La careta deontológica de ‘El Español’

Dani García
Cuaderno de periodista
2 min readDec 3, 2017

“Volver a usar las redes sociales”, “retomar los estudios tras un parón de unos meses”, “viajar”, “vida normal”… son algunas de las palabras que utiliza El Español en un vomitivo artículo publicado hace ochos días la semana pasada sobre la chica violada en los Sanfermines.

Parece que puede sorprender que alguien que ha sufrido un trauma tenga derecho a tratar de rehacer su vida y de recuperar la normalidad. ¿Qué sería lo normal El Español? ¿Estar encerrada durante un año? ¿Atiborrarse a pastillas? ¿Suicidarse?

Antonio Pampliega cuenta en este hilo cómo se cuestiona a una víctima por el hecho de tratar de vivir, a propósito de los diez meses que estuvo secuestrado por el DAESH:

Ante la polémica del artículo, los defensores del texto y el entorno de El Español alegan que el artículo está hecho con buena intención, para que se vea que la chica lleva una vida normal. Y lejos de retractarse, publican un editorial (a propósito de un tuit de Pablo Iglesias) donde ellos son la víctima porque están sufriendo una campaña de “lapidación por redes sociales”. Señalan: “[…]nos vemos deontológicamente obligados a dirigirnos al responsable de la lapidación[…]. Uno de sus columnistas ha llegado a escribir: “[…]es un reportaje absolutamente inocente y respetuoso.”

El Español considera inocente y respetuoso publicar un reportaje donde el periodista sigue a una víctima día y noche para recoger información sobre su vida, normal y corriente; por cierto, lo mismo ha hecho un detective privado que trabaja para la defensa de los violadores. El Español considera inocente y respetuoso hacer una foto a escondidas de la víctima y publicarla. El Español considera inocente y respetuoso poner en tela de juicio social el hecho de que la chica tenga una vida normal tras ser violada.

Si quiere hablar El Español de deontología periodística, porque de humanidad, moral y sensatez es pedirle demasiado tras la publicación de ese artículo (donde no hay, no hay), le cuento que se le ha caído por algún lado el código deontológico de la FAPE donde se señala que “[…]el periodista respetará el derecho de las personas a su propia intimidad e imagen[…]”, haciendo alusión concreta en los casos de agresiones sexuales a que “[…]se evitará nombrar a las víctimas de un delito, así como la publicación de material que pueda contribuir a su identificación, actuando con especial diligencia cuando se trate de delitos contra la libertad sexual[…]”.

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Dani García
Cuaderno de periodista

Periodista/escritor. Pasé por la música, y siempre he observado de cerca la contracultura y los cambios sociales (¡ah! y el deporte americano). danigarcia.work