La Startup Confinada

Isaac de la Peña
Conexo Ventures ES
Published in
15 min readApr 22, 2020

Fuertes ataques de tos. Sangre goteando por la nariz y la boca. Terribles dolores en la cabeza y el cuerpo, tanto como si te estuviesen torturando.

Estos fueron los síntomas de una enfermedad que se registró por primera vez en el condado de Haskell, Kansas, en enero de 1918. A partir de ahí la enfermedad creció rápidamente; las tropas estadounidenses desplegadas en masa para el esfuerzo que supuso la Primera Guerra Mundial en Europa llevaron el virus y lo propagaron como un reguero de pólvora por Inglaterra, Francia, Italia y el mundo entero. Eventualmente se la conoció como gripe española debido a, bueno, razones bastante ridículas¹.

Y si sus efectos en el cuerpo eran ya terribles, la tasa de mortalidad fue realmente aterradora. Durante la pandemia, que duró dos años, murieron entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo. Para dar una idea de la escala, esto es más que todos los soldados que perecieron en la Primera Guerra Mundial (11 millones) y la Segunda Guerra Mundial (25 millones) combinados, y más o menos lo mismo si agregamos las bajas civiles en ambos conflictos. Murieron más personas de gripe en un solo año que en los cuatro años de la Peste Negra de 1347 a 1351. Fue un desastre global de proporciones realmente abrumadoras.

Un hospital de campaña durante la crisis de gripe de 1918 (Fuente: History.com)

¿Covid-19…18 De Nuevo?

Un siglo después, nos enfrentamos a una nueva pandemia. Aunque es mucho, mucho menos mortal, algo que el Coronavirus comparte con la gripe española es que la mayoría de las víctimas fenecen por una forma de neumonía que avanza a medida que el sistema inmunitario se debilita. Ha golpeado particularmente fuerte en España, con casi 200 mil casos registrados y más de 20 mil muertes mientras escribimos estas líneas, la relación de infección por población más alta del mundo², incluso con las más estrictas medidas de confinamiento y limitación a la movilidad impuestas, con severas sanciones para aquellos que se las intenten saltar. Por suerte para nosotros, hay mucha evidencia acumulada ya de las experiencias de China e Italia, por lo que es poco probable que esta cepa pase a la historia como “La segunda gripe española”. Pero nunca se sabe.

Tal vez haya sido una cuestión de tiempo y podría haber sucedido antes con el SARS, MERS, el Ébola o qué sé yo, pero, en cualquier caso, resulta alucinante cómo el virus ha paralizado la economía mundial en sólo unas pocas semanas. Como dice el personaje de Dustin Hoffman en la película de los años 90 Outbreak³: “Hay que admirar su simplicidad. Tiene una milmillonésima parte de nuestro tamaño y nos está ganando”. Como especie, creíamos que nuestro dominio sobre el planeta estaba garantizado y resulta que todo lo que hacía falta para someternos era un organismo diminuto. Sin duda, al final venceremos; pero recordemos este momento la próxima vez que escuchemos que se invierte demasiado en biotecnología o que la investigación médica no debe alterar los secretos de la naturaleza, para que no se abran las puertas del infierno. El infierno puede desatarse de todos modos, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Cuba Gooding Jr, Kevin Spacey y Dustin Hoffman en “Outbreak”

Mirando Atrás, Mirando Hacia Adelante

Ya avanzando, parece bastante improbable que la gente se vea obligada a quedarse en casa mucho más tiempo. El distanciamiento social se experimenta de manera muy diferente en función de cada situación particular, los medios y la personalidad, con los extrovertidos sufriendo en mayor medida y alguien introvertido, rozando el Asperger como yo disfrutando bastante de la gestión del tiempo, la calma y la concentración que brinda la reclusión. Sin embargo, los reguladores tendrán que equilibrar al final las vidas salvadas debido a la reducción de la tasa de infección con las pérdidas por el aumento dramático de la violencia doméstica, así como las drogas, el alcohol, las enfermedades mentales y el suicidio, conocidas como “Muertes por Desesperación”⁴.

