El abrazo del AOC Chile 2018

Tomando conciencia de mis juicios y miedos

Rox Muñoz
Conexiones Ágiles
6 min readDec 27, 2018

--

En mi primer Agile Open Camp (AOC) aprendí a sentirme vulnerable y completa en mis carencias. Los ecos de esa magia de febrero de 2017 impactaron en mi vida con la fuerza de un terremoto. El que hoy viva en Chile es sin duda, una de las réplicas del AOC Bariloche. Así que a mí, nadie me tiene que convencer de la magia y el impacto que los AOC tienen en la vida. Aún así, no me postulé para el AOC Chile 2018 a la primera. Al tiro, dicen por acá en Chile.

¿Por qué? La organización del #ÁgilChingón coincidieron con mis problemas de visa y la cantidad de pega (trabajo). Y me acababa de tomar vacaciones. Y la organización del AOC Colombia. Esa era lo que me decía y decía a los demás. ¿Pero era cierto? ¿Qué había además de mi WIP lleno?

Nos vamos el viernes

Trabajo en el equipo de Transformación Digital en Cencosud y otros dos compañeros coaches también iban al AOC. Sin Dani ni Darío no podía dejar a los equipos. ¡Nosotros nos vamos el viernes! Me dijo Vane. ¿Por qué no lo pensé antes! Así le iba a hacer, sólo me perdería unas horas del evento. Me postulé, me eligieron y fui feliz.

Así que el viernes salimos temprano Vane y yo de la pega. Un uber, un bus a Melipilla y taxi al hotel, estábamos en el AOC Chile 2018.

Thomas Wallet nos recibió con una sonrisa y nos explicó algunas cosas básicas, como lo de las tribus. Me puse mi polerón y descansé unos minutos en la habitación.

El hotel es rústico, con cabañas de madera, muchas áreas verdes, perros, gatos y mucha mucha naturaleza. Por las noches, este cielo del sur que de día es de un azul intenso se llenaba de estrellas que veía recostada en una banca de madera. El staff es superamable y la comida de-li-cio-sa (¡y sana!). Así que el ambiente perfecto para vivir la auto-organización en su máxima expresión estaba puesta. Sólo había que sumarle la comunidad.

La comunidad Chileno-AOCiana

A diferencia de mi primer AOC, donde no conocía a nadie, ahora conocía a muchos. No sólo a los monitos: Ettiane, Rob y Thomas, sino también a muchos de los asistentes. He trabajado con algunos y he compartido cervezas con otros. Así que de ahí nacía mi primer prejuicio: ¿Y si esto se convierte en unas vacaciones con los amigos?

Por supuesto, el espacio se convertiría en lo que yo quisiera. Así que esta vez, con la colaboración de organizadores y participantes, se convirtió en un evento concienzajuicios.

Todos los AOC son independientes (en organización y forma) pero alineados a una visión. La independencia no está peleada con la colaboración y el aprendizaje, por lo que aunque sean equipo separados, el aprendizaje se transmite. Heredado del AOC Colombia e inspirado de la comunidad de facilitadores, se crearon las tribus. Este pequeño accionable hizo que la línea entre consumidor y protagonista se diluyera desde el principio, ya que al todos pertenecer a una tribu, teníamos un compromiso hacia los demás.

Las tribus tenían un área de dominio en específico y en la retrospectiva de cada día, se llevaban accionables. Fueron las tribus las que diluyeron el control y se encargaron de cosas que nos faltaban: como café de grano y señalética. Hasta tomaron el control de la agenda y se cambió la dinámica del sábado en la que todos dijimos que queríamos más -¡si más!- conexión. Yo que venía de quedarme horas post-evento aplicando mejoras en el #AgilChingón, vivir el empoderamiento de la gente fue muy emocionante.

Yo elegí la tribu de facilitadores gráficos aka hermoseamiento, donde también estaba la sequísima de Celeste.

Yo en la comunidad Chileno-AOCiana

Mi vida chilena (incluida mi vida ágil) es diferente a mi vida mexicana. Así que más allá de adjetivos, juicios y razones, el hecho es que durante este 2018, no he participado tanto como lo hacía en la comunidad mexicana. Y en el AOC me dí cuenta que la fuente de eso era el miedo. Miedo a no encajar, a no sentir y vivir como lo hago en la comunidad mexicana. Un miedo estúpido porque a donde he ido, la comunidad me ha recibido con calidez. Sin embargo, el miedo estaba ahí, en saber que yo no crecí con ellos, en que no me conocen (ni yo a ellos). Lo reflexioné y es diferente a sólo venir de visita (cosa que hice en el 2015), ya que implica un compromiso de construir todos una comunidad, en soñar cosas chingonas-bacanas.

Y fue en la dinámica de las preguntas donde tomé consciencia de mis miedos.

Preguntas conectoras y descubridoras

Dibujando vaginas en complicidad.

Lo valioso de la consciencia, al menos para mí, es que me tranquiliza. Claro, después hay que hacerse cargo, pero mientras, me sienta bien saberlo y sacarlo de un lugar oculto de mi yo. Así que con esa conciencia revelada, todo el evento fluyó.

Ya he dicho que más que conocimiento técnico / ágil, el conectar y descubrir son elementos que me ocurren en los AOC. Y en esta ocasión, hubo una charla muy especial, el feminismo del goce -propuesta por María Thompson- en la que convivimos varias mujeres (¡y sólo mujeres!).

Fue una sesión íntima, ya que en torno a nuestra sexualidad hablamos, reímos, lloramos y sobre todo, reflexionamos sobre nosotras. De los juicios que arrastramos sobre nuestra sexualidad y la forma en la que la vivimos. De la responsabilidad que tenemos con las siguientes generaciones, para que vivan menos mierda de la que nos tocó.

Me hago cargo de que soy poderosa ❤ Facilitación de Celeste y mía.

Ser sororas es algo que debemos hacer más. El machismo nos afecta a todas y cuando nos hacemos conscientes del mismo, nos sentimos culpables. Por qué no hablé, por qué no dije NO, por qué no me salí antes de esa relación, por qué no dejo que mi cuerpo disfrute como lo que desea. Pero cuando escuchas una hermana que te entiende, en una palabra cariñosa te das cuenta que no tienes que sentirte culpable porque no hiciste nada mal. Nadie como otra mujer que te escucha y te abraza. Gracias a todas ellas por inspirarnos y juntas hacernos cargo de que somos poderosas.

La mañana de mil abrazos

Como ya habrán notado si leyeron hasta acá, el AOC no es un evento ágil parecido a los demás. Y por eso, quizá muchos no encuentren lo que buscan ahí. Pero sin duda, la libertad de co-crear, genera cosas loquísimas, instantáneas que se guardan en un abrazo. Y que con suerte, está el dron de Rob para guardarlo.

El círculo dentro del Circling

El último día del AOC siempre es más relajado y reflexivo. Y en este AOC, de más conexiones. No sólo las que ocurren entre los participantes. También las que ocurren con la naturaleza.

La intensidad de los eventos desde que llegué hasta que abordé el autobús para volver fue en aumento. De comenzar con facilitando gráficamente sobre el camino del Scrum Máster, pasé por conocer y conectar con gente que no conocía, de hacerme consciente de mis juicios y de abrazar y agradecer el momento.

Fotos que varios participantes tomaron

¡Gracias por tanto! ¡Nos vemos el próximo año!

Links de interés

--

--

Rox Muñoz
Conexiones Ágiles

Mi pasión son los equipos que generan grandes productos.