Cómo ser nómada digital incluso trabajando para una empresa

Iván Coronado
Z1 Digital Studio
Published in
6 min readMar 21, 2018

Cada vez hay más empresas que han descubierto las ventajas de permitir que sus trabajadores no fichen a diario en una oficina física. Esto es lo que he aprendido trabajando como digital nomad durante casi dos años en Commite Inc.

En WeWork Embarcadero (SF) / Foto: Clarisa Guerra

Ser nómada digital consiste en vivir sin un hogar fijo gracias a la tecnología. En pleno siglo XXI esto no supone ningún secreto: El planeta está cada vez más interconectado, disponemos de internet de alta velocidad, aerolíneas low cost y airbnbs en casi cualquier lugar, lo que favorece que puedas moverte por el mundo al mismo tiempo que desarrollas tu trabajo. Un sueño para muchos que sin embargo es cada vez más accesible de lo que parece, sobre todo si tu perfil profesional se engloba dentro de una de las siguientes categorías:

  • Freelances: Trabajar por cuenta propia realizando proyectos puntuales para ciertos clientes. Programadores y diseñadores son los perfiles más comunes, aunque cada vez el espectro se amplía más: redactores, grow hackers o influencers entrarían en esta categoría.
  • Emprendedores: Montar tu propia empresa, blog, producto o servicio y dedicarte a monetizarlo. En lugar de buscar trabajos puntuales te dedicarías a buscar clientes para hacer crecer tu negocio.
  • Trabajadores remotos: Desempeñar tus tareas como asalariado para empresas que han descubierto las ventajas de permitir que sus trabajadores no estén obligados a ir a la oficina a diario.

Aunque parezcan una rara avis cada vez hay más empresas que se suman a esta tendencia ¡incluso en España! Commite Inc., donde soy Front-end developer, sería un ejemplo de ellas. En poco más de un año he pasado más de seis meses viajando y trabajando en distintos lugares: Londres, Portsmouth, Edimburgo, Praga, Munich o Toulouse en Europa, Silicon Valley y Nueva York en EEUU, Hanoi, Hue, Saigon o Siem Reap en el Sudeste asiático y Santiago de Chile en América Latina, desde donde escribo estas líneas. Así que por experiencia propia vamos a centrarnos en cómo trabajar como nómada digital siendo programador para una empresa con sus horarios, responsabilidades y entregas, en algunos casos semanales.

Si la empresa está acostumbrada a tener trabajadores en remoto y confía en ti, te permitirá escapar una temporada. Mientras cumplas con tus entregas y responsabilidades lo mismo le dará que trabajes desde tu casa o desde otro país. Eso sí, como dice nuestro compañero Juan Pablo López, que ha pasado temporadas trabajando desde Japón, China y México, lo mejor para ser digital nomad es que tus tareas estén lo más definidas posibles para evitar dudas que te bloqueen durante 7 u 8 horas debido al desfase horario. Así que antes de lanzarte a la aventura deberías preguntarte a ti mismo si estás preparado, ya que trabajar de esta manera requiere un alto grado de compromiso, autonomía, contar con bastante fuerza de voluntad y apreciar mucho lo que haces para no distraerte a la primera de cambio. No queremos que esta libertad tan extrema que se nos ofrece se convierta al final en una esclavitud por no haber reflexionado lo suficiente antes de irnos.

Teniendo esto claro no dejes que otros miedos te frenen: ¡Vamos a organizar nuestro primer viaje como digital nomads!

