Renaciendo desde las cenizas
Crónica de una Retrospectiva XXL
Una de las ventajas de ser Agile Coach de un equipo grande de desarrollo es que ando de metiche en mucho. Veo más que los demás sólo porque tengo la oportunidad de estar ahí en el momento que sucede algo grande. A veces es un instante, una mirada. A veces una charla en la que se decidió cómo abordar un problema. Estoy ahí, absorbiendo lo que pasa. Cuando me toca, trato de facilitar y hacer preguntas que los haga reflexionar. Trato también de crear un ambiente en el que ellos vean, ¡sientan! lo chingones que son. Que más allá de bugs, problemas, métricas están ellos, las personas que se esfuerzan, sprint tras sprint, y logran construir algo valioso juntos.
Por eso las retrospectivas son un momento importante, que siempre me tomo con seriedad, como lo muestro a continuación.
La última retrospectiva que facilité era muy especial. Hace unos días, en Segundamano.mx cambiamos nuestro look. Pero más allá de colores y logo, este es el comienzo de una plataforma que ayude a la gente a hacer grandes negocios. Hay personas que viven de vender a través de nosotros. Otros, encuentran cosas que les cambian su vida y sobre todo, reusan cosas que aún sirven. Toda la empresa estuvo involucrada y los retos eran diferentes en cada área. (¿Ya vieron los comerciales? me encantaaan)
Este ha sido el reto más grande que he tenido en mi vida profesional. Usando jerga técnica y sin revelar nuestros hermosos y sabios secretos les contaré: tenemos entrega contínua a producción por lo que nuestra capacidad de adaptación es de ligas mayores. Sólo por presumir les diré que hace poco hicimos 50 entregas en una semana sin interrumpir el servicio a nuestros clientes. Nuestra arquitectura y calidad de código es el comienzo para aprovechar las ventajas de adaptarnos al cambio. Ah, y por si fuera poco, ahí sigue el sitio viejo, ayudando a nuestros usuarios que se tardan un poco más a sentirse otra vez como en casa. En palabras llanas, mis Avengers se pusieron al tú por tú con el extraterrestre y lograron vencerlo, siempre con la ayuda e inspiración del área de Producto que dirige nuestro Helitransporte.
Pero como en cualquier pelea, no salimos sin raspones. Y por supuesto, muchas ,¡muchísimas! cosas podrían haberse hecho mejor. No sólo temas técnicos, sino también en eso que se dice fácil y que cuesta mucho: comunicación efectiva, ponernos de acuerdo, encontrar eso que es evidente.
Así que al estar cansados física y mentalmente no me sorprendía verlos con la mirada perdida en lontananza y sin apreciar lo que aprendieron, la manera ejemplar en que trabajaron, el brinco a las ligas mayores que dieron.
Y es que yo los vi, a mí nadie me contó. Pelearon por la calidad de código. Se apoyaron discutiendo la manera de implementarlo. Apoyaron a los más novatos y resolvieron problemas sin necesitar “arquitectos”, “seniors” que les dijeran qué hacer. Tenían la confianza para reírse juntos y se mentarse la madre. Se salieron de su confort dibujando, contando historias, negociando. Pidieron ayuda a sus jefes.
A esto, la literatura de equipos lo llama Confianza, Coraje, Apertura, Compromiso. Y lo vivimos con chistes privados, aprendizajes compartidos, cuestionar, hablarlo juntos y pan dulce con un montón de café.
Así que la retrospectiva. ¿Cómo hacer que se vieran todos como el equipo completo que somos? Que vieran lo que yo, más allá de equipos Scrum, roles o áreas. Junto a producto somos cerca de 40 y calculé que en nuestra cocina y comedor cabríamos apachurrados pero bien.
Me acordé de Coach Retreat y del Café del Mundo y supe que por ahí iría la dinámica. Necesitaba co-facilitadores, preguntones que hostearan cada mesa y los incitaran a conversar. Así que volteé a ver a mi equipo más cercano, el de los “head of something geek” (que preferimos llamarles hobbits) para que me ayudaran con el montón. “Hay que sacarles la sopa” les dije.
No es la primera vez que los Hobbits me ayudan con las retrospectivas. Desde hace algunos sprints, las planeamos juntos y están atentos a co-facilitar. En el Café del Mundo las personas se mezclan, discuten y destilan ideas que nacen de una pregunta poderosa. La respuesta se destila dos veces, con dos equipos diferentes. La primera destilación la hicimos en equipo scrum. La segunda vez, con gente que no trabajan todos los días. Hubo muchas ideas e identifiqué algunos agentes de cambio. Muy pronto trabajaré con ellos.
Para el final, elegí dar un token de apreciación. Un chocolate Ferrero, porque es una apreciación rica. En esta dinámica, lo que hay que hacer es dar un chocolate a una persona. Nadie tiene más de un chocolate y nadie puede recibir dos chocolates. Hubo abrazos, mensajes emotivos, risas, carrilla.
Tengo que aceptar que las dinámicas y las preguntas estaban destinadas a la apreciación, a conocernos más, a tener más ganas de trabajar entre equipos. Pero eso no quiere decir que lo que ellos se dijeron es falso o exagerado. Queda pendiente la parte de lo que podemos mejorar. Y tenemos muchos sprints para lograrlo.
Gracias a todos por dejarme ser parte de esto, son bien chingones :)