Cuanto más duren las medidas de contención, según muestra la historia, peores serán las consecuencias. El desempleo en particular es un factor de riesgo bien establecido para el suicidio. La tasa de suicidios en Estados Unidos fue de 12,1 por cada 100.000 habitantes entre 1920 y 1928 durante los “Felices Años Veinte”. Después del colapso del mercado de valores de 1929, la tasa de suicidios se disparó un 50%, a 18,1 por cada 100.00⁵. Durante la última recesión, de 2007 a 2009, el sombrío mercado laboral ayudó a aumentar las tasas de suicidio en los Estados Unidos y Europa, cobrándose la vida de 10.000 personas más que antes de la recesión. En esta ocasión, tales efectos podrían ser aún más profundos si la economía se desploma y la pérdida de empleo se dispara a niveles históricos: un aumento previsto del desempleo del 20% en nuestras economías podría ser responsable de 20.000 suicidios adicionales.

“Muertes por Desesperación” en EE.UU. como % de la población, de 1900 a 2018 (Fuente: US Senate)

Para mirar hacia adelante, a menudo es bueno mirar primero hacia atrás, buscando lecciones en la historia, porque ésta a menudo se repite. En este sentido, ¿acabo de mencionar acerca de los “Felices años veinte” que comenzaron en 1920? Sumando dos más dos, es fácil darse cuenta de que vinieron justo tras la gripe española de 1918. Porque eso es exactamente lo que sucedió: a pesar de la peor pandemia de la historia, dos años después del brote inicial, en un tiempo y época en los que todo se movía a un ritmo mucho más lento que hoy, el mercado de valores estaba en niveles récord y comenzó una era dorada de expansión económica. Hay que tener esto muy presente cuando escuchemos que “éste es el fin de nuestra civilización tal como la conocemos”. Sin duda habrá pequeñas adaptaciones sociales a la crisis, pero eso es todo; los humanos somos resistentes, cuando no tozudos, y hemos visto cosas mucho peores. Apuesto a que ni siquiera los besos en la mejilla y los apretones de mano permanecerán confinados durante mucho tiempo en nuestras culturas latinas. ¿Quién recoge el guante y apuesta dinero conmigo?

Sin embargo, dos años es un tiempo muy, muy largo cuando eres el fundador de una start-up que tiene que asegurarse la supervivencia hoy para seguir luchando mañana, especialmente viniendo de una era de relativa bonanza en la que las empresas compraban crecimiento a toda costa de manera temeraria, consumiendo mucho efectivo para conseguirlo. WeWork⁶ quedará para siempre como el símbolo de esa fiebre del oro: SoftBank redujo su valoración previa al rescate en más del 80%, a menos de $5 mil millones, un recorte salvaje desde la valoración previa de la compañía, $47 mil millones en enero de aquel mismo año. El fondo fundado bajo la premisa de que la “fuerza bruta” del capital puede permitir a una start-up escalar tan rápido que ningún rival pueda atraparla; pero si el gasto supera al dinero que se ingresa, se puede crear “su propia variedad de fuerza bruta”. Como otro CEO respaldado por SoftBank, Dara Khosrowshahi de Uber, expresó claramente en una conferencia de resultados reciente: “La era del crecimiento a toda costa ha terminado”.

La debacle en la valoración de WeWork, pre-Coronavirus (Fuente: BreakingNews)

Como informa Crunchbase, en este contexto de fondos disponibles sin precedentes en los últimos 24 meses, con más de 25.000 nuevas start-ups financiadas cada año, nos enfrentamos a la mayor recesión desde la crisis financiera de 2008.

Primero, la volatilidad en el mercado bursátil y los múltiplos en declive inevitablemente están afectando a los mercados privados. Conviene asumir que la velocidad de recaudación de fondos disminuirá respecto al rápido ritmo que hemos visto, ya que los inversores no profesionales huyen del mercado y que las fuentes profesionales de capital se toman un tiempo para procesar el nuevo entorno macroeconómico. Las valoraciones probablemente se verán presionadas desde múltiples ángulos y algunas compañías no podrán atraer inversiones adicionales a ningún precio. No seas una de ellas, ya que más runway en este entorno podría significar la diferencia entre la vida y la muerte para tu negocio y puede tener sentido adquirir capital adicional.

