Identificando barreras que tiene la innovación en Colombia

Este es mi segundo escrito y continuo con mi objetivo que es a través de ellos, compartir mis experiencias y aprendizajes en mi trabajo con Project Colombia, agencia de innovación de la cual soy co-fundadora.

Siempre he creido que el poder del conocimiento esta en compartirlo con los demás.

En esta ocasión, quiero hablarles sobre algunas barreras que he identificado al momento de compartir temas de innovación, con diferentes empresas en Colombia.

Muchas empresas privadas y entidades del sector público en Colombia, tienen en su mente que así como están haciendo las cosas van bien y que no tiene ningún sentido cambiar después de tanto tiempo de estar haciendo lo mismo. Normalmente se cuestionan ¿Por qué cambiar ahora, sí así como vamos estamos bien?

El estar bien no sólo significa crecer a los ritmos de siempre. Significa, tener la disposición y capacidad, de reinventarse para poder mantenerse vigente y ser competitivo en el mercado, el cual cada día es mucho más complejo y exigente. Esto se debe, a que el consumidor de hoy está mucho más informado y a la transformación de las formas de consumo en esta era digital.

Este tipo de mentalidades, son las que hacen que el hablar de innovación, sea un gran reto y a su vez, obstaculiza el proceso de desarrollo y evolución de las empresas para así, contribuir al desarrollo económico y social de nuestro país.

Colombia es un país referente a nivel regional en temas de innovación y emprendimiento, de hecho, somos la sede de la 4ta Revolución Industrial en Latinoamérica.

Todo esto es muy bueno para nuestro país pero, necesitamos trabajar más en atraer a las empresas, entidades educativas y demás organizaciones presentes en el país, a descubrir y experimentar el valor agregado que trae la innovación.

El reto está en cambiar esa mentalidad que actualmente existe en un gran número de las empresas y entidades de nuestro país.

Necesitamos, hacerles ver, que innovación también son pequeños cambios que generan un gran impacto en la forma en que trabajamos día a día. No tiene que ser necesariamente proyectos tecnológicos de gran inversión, para decir que una empresa está innovando.

Cada empresa tiene su propia definición de innovación. Lo que para una empresa es innovar, no tiene que ser innovación para todas las demás. Todas llevan procesos y tiene necesidades diferentes.

Esta definición, se determina, acorde a los procesos, necesidades y realidades que cada una de las empresa está viviendo en diferentes periodos de su vida. Por ejemplo, lo que una empresa hizo hace 5 años, puede ser una innovación para una empresa que hasta ahora ha identificado dicha necesidad y está implementando una solución para ello.

Para poder eliminar la barrera de la mentalidad y cultura en las empresas, debemos empezar a poner en contacto a los trabajadores con estos temas. Debemos empoderarlos y hacerlos sentir parte importante de esta transformación. Sacarlos de su zona de confort y ampliar su zona de aprendizaje en temas de innovación. Que este tema no les sea ajeno y además, que no lo consideren un riesgo para su estabilidad laboral.

Muchas veces las personas, son renuentes a algo, sólo por la falta de conocimiento del mismo.

Debemos motivar a nuestros equipos de trabajo, para que dejen de ser conformistas y cada día que vayan a trabajar, tengan claro su propósito del día. Este tipo de cosas, el trabajar de manera colaborativa, ágil y eficiente, se puede lograr a través, de la implementación de metodologías de innovación. El conocimiento empodera.

Por otro lado, el tema de mentalidad y cultura, no sólo se da a nivel interno en las empresas, es algo muy presente en el mercado. Las empresas aún son muy renuentes al poder de la colaboración.

Siguen fieles a la creencia de que la información secreta es poder, a que si comparten sus ideas, se las robarán, siguen con el miedo constante de que otra empresa será mejor que ellos. No se dan cuenta, que la clave para ser grandes, es colaborar. Aprender de todos.

Esto no significa que las empresas deban realizar alianzas no estratégicas. Significa que algunas veces es mejor tener aliados y no enemigos en el mercado.

En Colombia, a diferencia de otros países, compartir un contacto importante, es algo muy difícil. Queremos que nuestros contactos sea sólo nuestros, pensamos que si conectamos personas, podemos perder y quedarnos fuera de negocios importantes.

En los negocios una de las cosas más valiosas, es la creación de redes de contactos (networking). Se puede tener la mejor idea pero si no se tienen los contactos para impulsarla, es como si no existiera.

Adicionalmente, las redes nos aportan personas que pueden apoyar procesos de co-creación de valor, para ofrecer experiencias memorables a nuestros clientes.

Otra de las barreras para lograr que las empresas realicen procesos de innovación, es que ven la innovación como un gasto, mas no como una inversión. Debido a esto, no están dispuesto a tomar riesgos. Quieren resultados seguros. La innovación en sí es un riesgo, por ende no podemos innovar sin arriesgar. A mayor riesgo, la rentabilidad de la inversión será mayor.

No podemos garantizar resultados porque todo proceso de innovación, es un proceso de iteración, de prueba y error constante.

El cambiar este mindset en las empresas, es todo un proceso de “evangelización” de la innovación. La innovación es un riesgo que todos como empresas, personas, debemos y necesitamos tomar. Debemos ser flexibles y adaptarnos a los cambios.

Lo positivo de todo esto, es que las empresas en Colombia, poco a poco están empezando a creer en el poder de la innovación y la colaboración, como herramientas claves para transformar vidas y generar desarrollo en nuestro país.