Manifiesto

de las Condesas

Nuestro objetivo no es tan fría y frívolamente material. Nuestro objetivo no es cínica y grotescamente conducido por la falsa cara de la fama artificial. Nuestra aspiración es mucho más divertida, interesante y provocadora que cualquier especulación que vayan a pregonar.

Queremos constatar que lo que la mayoría cree y piensa es falso. Que vivimos una ilusión y la mayoría estamos totalmente sumidos voluntaria y lascivamente dentro de ella.

Que es mentira que busquemos el amor, que es mentira que seamos buenas y encima, obscenamente, nos lo creamos. Que es mentira que hagamos actos solidarios si somos incapaces de compadecernos de nosotras mismas. Que es mentira que las madres somos sacrificadas y piadosas. Somos unas zorras, amargadas, retorcidas, egoístas, envidiosas, capaces de destrozar a nuestras propias crías porque nos hemos sometido voluntaria y sardónicamente a la voluntad de un hombre que ni nos respeta ni nos valora porque precisamente nosotras nos hemos aniquilado en nombre del amor.

No. No queremos lo gratuito. No queremos ser falsas. No más. Ya hemos bebido suficiente. El vaso se ha desbordado…Ya no servimos si no nos desenmascaramos. Ya hemos llegado a la cúpula de la represión atemorizada y temperada…nuestra naturaleza nos impera a obrar, la evolución… Hemos acumulado suficientes experiencias negativas, de generación en generación, de milenio en milenio.

Que quede por escrito. Que se conozca, con la más sincera voz, con las más temblorosa realidad, con el calor de cada furtiva lágrima que se atreva a confesar…¡Que somos malas! Somos egoístas y somos unas cobardes.

Que decimos que somos feministas y valientes y no nos hacemos responsables de nuestro propio bienestar. Que decimos que somos claras y transparentes y luego cuando nos vemos al espejo no osamos mirarnos a los ojos, porque sabemos que en el fondo…no somos dignas de nosotras mismas, porque cuidamos más la manera en que nos ven los demás.

Yo declaro que he vivido y pasado por esto y que, por la presente, voy a mirarme cada mañana a los ojos y me voy a decir a mi misma: “Hoy voy a hacer que me sienta orgullosa de mí”, y me voy a cuidar, y no me voy a reprimir, y me voy a respetar…porque no puedo dar lo que no tengo, y si no tengo amor propio no tengo absolutamente nada.”