Los maestros de La Maestranza

Benjamín Contalba
Cool-tura
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3 min readNov 13, 2018

Franklin es uno de los barrios más conocidos de la Región Metropolitana. Su diversidad de panoramas destaca dentro de la cultura capitalina y se ha posicionado como un barrio turístico: ferias, persas, distintos tipos de comercio, locales de comida rápida y restaurantes. En este último, asoma La Maestranza.

Por Javiera Mora López

A media cuadra del metro Franklin, específicamente en Franklin 1215, está el restaurant La Maestranza. Según sus dueños, Francisco Varela y Paulina Quintanilla el lema del local es: “Mejor irse rodando, que pelando”. Lo cual es cierto, ya que un plato perfectamente puede ser disfrutado por dos personas.

Llegando al local, La Maestranza es un restaurant que goza de singularidad y originalidad. Esto, porque desde que sus dueños compraron la marca hace tres años, se han dedicado a darle un aspecto rodeado de colores, frases y personajes chilenos. Estética que caracteriza a la cultura popular.

$5000 PERFECTAMENTE PARA DOS

Las panitas con arroz de zapallo cremoso son unos de los platos favoritos del local. Sus ingredientes ingresan al paladar y producen inmediatamente explosiones de sabores que dan ganas de volver una y otra vez a La Maestranza.

Cada menú viene acompañado de una entrada, que esta vez fue un timbal de mote con palta, y de un postre, en este caso, fue su propia versión del clásico colegial, acompañado de frutas.

Como requisito para ir La Maestranza se necesita de tiempo, no porque sea lento, sino porque los cocineros le colocan toda la pasión gastronómica para que la experiencia sea la más óptima. Esto no es el McDonal’s, así que no apure. Si quiere comer de calidad, espere.

Acá no existen chefs: la comida es realizada por los propios dueños.

Durante el fin de semana este local se ha transformado en un atractivo panorama, no sirven menú, pero sí hay carta a elección. “Hay veces en las que ha habido una fila de 120 personas para poder entrar a almorzar”, cuenta Francisco Varela, quien es publicista y dejó su trabajo para emprender en La Maestranza.

Si tiene ganas de visitar este lugar, no espere y hágalo. Disfrutará de un buen ambiente, comida, pero por sobretodo del cálido trato de quienes atienden uno de los más reconocidos restaurantes de Franklin.

Diego Olmedo, el que pone sazón a los platos

Katherine Díaz, la que da ritmo a los pedidos.

Francisco Varela, el que pone el ingrediente secreto. Paulina Quintanilla, la que la lleva. Esteban Sepúlveda, el que vigila que te comas todo.

Para Paulina Quintanilla la esencia del local es: cariño + afecto + comida de mercado= La Maestranza.

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