AMPARO “AMPATO” ADASME: DIBUJO E ILUSTRACIÓN

Dibuja desde los 4 años. Rayaba paredes y llenaba croqueras con sus dibujos. A lo que veía le inventaba una historia. Del animé y las películas a la narración en cómics. Todo partió con el Pato Donald. “Tenía un peluche del Pato Donald y lo pasaba dibujando. Le inventaba historias”, dice Adasme, alias “Ampato”, cuyo nombre guarda honor a las aventuras del pato de Disney, hoy, objeto de su nueva aventura, la animación y los tatuajes.

Por; Benjamín Contalba

Amparo Adasme (21 años) es estudiante de Licenciatura en Arte de la Universidad Católica. En su último año de carrera ha tenido que lidiar con un proceso por el que todos pasamos. Su proyecto de tesis, dibujos y su propio estilo, que le ha costado insertar en el mundo contemporáneo del arte. “Perfectamente pude haber estudiado diseño, o algo así, pero preferí en primera instancia arte porque todos me decían que no me veían estudiando otra cosa”, dice.

¿Por qué te ha costado posicionarte con el dibujo en el mundo artístico?

La línea de la Universidad apunta más a un arte contemporáneo, que es muy distinto a lo que todos creen con pintar un cuadro. El arte de hoy va desde las intervenciones irreverentes pero con sentido, a una manifestación de desnudos. Como mi tema es el dibujo, me ha costado un poco, pero he aprendido harto sobre diferentes estéticas. Pero más que encajar en ese mundo, he encajado en el círculo propio del dibujo. Ya he trabajado con revistas como Prolapso y Tetas Tristes Comics.

¿Qué tipo de trabajo has realizado con las revistas?

Bueno, desde el 2015 me dedico más de lleno a los cómics. Vieron mis dibujos en redes sociales y más los amigos que cachan el ambiente, me metí a dibujar con la revista. Para los cómics me han llamado de distintas ferias a las que llevo mis fanzines y los vendo. Esos mismos monos han llamado la atención de la gente y, al prin cipio, me tiraba la talla con que me dedicara al tatuaje, y la verdad, es algo que últimamente me ha hecho mucho ruido y es algo en lo que estoy trabajando.

“Mis dibujos no son memes”

El 2016 Ampato hizo una ilustración que aludía a la dictadura de Augusto Pinochet. Un rostro cubierto con la palabra “Dictadura” en su cara grita instrucciones a una persona que parece recepcionar esas órdenes. Fue tal la recepción del dibujo que no tardó en ser viral y esparcirse por las redes, pero fue esta misma oleada la que amargó un momento sus creaciones. “Esa ilustración la publicó The Clinic sin mi consentimiento y pusieron que correspondía a una página de memes. Fue triste que un medio no diera los créditos correspondientes y que considerara mi trabajo como un meme.

¿Qué buscas retratar en tus dibujo s?

Trato de mostrar una visión personal en mis dibujos. Siempre fui buena para dibujarme a mi misma haciendo cosas cotidianas, cosas que pienso, que reflexiono. Trato de hablar de mi vida personal traspasandola a un personaje, algo que se convierte en algo colectivo. Algunos que tienen crítica, son para mostrar un mensaje más allá de lo superficial. Me gusta transmitir un mensaje con el que otras personas se sientan identificadas, que digan “ah, yo tambien he pasado por eso”.

Comentaste que aprendiste sobre animación, ¿cuáles son tus siguientes planes?

Cuando salga de la U, por ejemplo, me voy a dedicar a lo que hago en mi vida cotidiana. Todo lo que aprendí en la universidad se escapan de lo que pretendo. Tiene otras líneas más de arte contemporáneo. Estoy aprendiendo a hacer tatuajes, a trabajar serigrafía. Me encanta la animación digital y es un rollo que estoy empezando a investigar. Ambos son mundos que quiero explorar ahora y en los que estoy trabajando. Estoy inventando historias y personajes, animandolos y todo. En los tatuajes están los personajes también. Me gusta que la gente se lleve mis monos en su piel. Todo lo relacionado con la narración es algo que me encanta. Es puro amor y pasión por lo que hago.