El mundo cambia, las tecnologías cambian, los perfiles también cambian y nos desafía a adaptarnos a la nueva era digital…Reflexiones desde una perspectiva de Reclutamiento y Selección en el mundo TI.
Escribo con el objetivo de compartir con ustedes algunas reflexiones por las que he pasado en los últimos meses en cuanto a cómo seleccionar al mejor talento en el marco de la Transformación Digital, buscando siempre empatizar con los candidatos como también con los clientes internos que necesitan incorporar nuevos y buenos perfiles en sus equipos de trabajo.
En los últimos años, los procesos de reclutamiento y selección se han visto altamente desafiados por candidatos cada vez más seguros y exigentes. Se han dejado atrás (con justa razón) los procesos unidireccionales en que las compañías eran las únicas que “elegían”, pasando a transformarse en un proceso bidireccional, en el cual tanto empresa como postulante deben “seleccionarse” mutuamente. Para ello, las empresas, a través de sus equipos de Marketing y de Reclutamiento y Selección, han tenido que concebir al candidato como un espectador a quién debemos “cautivar” para que activamente se interese por nosotros, lo que implica darle a conocer de manera activa lo que hacemos, la cultura organizacional y la forma de trabajar de la compañía.
Ya no basta con levantar un perfil específico, publicar un aviso y esperar a que postule un buen candidato, sino que debemos hacer un trabajo a mediano y/o largo plazo en el que, principalmente a través de las Redes Sociales, nos demos a conocer como compañía para atraer a ese mejor talento, que puede estar en búsqueda activa o cómodo en su espacio laboral, pero en constante búsqueda de nuevos desafíos. Debemos transformarnos en el lugar en el que ese candidato ideal, que aún no requerimos ni conocemos, quiera trabajar y buscar una oportunidad para desarrollar su carrera con nosotros no sólo por el hecho de necesitar emplearse, sino que porque realmente se identifique y quiera formar parte de nuestra compañía.
A raíz de lo anterior es que surgen dos preguntas ¿Qué es lo que buscan los candidatos? ¿Qué buscan las empresas en los candidatos? Ambas respuestas no son del todo objetivas, por lo que mi intención es plasmar lo que yo he ido viendo y entendiendo a través de mi experiencia.
Si me piden que señale el “Top 3” de los aspectos más valorados por los nuevos perfiles hoy en día, indicaría que más allá de un rol o una posición específica, he visto que las personas buscan identificarse con la cultura de la empresa, enfrentarse a nuevos desafíos que les permitan crecer profesionalmente y, por último, pero no menos importante; compatibilizar la vida personal con la profesional. Siguiendo con la lógica anterior, es que debiéramos entonces transmitir tales puntos en nuestra propuesta de valor de manera sostenida, a través de la publicación de contenidos, de las iniciativas en las que trabajamos, de los beneficios con los que contamos y la mirada que tiene la empresa para enfrentar su negocio.
Ahora bien, si me preguntan ¿Qué es lo que esperan los candidatos de un proceso de selección?, me atrevería a señalar que buscan participar de un proceso cálido, corto, claro, transparente (en cuanto a etapas, tiempos y status) y justo. Lo que debería poder plasmarse en los anuncios de empleo, pero sin duda, debe ser la base de la comunicación desde el primer contacto que se haga entre el candidato y Recursos Humanos.
Además de lo anterior, hay algunas características que van particularizando a los diferentes perfiles y somos los analistas de reclutamiento y selección quienes tenemos la oportunidad de identificar e ir profundizando candidato a candidato o proceso a proceso en ellas. De esta forma podemos proporcionarle al encargado de contratación información adicional que sea un aporte para entender la evolución de los perfiles, de la cultura y de las rentas de mercado y con ello poder evaluarlos de mejor manera.
En cuanto a la segunda pregunta; ¿Qué buscan las empresas en los candidatos? Respondiendo a la constante transformación de las tecnologías y de la forma en que vivimos y trabajamos, las empresas están requiriendo candidatos/colaboradores, flexibles, con alta capacidad de adaptación al cambio y por sobre todo, capaces de trabajar en equipo diversos como características transversales.
Por otro lado, el reclutamiento y selección no ha quedado ajeno a la transformación digital, ya que podemos ver que se están utilizando diferentes herramientas para automatizar partes del proceso; pruebas técnicas y psicolaborales; filtros curriculares e incluso entrevistas on demand. Esto implicaría que hoy en día nuestro desafío para transformarnos digitalmente sea aún mayor.
Por lo tanto, ¿Cuál es nuestro valor agregado a un proceso que se busca cada vez más automatizar? He llegado a la conclusión y con ello a la invitación a transformar nuestro rol, dejando las tareas más operativas para que la tecnología vaya haciendo lo suyo y nosotros dedicarnos a:
· Cautivar al mejor talento; facilitándoles la información de la empresa que sabemos que valoran.
· Ofrecer una mejor experiencia a los candidatos; poniéndonos en su lugar, escuchando sus necesidades y preocupaciones.
· Adoptar un rol consultivo con nuestros clientes internos; brindándoles esa información mediante las herramientas que tenemos disponibles desde nuestra área, como de lo que podemos recabar en las entrevistas.
Es decir, no quedar ajenos a la transformación digital, sino que seguir en la misma línea y esforzarnos por ofrecer un servicio cada vez más eficiente, justo y cálido para los candidatos, como también ofrecer un espacio de mutuo aprendizaje con los encargados de contratación.
Espero haber facilitado la reflexión a postulantes, analistas de reclutamiento y selección o encargados de contratación. Por mi parte, feliz de recibir sus comentarios y críticas constructivas, independiente de la vereda en que te encuentres 😉.
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