Como líder de tu empresa, ve más allá del capital puro y busca otras fuentes de liquidez. Es poco probable que puedas obtener un préstamo bancario o una línea de crédito sin grandes garantías, pero asegúrate de solicitar subvenciones públicas, ayudas y programas de estímulo. Además, hay varias formas en que pueden deducir o monetizar los incentivos fiscales relacionados con los gastos de I+D y la creación de medios, que son complejos de instrumentalizar sin experiencia previa, pero que en España en particular pueden convertirse en un beneficio sustancial para las obligaciones financieras de tu start-up. Hay asesores de buena reputación que pueden guiarte, como Asset y Capital Advisors que incluso han creado una aplicación gratuita llamada iRocket que te ayuda a explorar opciones directamente desde tu bolsillo. Muchos emprendedores descuidan este tema en su propio perjuicio, porque éste es el momento en el que un buen CFO debe brillar y exprimir cada Euro de la estructura de capital de la compañía. Consigue uno ahora si aún no lo tienes, incluso si todo lo que puedes pagar es a tiempo parcial o por éxito.

iRocket en el Apple App Store

Apuesta por una Recuperación Gradual

Segundo, no apuestes por una recuperación rápida en forma de V. El impacto de la crisis ha sido diferente según el sector, y también lo será la recuperación, pero cuenta con al menos un año de condiciones de mercado adversas cuando elabores tus planes de contingencia financiera. Me estremezco cuando oigo a start-ups del sector Traveltech contar con estarán “de vuelta en el negocio” para julio. Vale la pena ser realista y planificar para el peor de los escenarios, antes de que la situación mejore.

Congela tu presupuesto de marketing y publicidad. Renegocia la compensación y las condiciones de tus empleados, especialmente a nivel ejecutivo, ya que impactan de manera más dramática en el balance general, y ajusta tu fuerza de trabajo según sea necesario. Toma decisiones difíciles para reducir tu consumo de caja y aumenta tu runway ahora, antes de que sea demasiado tarde para la acción.

Busca tanta ayuda como puedas en redes profesionales. Varios grupos empresariales se están movilizando para brindar apoyo “entre colegas” durante estos tiempos difíciles. En España en particular, Start-up Valencia ha demostrado la madurez y el liderazgo intelectual del ecosistema valenciano al enfrentar el desafío y organizar Help4Startups, una iniciativa a nivel nacional con la que Conexo Ventures se enorgullece de colaborar. Recomiendo registrarse independientemente de tus circunstancias actuales, ya seas un fundador que está luchando para hacer frente a los acontecimientos o estés en una buena trayectoria y puedas proporcionar recursos y mentoría para otros; este servicio es completamente gratuito. Haz también tu propia búsqueda ya que puede haber otras comunidades de apoyo más cercanas a tu geografía o vertical.

#Help4Startups

En magnitud de impacto, los sectores más afectados han sido los viajes y el alojamiento, el retail de ocio (incluidos los restaurantes) y la fabricación. El impacto es menor en el retail esencial (incluidos supermercados y bancos), servicios financieros y de seguros, y bienes de consumo envasados. De estos, la recuperación será rápida en la fabricación y los bienes de consumo, moderada en todo el comercio minorista, pero desafortunadamente lenta en viajes y alojamiento, donde volver a tener tasas de ocupación razonables en los hoteles nos puede llevar más allá de la campaña de Navidad.

Las start-ups deben planificar en consecuencia, pero también seguir siendo innovadoras y aprovechar nuevas oportunidades para satisfacer las necesidades de los clientes. Por ejemplo, la crisis ha impactado positivamente en la entrega de alimentos en casa y la venta minorista online. ¿Puedes servir tu producto online o en casa? ¿Puedes mediar y acercar a estos clientes a las empresas tradicionales, que no están preparadas para el nuevo status quo? Mira los casos de éxito de We Are Knitters en España o MyYogaTeacher en USA: esta startup californiana está creando un mercado para conectar a profesores de yoga y meditación indios con consumidores americanos (un SAM de 80M de adultos interesados) para sesiones individuales o en grupo. En respuesta a la pandemia del Coronavirus myYogaTeacher lanzó la opción de clases online gratuitas en grupo… y ha experimentado un crecimiento sostenido de 150X en nuevos miembros con un CAC muchísimo más bajo. Flipante!

