El futuro del trabajo ¿La automatización creará y/o destruirá más empleos? — Parte 1
Esta pregunta es una de la más polémicas, debatibles e interesantes de este tema. Ya que es una de las que más miedo siembra en todos nosotros, ¿Los robots nos van a quitar nuestro trabajo? La respuesta no está escrita en piedra por el momento. Actualmente, usando los datos históricos como base, ésta sería: No, la automatización no nos quitará el empleo. Si la pregunta fuera ¿La automatización destruirá empleos? La respuesta sería: Sí, sí va a hacer que ciertos empleos desaparezcan o se transformen en su totalidad.
Durante la primera revolución industrial, en el Reino Unido, las máquinas de hilar y tejer reemplazaron la labor de los artesanos. Esto generó destrucción de millones de empleos y provocó la aparición del ludismo, un movimiento de protesta que pretendía la destrucción de las máquinas.
En EEUU, la naciente automatización de la agricultura (durante los siglos XIX y XX) también acabó con muchos puestos de trabajo. El porcentaje de gente que trabajaba en agricultura cayó de 60% de la población a menos del 5% en 1970 y a 2% a principios del siglo XXI. Se pasó de 12.000.000 agricultores a solo 700.000. Esto también sucedió en Latinoamérica, solamente en Brasil, el porcentaje de agricultores se redujo en un 65% entre 1980 y 2015.
Siendo ésta una de las industrias más importantes de muchas economías y además, sabiendo que era una de las que mayor cantidad de personas empleaba en varios países, estos cambios parecerían ser catastróficos. ¿Y lo fueron? Realmente no, el mundo no colapsó. Al contrario, el estándar de vida promedio del ser humano aumentó.
En todas las revoluciones industriales que hemos tenido el empleo no ha disminuido. Al contrario, el mercado laboral se ha transformado. La automatización, el despliegue, consolidación y surgimiento de nuevas tecnologías ha impulsado el crecimiento económico, incrementado la productividad y facilitando la vida de millones de personas en distintos campos.
Un debate entre pesimistas y optimistas
Encontraremos datos que soportan la conclusión previa y otros que la contradicen. En este debate existen generalmente dos tipos de personas, los tecno-optimistas y los tecno-pesismistas.
Los tecno-pesismistas son aquellos que piensan que “De eso tan bueno no dan tanto” como decimos en Colombia, aquellos que creen que la tecnología no solo viene cargada de bonanza para todos nosotros, y no es la panacea que va a convertir el mundo en un lugar maravilloso. Los tecno-escépticos, como también se le conocen, creen que se avecina un mundo desempleo. Su argumento es que ya no es válida la premisa de que la tecnología ha creado más trabajo de los que ha destruido. Porque, según ellos, “Por primera vez, la tecnología crece más rápido que el empleo”.
Actualmente, el avance tecnológico es mucho más acelerado, en todo su esplendor estamos viendo funcionar la Ley de Moore, la cual dice que: “La capacidad de los computadores aumenta un 100% cada 18 meses”. Hoy en día algunos expertos dicen que esta ley ya es obsoleta, pero incluso, Intel ha afirmado que seguirá vigente hasta el 2023, es decir, que en solo 3 años la capacidad de nuestros dispositivos aumentará más de un 400%. Eso quiere decir que nos estamos quedando cortos de tiempo para asimilar las tecnologías, encontrar todas sus aplicaciones y generar nuevos empleos.
Las empresas están empleando menos personas
Según los tecno-pesimistas, cada día que pasa estaremos más en desventaja con la tecnología y no tendremos la capacidad de crear al menos la misma cantidad de empleos que los ocupados por la automatización. Esto lo podemos observar en la historia reciente de grandes compañías: AT&T, en 1964 era considerada una de las marcas de mayor valor de EEUU y empleaba aproximadamente a 758.000 personas. Al 2018, Google empleaba a 75.000. Solo el 10% de personas que empleaba AT&T. Blockbuster, el gigante del entretenimiento audiovisual, en su epoca de gloria por el año 2004 tenía 60.000 empleados. Hoy, su verdugo, esta plataforma que nos encanta usar para maratonear en una nochecita de lluvia, es decir Netflix, tiene 3.500 empleados directos. Y comenzó a destronar a blockbuster con solo 30.
Como estos hay más casos en los que aparentemente la cantidad de empleos está disminuyendo. Lo cual nos hace pensar que realmente los tecno-escepticos pueden tener razón. Sin embargo, este lienzo no solo está pintado de colores opacos. La paleta de colores es variada, hay unos más brillantes, defendidos por los tecno-optimistas.
La realidad del futuro del empleo desde una mirada optimista.
Según éste grupo, el futuro realmente será mucho más próspero gracias a la automatización, creen fielmente que todavía la tecnología sigue creando más puestos que los que destruye.
Así cómo la historia tiene casos a favor de los tecno-pesimistas, también hay evidencias de que la automatización no es el enemigo de los empleos:
- La máquinas de impresión y los automóviles en el siglo XIX generaron más empleos.
- Los cajeros automáticos que proliferaron a finales del siglo XX, realmente no aniquilaron los empleos bancarios. Sólo los transformaron. Los empleados que hacían de cajeros pasaron de recibir y entregar dinero a trabajar en la fuerza comercial, o trabajar como analistas de información u otro campo que la demanda creciente necesitara.
- Amazon compró más robots pero contrató a más gente. En el 2016 el gigante del comercio electrónico aumentó su flota de robots en un 50%, pasó de 30.000 a 45.000. Sin embargo, también aumentó en un 50% la contratación de personal y anunció que en los siguientes años crearía hasta 100.000 nuevos puestos de trabajo.
¿A quién creerle?
Es un gran debate con argumentos a favor y en contra, pero la verdad es que no sabemos cuál de estos grupos tenga la razón y no lo sabremos hasta en unos años. Lo que es claro, es que habrá una revolución laboral inevitable, y de cierta forma ya la estamos viviendo.
Actualmente, en este primer semestre del 2020, estamos experimentando una crisis sanitaria inédita para muchos, la cual generará unos desafíos económicos y sociales gigantes. Incluso, si hay trabajos que se están perdiendo o se perderán próximamente no es a causa del desarrollo tecnológico, actualmente el desempleo es una realidad y se incrementará mucho más por el coronavirus. Esta coyuntura generará una recesión económica sin precedentes que está afectando las cifras de empleo a nivel global. Habrá despidos masivos, congelamientos de contratos, recorte salariales. Es una realidad, no es especulación. Esto va a acelerar mucho más la revolución laboral que se proyectaba a causa de la automatización. El covid19 está impulsando la transformación digital en muchos ámbitos de nuestra sociedad, como el trabajo, la educación y la interacción social
Por ello, los invito a ser conscientes y realistas con respecto al panorama, conocer acerca de los diferentes escenarios que el futuro nos pueda presentar y entender que habrá una inevitable revolución laboral, por lo cual es importante estar informado y preparado para ser parte de ella.
¿Cuáles entonces serán esos empleos que desaparecerán y se crearán? ¿Cuáles son esos escenarios futuristas donde el trabajo crecerá? ¿Cómo afrontar la transición laboral que se avecina? En próximos post estaré compartiendo más información e ideas sobre estos interrogantes.
Los invito a leer la Parte 2, conocerán un poco acerca del poder de la automatización y el nivel de riesgo de ciertos empleos a desaparecer. → El futuro del trabajo ¿Mi empleo está en riesgo de ser automatizado? — Parte 2
