Análisis del Brexit: ¿Que representa para el mundo? ¿Qué podemos hacer al respecto?

El Brexit está definido por muchos sociólogos como un fenómeno difícil de comprender, debido a que las opiniones por las cuáles entendemos que se dieron la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea son muy diferentes unas de otras. Unos acusan al primer ministro por haber convocado el referéndum, otros acusan al líder opositor al Brexit por no haber luchado lo suficientemente duro, las personas con un grado de educación alto acusan a los que no han estudiado por estar desinformados e incluso los jóvenes acusan a las generaciones más viejas de no entender la importancia de mantener relaciones internacionales; como bien dicen, todo el mundo se bota la pelota. Si bien este fenómeno en el Reino Unido está a miles de kilómetros, se necesita entender cómo afecta esto al mundo y que es lo que podemos hacer al respecto, el tema es que la problemática del Brexit va mucho más allá de fines económicos o de los problemas que se pueden dar por las relaciones bilaterales sino que tiene una fuerte repercusión social que nos deja algunas enseñanzas.

La primera gran lección es que nos da a entender lo dividida que puede llegar a estar una sociedad, la votación del Brexit fue muy diferente alrededor de Gran Bretaña y principalmente los sectores que más votaron por quedarse fueron Escocia y Londres (en donde existen la gran mayoría de inmigrantes); por otro lado demográficamente, los pocos jóvenes que votaron lo hicieron por quedarse mientras que los adultos mayores decidieron votar por salir de la Unión Europea; el hecho es que perteneciendo a una misma sociedad con la misma cultura y con valores similares entre sí, encontramos una fragmentación social y eso es lo que debería preocupar a los analistas y por sobre todo tener la aceptación de la academia. En términos políticos, el mundo de hoy ya no se encuentra marcado por tendencias de izquierda o de derecha para encontrar la forma en la cual destinamos el gasto público o recolectamos impuestos, la discusión actual se basa en: Una política que 1) Te permita ser globalizado y parte del mundo o 2) Una política que no te permita ser parte del mundo y es así en donde se marca la nueva tendencia de los políticos: aquellos que quieren formar parte del mundo y aquellos que tienen miedo de ser globalizados por el mundo.

Los patrones geográficos de la votación del Brexit nos demuestran que los recintos electorales en donde se votó por salir de la Unión Europea son los que menos visitantes tienen alrededor de la Gran Bretaña, y cuando mencionamos visitantes nos referimos también a las propias personas del Reino Unido, no solamente a extranjeros, es decir que estos distritos están de cierta forma aislados del resto. Este análisis nos deja una enseñanza importante: Hay gente que tiene miedo de ser globalizada porque no ha tenido contacto con la globalización, así que el primer reto es buscar la forma de que estos distritos se concienticen de los beneficios de ser parte de una comunidad. Para el caso del Ecuador, tenemos una situación bastante similar si pensamos que la información no está llegando de la forma más adecuada a las regiones más aisladas, así que está es una de las enseñanzas que nos deja el Brexit, que en el Ecuador y en cualquier región del mundo tenemos que buscar la forma de hacer que esa globalización llegue a todos. El Brexit también significa un voto de rechazo a los sistemas bipartidistas de todo el mundo ya que muchos de los votantes lo hicieron por la simple razón de no sentirse representados por los miembros del parlamento; este patrón se ve en todo el mundo y muestras claras del mismo son la popularidad de Donald Trump y la popularidad que llegó a tener Marine Le Pen en Francia; en el caso de Ecuador podríamos definir este rechazo al sistema político por la popularidad que tuvo Guillermo Lasso. La mayoría de votantes de Lasso fueron en protesta del gobierno actual de la revolución ciudadana. El espectro del Brexit está en todas las sociedades del mundo.

¿Qué hacer al respecto? La gran pregunta y el tema que principalmente fue tratado en el simposio en la Universidad del Azuay a través de la temática “UE-Latinoamérica: Perspectivas Pos Brexit” por Wolf Grabendorff, en el cual dio muchas pautas para mantener relaciones con la Unión Europea especialmente de carácter comercial, y aunque brevemente mencionó el marco en el cual los países de Latinoamérica tenemos que desenvolvernos, es necesario pensar que como Latinoamericanos somos parte del mundo, tenemos que pensar como globalizados y sobre todo como globalizadores. Los beneficios positivos de la globalización es lo que se tiene que empezar a buscar: Libre Comercio, Movimiento de Capital y el movimiento de las personas a través de las fronteras, en búsqueda del beneficio global del mundo que busca independizarse lo cual trae cooperación y paz.

El escenario económico que se plantea después del Brexit demuestra según un estudio del Financial Times que los más beneficiados por el acuerdo con la Unión Europea estaban siendo los que votaron por salir, el problema es que ellos no se sentían como beneficiados. Hasta Noviembre del 2016 las exportaciones entre Ecuador y el Reino Unido generaron entre 169 millones de dólares principalmente entre alimentos e ingredientes de cocina por la alta demanda de platos latinos que existe en la Gran Bretaña.

La perspectiva Post-Brexit tiene que ser en base a pensar en un mundo más globalizado y en el caso del Ecuador, pensar en no solamente en un tratado con la Unión Europea sino en tratados de relaciones bilaterales para buscar el máximo de los beneficios entre las relaciones comerciales específicas con cada país. Puede ser una oportunidad para esos productos ecuatorianos que tienen como principal ventaja su identidad cultural. El Brexit nos deja muchas enseñanzas en todos los países del mundo y podemos afirmar que existe un Brexit en todas las sociedades, la principal enseñanza es que como sociedad tenemos que seguir evolucionando y luchando por un mundo más global.