La angustia adolescente y el primer amor: Blue is the Warmest Color

Christian Orellana
Comiqueando
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3 min readFeb 23, 2015
Arte interior de Blue is the Warmest Color, por Julie Maroh

¿Has leído el diario de vida de otra persona?

Es una de esas cosas que nos permiten conectarnos con alguien. Al leer un diario, sobre todo si está bien escrito, nos metemos dentro de la cabeza de quien lo escribe, y compartimos sus experiencias, sentimos sus emociones. Miramos su vida a través de sus ojos.

No es sorpresa entonces que los diarios de vida sean tan famosos. Como el de Ana Frank, por ejemplo.

La historia en Blue is the Warmest Color comienza cuando Emma recibe los diarios de vida de Clementine tras su muerte. En sus diarios, Clementine narra su relación con Emma desde la primera vez que la vio en la calle, caminando junto a otra mujer. Clementine era apenas una adolescente.

A partir de ahí, la creadora Julie Maroh nos muestra cómo la relación de estas mujeres evoluciona y madura, al mismo tiempo que la misma Clementine pasa de ser una quinceañera a ser una mujer. Toda la angustia y el drama adolescente, los repentinos cambios de humor, el despertar sexual, todas esas experiencias juveniles son retratadas aquí con honestidad y realismo, quizás porque la autora misma era muy joven cuando comenzó el proyecto –tenía apenas 19 años.

El arte de Maroh no es de mis favoritos, pero es académico. Sus personajes todos tienen ojos grandes y a veces me costaba identificar unos de otros. No es el dibujo, sino el color del libro lo que más me llama la atención: todo es gris durante la primera mitad del libro, excepto por los tonos azules que llaman siempre la atención de Clementine, incluido el pelo azul de Emma cuando la conoce por primera vez. Y cuando Clementine finalmente cruza el umbral que muchos jóvenes gay temen cruzar: el del clóset, repentinamente el color llena las páginas. Color que se va agotando lentamente a medida que la historia alcanza su final.

La historia no tiene grandes giros, no es sensacional ni grandilocuente. Es sencilla, honesta, cercana. No tienes que ser gay para entender a Clementine; basta con haber sido un adolescente para compartir sus experiencias.

Tal vez como la vida misma, aunque un poco desconcertante en el libro, Maroh parece mostrar sucesos importantes en la vida de Clementine bastante rápido, para luego dedicar varias páginas a la angustia de Clementine. Esta desproporción hace que el ritmo de la historia sea algo irregular.

Originalmente publicada en Francés, leí la versión en inglés de Arsenal Pulp Press en Scribd. Sospecho que algunas cosas se pueden haber perdido en la traducción, y habían errores gramaticales en varios de los textos, lo que hace un poco difícil disfrutar de la obra. La historia usa de fondo la Francia de principios de siglo, y hay detalles que probablemente alguien con más conocimiento de la situación socio-política de ese país podría disfrutar más que yo.

Conocemos el destino de Clementine desde las primeras páginas del libro, así que no es sorpresa que el final es un poco triste. El tema central de Blue is the Warmest Color es el primer amor, el amor juvenil, que crece y se convierte en amor eterno entre dos mujeres.

Sólo ten tus pañuelos desechables a mano cuando decidas leer esta obra.

Originalmente publicado en www.hijos-del-atomo.com el 23 de febrero del 2015.

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Christian Orellana
Comiqueando

Former Editor @ Hijos del Átomo. Chilean living in the USA, comic book lover, gay-married, geek, and proud.