MyYogaTeacher digitaliza con éxito actividades tradicionalmente asociadas con un aula física

Accelerated Digital Transformation

Siempre me gusta recordar que una gran crisis es también, siempre, una gran oportunidad. La gran recesión de 2008 catapultó al estrellato a compañías como Groupon, Uber y Airbnb, que sabían cómo ofrecer el producto adecuado en el momento adecuado. Del mismo modo, la situación actual está generando un aumento de la demanda en herramientas de trabajo y colaboración remotas, operaciones de centros de datos (a medida que se migran más y más procesos corporativos a la infraestructura de la nube) y ciberseguridad.

Temporada alta para las start-ups de tele trabajo. (Fuente: CBInsights)

¿Cuál es el efecto subyacente aquí? Un tremendo impulso hacia la transformación digital; es decir, la mejora online (y en varios casos reducción o reemplazo total) de las interacciones humanas que tradicionalmente se han realizado offline, en persona.

En línea con esa tendencia, parece que la tecnología, las telecomunicaciones y los medios son los sectores posicionados para ser los grandes ganadores de la crisis de Coronavirus. Esta intuición se confirma ampliamente al observar la evolución de los mercados financieros en las últimas semanas. Las acciones tecnológicas en el NASDAQ ya han recuperado dos tercios de su valor anterior a la crisis, mientras que la mayoría de las otras categorías languidecen en el fondo de los gráficos. Esto es algo inaudito en las correcciones anteriores del estallido de la Burbuja PuntoCom (2000), la Gran Recesión (2008) o la Gran Liquidación de Mercado (2015) y extremadamente importante para nuestra industria: por primera vez la tecnología puntera se está comportando como un activo defensivo en tiempos de incertidumbre.

Se acabó la procrastinación digital, amigo

La mega-tendencia de la transformación digital ha estado con nosotros al menos durante los últimos 20 años, y si bien ha reformado radicalmente algunos sectores como los medios de comunicación, las citas y las finanzas, el progreso ha sido mucho más lento en otros en los que las condiciones reguladoras o del mercado les permitieron remolonear. Ahora, a medida que la adaptación a los mercados de trabajo, productos y servicios mediados online se convierte en uno de los factores clave para sobrevivir en un panorama cada vez más competitivo, podemos esperar una segunda “fiebre de la transformación digital” que abrirá muchas nuevas industrias a la innovación disruptiva.

No todas las funciones serán capaces de hacer la transición hacia el teletrabajo, claro ;)

Por eso hoy más que nunca, en Conexo Ventures estamos convencidos de se dan las condiciones idóneas tanto en los planos estratégico (enfoque en plataformas SaaS y soluciones de Inteligencia Artificial que aumentan la productividad a través de la automatización), geográfico (orientación a los mercados con la mayor demanda tecnológica y liquidez de capital) y táctico (respaldando nuestra cartera existente y continuando la inversión en nuevos acuerdos durante la crisis) para lograr un éxito rotundo al impulsar la presencia de España y Portugal en el panorama de innovación global.

Economía Colaborativa Aplastada

No quería cerrar este artículo sin discutir el impacto de la enfermedad en la economía colaborativa o “por faena”. Precisamente, las empresas que mencionamos como los grandes ganadores en 2008, Uber y Airbnb, se encuentran entre las más afectadas por la crisis, ya que las personas han de quedarse en casa.

Algunos se alegrarán por este hecho, ya que los grupos de presión y los reguladores en geografías muy diversas han tratado durante años de reprimir el crecimiento explosivo de esta alternativa, acusándola de “competencia desleal”, “degradación del servicio” o, peor aún, de “empleo basura disfrazado de trabajo como autónomo”.

Pero la realidad es mucho más compleja y puede afectar negativamente a muchos de los que corren el mayor riesgo de desempleo relacionado con el coronavirus. Como recordaréis, el término “economía colaborativa” apareció a mediados de la década de 2000 como un nuevo modelo de negocio en el que las personas monetizaban su capacidad libre (habitación vacía en casa, automóvil fuera del horario de trabajo, subproductos de pasatiempos y artesanía) a través de plataformas digitales.

