[Re] Evolución de la educación
James Pillans, director y profesor de geografía en la Escuela Superior de Edimburgo, introduce el pizarrón como herramienta para poder dictar clases en el año 1840. Las aulas se vieron revolucionadas mediante el uso de un simple trozo de madera, un rectángulo colocado en el muro frontal del aula en donde, con ayuda de una tiza, se plasman las palabras del profesor en forma de notas, garabatos y dibujos.
Alumnos mirando al frente ingiriendo grandes cantidades de información que en su mayoría, no tendrán una aplicación directa en la vida real. Recintos con poco espacio al debate; horarios de entrada, salida y cortes bien demarcados, similar a los que nos encontramos en la industria de manufactura; y calificaciones que dan mérito a la memoria, no al razonamiento.
Casi 200 años han pasado y poco ha cambiado desde esa época. Las personas, al igual que la tecnología han evolucionado; sin embargo, nuestras aulas siguen manteniendo el mismo formato didáctico a la hora de impartir clases, centrándose en el profesor y no en las necesidades de los individuos.
He aquí la pregunta que nos hacemos día a día, ¿Se encuentran los gobiernos y los respectivos sistemas educativos formando a los líderes de mañana o estamos creando buenos empleados? ¿Las metodologías de aprendizaje activo existen desde los años ’50, por qué no han tenido la difusión necesaria? ¿Por qué recién entrado el nuevo milenio se empezó a mirar con otros ojos a los métodos alternativos? ¿Por qué no ayudamos a los jóvenes a pensar y no a memorizar?
Tuvimos la oportunidad de dialogar con referentes en el ambiente de la educación formal, y otros que pertenecen a un nuevo mundo donde rompiendo el “status quo”, ofrecen alternativas para aquellos que necesiten innovar y utilizar herramientas en concreto sin necesidad de pasar por el proceso tradicional de educación de grado.
Para ello invitamos a tres oradores a charlar sobre las problemáticas que enmarcan al sistema educativo actual, entre ellos se encuentran:
Hernán Morello, Director del departamento de informática en UADE
Mariano Wechsler, Co-Founder en Digital House
Hernán Kigel, Chief Learning Officer en Acámica
Si deseas ver el webinar completo, lo puedes hacer dándole play al video a continuación.
Dentro del marco de la charla identificamos muchas preguntas y consideraciones a tener. Hay definitivamente un problema estructural en la educación formal, los programas de estudio no evolucionan al ritmo que lo hacen los individuos y las necesidades del mercado, dejando al profesional a merced de aprender por su cuenta tópicos adicionales que hacen a la formación de grado. Como bien mencionamos, el sistema formal debe de dejar de poner énfasis en el profesor y en brindar un contenido estático; el aula debe evolucionar de forma constante, el foco debe estar en los individuos y sus necesidades. ¿Es importante aprender a hallar a “x” o saber cómo funcionan los mercados, invertir, y conocer el sistema financiero?
Afortunadamente hay universidades que identificaron esta problemática y empezaron a aplicar herramientas satélites que les permiten cubrir esas falencias. Adicionalmente, empresas como las “coding schools” brindan un complemento excelente para poder satisfacer la demanda de especialistas. Pero eso es sólo parte de la solución, debemos enfrentar el problema de base, realizando cambios estructurales en la educación inicial, primaria y secundaria, preparando a los niños para hacer frente a un mundo que gira en torno a la información. Debemos reducir la brecha digital, para reducir el número de “analfabetos tecnológicos”; un país debe invertir en los jóvenes y estas necesidades, para ello, debe re-evaluar el sistema completo, así como los profesionales que son parte de este.
Sabemos que esto no es un trabajo solamente de los educadores, debe participar toda la comunidad, familias, gobiernos, empresas, y profesionales. Es responsabilidad de todos poder lograr un mundo donde tengamos gente que quiera innovar, arriesgarse, pensar fuera de la caja, pero para ello, debemos motivar a los individuos desde pequeños.
Puede que el contexto actual sea negativo en muchos aspectos, pero algo que podemos destacar es que nos brindó la posibilidad de impartir clases de formas que no habíamos concebido. Fue definitivamente un cambio radical, y consideramos que hay mucho espacio para una mejora, y qué mejor momento que ahora que nos encontramos en la cresta de la ola para girar el timón hacia una nueva educación en pos de los jóvenes, la integración, la comunicación, y el conocimiento
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