  1. Elige destino teniendo en cuenta la diferencia horaria. Cuando no tienes que rendir cuentas a ningún organigrama eres libre de irte a cualquier lugar del mundo, pero en nuestro caso tenemos que coincidir en el tiempo con nuestros compañeros, así que lo ideal es que no haya mucho desfase horario para poder charlar con ellos al menos un rato. A partir de seis horas de diferencia considero que puede empezar a ser complicado compaginar tu vida con la de tu empresa, aunque realmente esto dependerá de cada persona y su capacidad para adaptar su ciclo de sueño a un horario fuera de lo común. Lo importante es que lo tengas en cuenta para organizarte de la mejor manera posible y que nadie note que faltes. Y por supuesto aunque sea una obviedad: piensa en la conexión a internet. Por ejemplo si te vas a China o determinados países árabes puedes tener problemas para acceder a según qué redes y tienes que saber cómo conectarte a una RPV.
  2. Busca un alojamiento y un sitio para trabajar. Las opciones son múltiples: hoteles, hostales, airbnb… o el sofá de tu amigo. Lo único que tienes que tener en cuenta es que vas a necesitar una buena conexión a internet y al menos una mesa donde poder trabajar. Otra opción es quedarte en cualquier sitio pero buscar un coworking donde desarrollar tu jornada laboral. Esto suele ser una ventaja para freelances o emprendedores ya que son un buen sitio para hacer contactos y quizás conseguir alguna colaboración o venta interesante. En nuestro caso no tenemos necesidad de buscar más trabajo pero si viajamos solos puede ser un buen lugar donde conocer gente. Ten en cuenta los precios y si alguno se ajusta a tu presupuesto puede ser una buena opción. Eso sí, ten en cuenta los horarios: si estás en Tailandia, un destino muy de moda entre los digital nomads, y tus clientes son europeos como los de la mayoría que comparten espacio de trabajo, es probable que el coworking esté hasta arriba por las tardes y no encuentres sitio o sea un poco agobiante. Tampoco te recomendaría una cafetería con internet para desempeñar tu jornada laboral, suelen estar bastante concurridas, ser ruidosas y resulta difícil concentrarte si el camarero te pregunta si quieres otro café cada 20 minutos.
  3. Fíjate bien en el horario de los vuelos. A la hora de viajar a destinos cercanos yo suelo hacerlo entre semana y por la tarde/noche. Da la casualidad que es cuando los billetes son más baratos (normalmente el último vuelo del martes). Para destinos intercontinentales suelo elegir fines de semana, normalmente viernes o sábado, así me ahorro el tener que pedir días de vacaciones.
  4. Deja que tu equipaje abrace el minimalismo. Lo mejor es viajar bastante ligero: ropa justa para nueve días y lo necesario para trabajar. Cualquier ordenador potente que no pese mucho, ni se caliente o haga demasiado ruido serviría. No quiero hacer publicidad pero os recomendaría mi amado MacBookPro de 15’’. A mi me resulta muy útil estar acostumbrado a trabajar sin segunda pantalla ni ratón, puede parecer una locura pero entre el touchpad y los multi escritorios es bastante cómodo y te alegras cuando puedes trabajar fácilmente desde cualquier sitio donde quepa simplemente tu portátil.
  5. ¿Sólo o acompañado? Personalmente soy mucho más productivo cuando viajo solo porque tengo menos distracciones.Viajar sin amigos te obliga a conocer gente y a experimentar, aunque a veces te puede inundar una sensación de soledad. En ese caso conviene recordar que estar fuera no es una obligación y que siempre puedes volver a tu oficina cuando quieras ver a tu familia y amigos. Si eres especialmente introvertido o tímido, viajar con alguien te facilitará mucho las cosas y te ayudará a compartir gastos. ¡Todo tiene sus pros y sus contras!.
  6. ¡No estamos de vacaciones!. Cuando llegues a tu destino lo primero sería no fliparse más de la cuenta y tener presente que todo es exótico pero que tienes que trabajar. Así que aunque acabes de aterrizar y estés deseando perderte por los templos de Bangkok o las calles de Sao Paulo, vas a tener que cumplir con tus obligaciones y postergar las visitas para cuando termines tu jornada o para el fin de semana (recuerda lo que comentamos al principio de la fuerza de voluntad, el compromiso y todo eso). Pero antes de que la dura realidad de pensar que no estás de vacaciones te desanime, reflexiona sobre que eso mismo es también una ventaja: No tienes que hacerte todas las fotos en dos días, puedes visitar tu destino de forma pausada, quedarte semanas o meses en la misma ciudad y disfrutar sin presiones. Para mí de hecho esta es una de las claves, ya que si cambias mucho de destino vas a sumarte un estrés extra al planificar constantemente donde te vas, donde quedarte, buscar una buena conexión a internet o qué vas a ver que puede desvirtuar la experiencia. Recuerda que ser digital nomad no significa huir siempre hacia el siguiente destino, sino disfrutar del camino. Cuando tengas días frustrantes (como todos los trabajadores los tenemos) puedes compensar cenando en alguna pizzería de Trastevere o en un puestecillo callejero en una calle de Hanoi.

Si después de leer todo esto no te has desanimado ¡ya estás preparado para empezar a disfrutar de este estilo de vida como trabajador asalariado y digital nomad!

Vivir este último año en Commite Inc. como digital nomad me ha servido para no saturarme tanto con el trabajo y tener el control de mi tiempo de una manera efectiva: poder viajar de forma más económica y menos estresante, hasta el punto de no necesitar casi días libres para visitar otros países y poder emplear mis vacaciones simplemente en descansar o desconectar.

Llegados a este punto: ¿Os gustaría probar este estilo de vida?¿Creéis que vuestra empresa os apoyaría? Si queréis contactar conmigo para resolver alguna duda o ver por donde ando trabajando os dejo mi instagram: https://www.instagram.com/dividivan/

--

--

Iván Coronado
Z1 Digital Studio

Lab Lead at @z1digitalstudio Bootstrapping Products en https://www.twitch.tv/ivanmaking / Teams Managment / Remote / Clean code / JS — React / AR / Esports