Es el amor, seguro que es
Por Evelyng García
El amor es la más complejas de todas las emociones. No se le puede calificar como un solo sentimiento, porque involucra muchos elementos distintos.
El amor tiene risas y lágrimas, te puede llevar a las alturas o precipitarte en el abismo, hacerte sentir en las nubes, o hacerte creer que estas en el infierno. Pero solo a través del amor puede el alma alcanzar las estrellas.
Amar es querer proteger al ser amado, es defenderle contra todo, incluso contra alguien que nos quiera robar su cariño. Por eso el amor siente celos.
El amor es posesivo, pero amar también es desear la felicidad completa de nuestro ser más querido, aunque muchas veces eso significa renunciar a él. Porque el amor es así de contradictorio.
Amar es admirar las virtudes y aceptar los defectos, no con la venda puesta, sino con la mirada alerta. De esa manera el amor acepta. El amor es eso que nos hace desnudar el alma y ofrecerla, sin reservas, a la persona que hemos elegido. Por eso el amor es entrega.
Amar es sufrir las penas de el ser amado, regocijarnos con sus alegrías, enorgullecernos de sus triunfos y cobijarle en sus momentos de debilidad. Por eso quien ama comparte.
El amor verdadero todo lo perdona, pero también resulta herido, otorga oportunidades y al mismo tiempo trata de olvidar agravios. Es así que el amor es fuerte, pero también delicado.
Amar es llevar siempre la luz interior que guía nuestros pasos, una luz que prevalece, incluso, cuando la persona ya se ha ido. Por eso decimos que el amor es eterno.
El amor es verdad, es justicia, es fidelidad, es lealtad, es bondad, ternura, tolerancia y comprensión. Porque el amor es esa sola virtud que integra, en su seno, a todas las virtudes.
