No, los ricos no crean empleo
Resulta una afirmación atrevida decir que los ricos no crean trabajos ya que rompe con un dogma capitalista que se nos han repetido hasta la saciedad hasta los límites de lo propagandístico. Como la mayoría de las creencias inherentes que tenemos sobre el sistema capitalista, apenas se ha cuestionado, y es cuando se impulsa el pensamiento crítico en estos dogmas cuando el reaccionarismo pone el grito en el cielo.
Nick Hanauer lo hico hace seis años. En uno de los escenarios más transgresores posibles, una TED Talk, afirmó que “los ricos no crean empleo”. Lo afirmó y argumentó sin necesidad de tener que hacerlo, es un emprendedor e inversor de éxito que ha hecho una fortuna con su propia compañía o siendo uno de los primeros inversores de Amazon, entre otros logros financieros.
La charla, que no fue publicada por TED por contener “inclinaciones políticas”, desmonta el chantaje liberal de que si presionamos fiscalmente a los ricos, se perderán empleos. Aunque me hubiera gustado más aportación de datos por Hanauer, lo importante es el ángulo que abre a desmontar uno de los grandes mitos asentados del sistema capitalista. Cualquiera de los argumentos y datos que aporta referentes a Estados Unidos se pueden aplicar al ecosistema neoliberal actual que tenemos en Europa.
Estas son algunas de las frases más destacadas de la charla:
A veces las ideas que consideramos totalmente ciertas son totalmente falsas. Piensen que durante miles de años los seres humanos creyeron que la Tierra era el centro del universo. No lo es, y un astrónomo que hoy creyese que sí lo es, sería un astrónomo bastante nefasto. De igual forma, un legislador que creyese que los ricos son “creadores de empleo” y por los tanto no se les debe gravar con impuestos, sería igualmente un político nefasto.
Puedo decir con confianza que la gente rica no crea empleo, ni lo hacen los negocios, grandes o pequeños. Los trabajos son la consecuencia del “círculo de la vida” que se retroalimenta entre consumidores y negocios. Y solo los consumidores pueden poner en movimiento este círculo virtuoso de demanda creciente y contratación. En este sentido, un consumidor normal y corriente crea más empleo que un capitalista como yo.
Cualquiera que alguna vez haya llevado un negocio sabe que contratar más gente es el último recurso de los capitalistas, algo que solo hacemos cuando hay una demanda de consumo creciente que lo requiere. En este sentido, llamarnos a nosotros mismos “creadores de empleo” no es solo desacertado sino también hipócrita.
Desde 1980, el porcentaje de ingresos de los americanos más ricos se ha más que triplicado, mientras que los impuestos han bajado para ellos casi un 50%. Si fuese cierto que unos impuestos más bajos y más riqueza para los ricos llevaran a una mayor creación de empleo, hoy nos estaríamos ahogando en puestos de trabajo. Sin embargo, el desempleo y el sub-empleo están en máximo históricos.
Otra razón por la que esta idea están tan equivocada es que nunca habrá suficientes súper ricos para impulsar una gran economía. Alguien como yo gana cientos o miles de veces más que un americano medio pero yo no compro cientos o miles de cosas más que un americano medio. Mi familia tiene tres coches, no tres mil. No puedo comprar suficientes cosas para compensar el hecho de que millones de desempleados y sub-empleados no pueden comprar nuevos coches.
Si la familia media americana tuviese hoy la misma tasa de ingresos que tenía en 1970, ingresaría cuarenta y cinco mil dólares más. ¿Se imaginan cómo estaría nuestra economía si esto fuese así? Se han dado grandes privilegios a capitalistas como yo por ser percibidos como “creadores de empleo” en el centro del universo económico y el lenguaje y las metáforas que usamos para defender el actual sistema económico y social es revelador. Hay un pequeño paso entre “creador de empleo” y “ el creador”. Obviamente, este lenguaje no ha sido elegido por casualidad. Solo hay que admitir que cuando alguien como yo se llama así mismo “creador de empleo” no solo está describiendo cómo la economía funciona sino que realmente estamos reclamando un estatus y unos privilegios que merecemos.
Lo hemos hecho al revés los últimos treinta años. Los ricos no crean empleos, los trabajos son la consecuencia de un ecosistema retroalimentado entre consumidores y negocios. Y cuando la clase media prospera, los negocios crecen y contratan, y al mismo tiempo los dueños se benefician. Por eso subir impuestos a los ricos por las inversiones que benefician a todos es un gran negocio tanto para la clase media como para los ricos.