Lo que comenzó como algo homogéneo progresó hacia sub-categorías radicalmente diferenciadas y es justo decir que la economía colaborativa actual es lo que fue la banda ancha durante los años 90; una innovación clave sobre la cual se generan profundos efectos de red y oportunidades que no necesariamente se correlacionan con menores ingresos. El siguiente gráfico puede dar una idea de cuán diverso puede ser el ingreso mensual promedio según el perfil o los “requisitos de on-boarding” en cada una de las plataformas

Me preocupan los efectos del coronavirus en este panorama, no sólo durante la crisis inmediata, sino también a largo plazo. La economía colaborativa siempre ha sido altamente dependiente de la confianza mutua más allá de las redes de proximidad tradicionales: después de todo, son completos extraños los que nos traen el almuerzo, nos llevan en coche y nos alojan en sus habitaciones. Por otro lado, son huéspedes también anónimos los que consumen estos servicios. ¿Qué va a pasar en el futuro? ¿El distanciamiento social afectará a nuestra voluntad de relacionarnos con los demás? ¿Seremos más reacios a quedarnos en un apartamento privado, no sea que sus hábitos de limpieza no sean óptimos? ¿Es ésta una oportunidad para que las empresas establecidas recuperen el terreno perdido a través de estándares más altos?

Ese podría ser el caso, pero estoy convencido de que la enfermedad también abrirá muchas otras vías aún sin explotar para la innovación, incluso a nivel colaborativo. Permitidme terminar con esa nota alentadora mencionando a Nannyfy, un “Uber para niñeras” lanzado en España. A pesar de atender a trabajadores a domicilio, uno de los sectores más devastados por la crisis, la compañía ha sido lo suficientemente inteligente y ágil como para reorientar su oferta de servicios al hacer que las niñeras cuiden a los niños a través de videoconferencias (nuevamente, transformación digital). Sólo en el mes de marzo, los ingresos se han disparado a niveles superiores a los de todo el año anterior.

La increíblemente exitosa campaña para domicilios por el COVID-19 de Nannyfy

¡Felicidades, Claudia de la Riva y equipo! Deseo que todos los que ahora están luchando se puedan enfrentar al desafío de reinventarse. ¡Por favor manteneos a salvo, fuertes y positivos!

[1] España fue uno de los pocos países europeos importantes que se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial. A diferencia de los Aliados y de las Potencias Centrales, donde los censores en tiempos de guerra suprimieron las noticias de la gripe para evitar afectar la moral, los medios españoles pudieron informar libremente al respecto, incluso hasta un punto de detalle gore. La noticia de la enfermedad apareció por primera vez en los titulares en Madrid a fines de mayo de 1918, y la cobertura no hizo sino aumentar después de que el rey español Alfonso XIII presentara un desagradable caso una semana después. Dado que las naciones que sufrieron un apagón mediático sólo podían leer en profundidad noticias de fuentes españolas, asumieron con naturalidad que el país era la “zona cero” de la pandemia. Mientras tanto, los españoles creían que el virus se había extendido a ellos desde Francia, por lo que lo llamaron “gripe francesa”. (Fuente: History.com)

[2] Estados Unidos supera a España con 764.265 casos frente a 198.674, que es una proporción de 3x en una proporción de población de 6x. Italia sigue de cerca con 178.972 casos. (Fuente: WorldMeters)

[3] De otro modo una ridícula película de Hollywood, Contagio de Soderbergh (“¡Atrape a ese mono!” ¿En serio?”) aborda el tema de una amenaza de pandemia global de una manera mucho más madura.

[4] Consultar el informe del comité económico conjunto del Congreso de los Estados Unidos sobre Tendencias a largo plazo en “Muertes por desesperación”. (Fuente: US Senate)

[5] La tasa de suicidios durante la siguiente década de depresión económica (1930–1940) se mantuvo en un terriblemente alto 15,4 por 100.000 habitantes, hasta la emergencia nacional de la Segunda Guerra Mundial, cuando disminuyó significativamente. (Fuente: PsychologyToday)

[6] La compañía era un negocio inmobiliario que sencillamente se hacía pasar por un grupo tecnológico. Los veteranos del sector inmobiliario dudaron de su modelo de negocio: los intentos anteriores de asumir el riesgo de subarrendar propiedades a largo plazo a inquilinos que podían desaparecer habían terminado en drama. En 2018, el FT echó cuentas y concluyó que WeWork valía más cerca de $3 mil millones que la valoración de $ 20 mil millones de la época. (Fuente: Financial Times).

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