo discurso del “malo por naturaleza”, porque esa vez ya no quisimos shows políticos, ni maromas con discursos, ni beligerantes líneas editoriales, esa vez sólo hubo manos mexicanas, colombianas, argentinas, canadienses, alemanas… esa vez sólo hubo manos, con el puño en alto.

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Diana L. Castillo
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Estudiosa de la comunicación, del presentismo, de la cultura light; Especialista en Estudios Culturales y Creación de contenido.