El AMOR en Cuba

Por Vasily M. P.

La Hojarasca cubana
El Cubano Libre
3 min readFeb 26, 2018

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El amor es un campo de batalla donde vamos a conquistar o a dejarnos conquistar.

Fotografía de Ernesto Fresnillo

Desde que era niño escuchaba a algunas personas decir que en Cuba socialista el amor estaba prohibido. Porque en el Comunismo las personas son «animales sometidos» en un régimen de silencio y aberraciones.

Crecí descreyendo de esas ideas.

Mis padres nunca fueron «animales sometidos», salvo, en esos momentos en que engendraron, sin ropas y sin apuro, a mis hermanos y a mí, por supuesto.

Fui, durante mucho tiempo, testigo de parejas que se construyeron bajo el calor de las armas de artillería, y hasta tuvieron hijos así.

Matrimonios que se fundaron junto a las presillas, papeles, máquinas de escribir entre horarios de reuniones o viajes de visita de control y ayuda.

Campañas de alfabetizaciones que sirvieron para que fundar hogares en otras zonas.

Muchos amigos actuales han sido hijos únicos, pero de padres infinitos, porque la crianza ha sido compartida entre algunos del barrio.

Fotografía de Ernesto Fresnillo

Compartí en otras tierras con matrimonios que se han roto por la lejanía, y que nunca se han sentido limitados a amar ni dentro, ni fuera de la isla.

He visto uniones de seres brillantes en medio de caos políticos bien agudos e incluso, de ideologías distintas. Yo mismo tuve novias que no compartían mi amor por esta Revolución y la patria. Pero compartíamos otros amores.

Cualquiera, aquí, ahora mismo, puede amar y amar a quien prefiera.

Siempre busqué imágenes amorosas de nuestros héroes. Así los podía ver más cercanos a mí, más claros en medio de tanta Historia y realidad.

Así me encontré a un Martí desbocado en amor por varias mujeres. Fidel en compañía de sus hijos, como padre amoroso, abuelo ejemplar. Raúl con su esposa, hijos y nietos. El Che en esa unión magnífica entre lo real y maravilloso, amante y padre, guerrillero y hombre de casa. También, las epístolas de Ignacio Agramonte, Máximo Gómez, Pablo de la Torriente, y muchos otros.

El amor es un campo de batalla donde vamos a conquistar o a dejarnos conquistar. Cuba es el campo de batalla donde se respira el amor en toda su extensión.

Tal vez se ha distorsionado un poco el sentido original de ese sentimiento tan universal, y es que en Cuba todo parece reajustarse. Nuestra idiosincrasia nos permite enfocar la realidad y reajustarla según nuestras necesidades y nuestra visión de las cosas.

En Cuba se ama y mucho más. Tenemos una fama que va más allá de muchos países. Quien ha viajado, sobre todo a países europeos, puede dar fe de la culminación de nuestra imagen de amantes tempestuosos y caribeños.

El amor, en Cuba, es casi una disposición legal.

Vasily M. P.

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