Neutralidad en la red: lnternet y sus reyes en batalla

Por Michel E. Torres Corona

La Hojarasca cubana
El Cubano Libre
6 min readDec 14, 2017

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Según el Diccionario de la Real Academia de Ingeniería, la neutralidad de la red se define como la “ausencia de restricciones o prioridades impuestas al tipo de contenido transmitido a través de Internet por los proveedores de Internet que permitirían todo tipo de contenidos para ser visto en todos los dispositivos y sistemas operativos.

Si tecleamos el mismo término en Wikipedia, nos encontramos con una explicación un poco más amplia, que lo describe como un principio “por el cual los proveedores de servicios de internet y los gobiernos que regulan Internet deberían tratar a todo tráfico de datos que transita por la red por igual, sin discriminarlo o cobrar al usuario de manera diferente según el contenido, página web, plataforma, aplicación, tipo de equipamiento utilizado para el acceso o modo de comunicación.”

La paternidad de este concepto se le atribuye a Tim Wu, profesor de la Columbia Law School, y asiduo colaborador de la revista The New Yorker y del periódico The New York Times.

Foto tomada de Internet.

Este año, la neutralidad de la red ha tenido cierta resonancia en medios de todo el mundo. Una parte de lo que se ha dado en llamar como “legado de Obama” consistió en la regulación por parte de la FCC (una comisión independiente del Gobierno de Estados Unidos y que está encargada de controlar la industria de las telecomunicaciones) que imponía a los proveedores del servicio de Internet la obligación de brindarlo sin alterar a discreción su velocidad o capacidad de manejo de datos.

Y Trump, decidido a dinamitar ese “legado”, la ha emprendido también contra la neutralidad como principio rector de una Estado regulador que no cabe dentro de las perspectivas políticas y económicas de la presente administración estadounidense.

Estos cambios fueron anunciados con antelación. Incluso el 12 de julio más de 170 compañías y asociaciones se pronunciaron en el denominado “Día de la Acción”. Sitios como Google, Netflix y Amazon se unieron a activistas y grupos de defensa de derechos civiles en una protesta coordinada junto a Twitter, Reddit, Facebook y otras plataformas sociales para denunciar que la posible revocación de la neutralidad de Internet sería una medida extremadamente anticompetitiva.

Para sus defensores, la neutralidad como principio establece que todos los datos e información deben estar en el mismo nivel y las grandes empresas tecnológicas en EE.UU. -como Comcast, Charter y AT&T- no pueden bloquear contenido o reducir la velocidad de ciertas páginas web. Además, tampoco pueden dar tratamiento preferencial a su propio contenido para desfavorecer a sus competidores.

Foto tomada de Internet.

La mejor explicación la da el sitio Abayarderojo.org:

La cuestión de la neutralidad en el internet tiene importantes implicaciones para el acceso y la libertad de expresión porque sin estas reglas los grandes monopolios de telecomunicaciones pueden limitar la accesibilidad a, o aun censurar completamente ciertos sitios web. En algunos casos, los cambios que vienen les darán ventajas a proveedores que son a la vez competidores en la oferta de servicios. El ejemplo que más se ha destacado es el de Verizon, que además de ser proveedor de servicio de internet también ofrece el servicio de streaming de películas en competencia directa con Netflix a través de su plataforma Fios. Con la eliminación de la neutralidad de la red, Verizon ahora podrá reducir la velocidad del servicio de streaming para cualquier usuario de Netflix en su red para incentivar el cambio a Fios. Antes de dirigir la FCC, Ajit Pai trabajó para Verizon.

Una opinión al respecto que también debe ser ponderada es la que emula la neutralidad en Internet con la libertad, pero con la “libertad de mercado”: las gigantescas empresas que apoyan este principio lo hacen a partir de sus intereses económicos más inmediatos; las empresas que lo contradicen también, pero desde la óptica neoliberal de la desregulación. Ambos son enfoques capitalistas.

De cualquier forma, la neutralidad en la red parecía algo incólume, inamovible, con apoyo casi totalitario de los usuarios y de muchas empresas poderosas. Pero la historia ha sido otra. Medios dispares como TeleSur o BBC News anunciaban la decisión de la FCC y su infame cabecilla Ajit Pai de ponerle fin, alegando que restringía indebidamente el mundo empresarial y que era necesario actualizar la legislación.

Ajit Pai llegó a decir que esta decisión ayudaría a mejorar la competencia y a remover la intromisión del gobierno sobre el uso de Internet, aun cuando en una carta abierta a la FCC, un grupo conformado por 1.000 negocios pequeños en EE.UU., escribió: “Dependemos de una internet abierta, incluidas reglas de neutralidad de la red, que garanticen que las grandes compañías de cable no puedan discriminar a personas como nosotros”.

Foto tomada de Internet.

Pero ni los usuarios inconformes, ni los pequeños empresarios, ni siquiera monstruosas transnacionales como Facebook o Netflix pudieron contra el empeño de Ajit Pai y la administración Trump.

La FCC aprobó hoy, 14 de diciembre, la derogación de las protecciones de neutralidad de la red vigentes desde 2015, que prohibieron a los distribuidores estadounidenses de banda ancha interferir con el tráfico web.

La medida ha resonado en el mundo entero, y muchos hablan ya de la muerte de Internet. En España, las compañías de telecomunicaciones más importantes como Telefónica o Vodafone han aplaudido esta decisión. El resto de Europa se plantea pueda oponer algo de resistencia, mas, ¿por cuánto tiempo?

Pero, ¿es tan alarmante la situación? ¿Será que antes de la decisión de la FCC el Internet era un campo de diversión y libertad?

Cinco empresas: Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft, controlan la mayor parte de la infraestructura en línea, desde las tiendas de aplicaciones y los sistemas operativos hasta el almacenamiento en la nube y casi todo el negocio de la publicidad en línea. AT&T, Charter, Comcast y Verizon suministran casi todas las conexiones a internet de los hogares y los teléfonos inteligentes, al menos en los Estados Unidos.

Los monopolios existían antes, durante y después de la “neutralidad”. ¿Qué ha cambiado? Pues nada. Internet sigue teniendo dueño. La lucha es por ver quien obtiene mayores réditos. Es una lucha entre los monarcas indiscutibles del espacio virtual, una repartición del espacio cibernético como antes, en el siglo XX, se disputó el espacio físico en las guerras mundiales.

Foto tomada de Internet.

Y para los adalides de las “libertades individuales”: muchos antes de la “neutralidad” y aun mientras imperó por normativa de la FCC (en la época de Obama), Google ha llevado a cabo una amplia campaña de censura a través de la manipulación del algoritmo que utiliza en su motor de búsqueda. Ahora lo podrá hacer prescindiendo de cualquier sutileza. Si paga. O si compra.

La ley del capitalismo sigue siendo la ley del que tenga más dólares. Y en Internet, como réplica virtual de nuestro mundo real, seguirá atado a esa vetusta ley mientras unos pocos plutócratas sigan decidiendo sobre el destino de todos.

Foto tomada de Internet.

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