Soy Fidel ¿Cuándo?

La Hojarasca cubana
El Cubano Libre
Published in
4 min readDec 14, 2017

Por Alain Daniel Calero

En Cuba se construye desde 1959 una revolución profunda, sostenida por un pueblo que a más de 50 años de lucha no se rinde, porque con ella llegó la dignidad plena de todos los cubanos, la libertad, la educación, la cultura, la salud, la paz entre otras de las muchas conquistas que hasta ahora hemos alcanzado.

Esta ha sido liderada por un hombre con una visión extraordinaria de lo que significa salir de la más extrema pobreza, con un espíritu de sacrificio que se vio reflejado en su decisión de morir combatiendo junto a su pueblo.

Fotografía de Ernesto Fresnillo.

Este hombre de incalculable sabiduría, inigualable compromiso con su pueblo e inagotable fe en la victoria demostró que la verdad, la moral y las ideas pueden más que la imposición de la fuerza.

Nos sobran los argumentos para describir la grandeza de ese líder que trasciende a la universalidad, por pensamiento abarcador y su solidaridad desinteresada en todas partes del mundo. Ese tan natural que guió a tantos hombres y se identificó con su pueblo se llama Fidel Castro y nos legó una gran premisa:

Soy FIDEL ¿Cuándo?

No se trata de ser igual a Fidel. El Comandante en Jefe es uno solo, sus virtudes son incomparables sin despreciar que no es sobrenatural. Trataremos de acercarnos a su figura, a su ejemplo, a sus valores.

Me gusta mucho leer y escribir. Estuve estudiando el discurso del Comandante el 4 de abril de 1962 cuando depositaba en los jóvenes confianza y admiración. Esos días están vigentes en este tiempo de reflexión, compromiso y acción. “Creer en la juventud es ver en ellos la generación del mañana, una generación mejor”.

Así nos trasladó Fidel hasta el presente y si queremos acercarnos a él y ser los “Abanderados del futuro”, tendremos que hacer mucho.

Foto tomada de Internet.

El otro día cuando me levantaba me dije ¿Cuántos valores tenemos que rescatar?

Ser un joven sacrificado en el estudio, inexorablemente responsable que denuncie lo mal hecho, que actué con modestia, desinterés, que sea realista, que sea crítico y creador.

Ese que no le teme aconsejar a los estudiantes que no usan correctamente el uniforme escolar o son maleducados, groseros, con actitudes egoístas y líderes negativos.

Ese joven que denuncia cualquier manifestación de fraude e indisciplina. Que se esfuerza porque su escuela esté limpia, ordenada, pintada. Que es el primero en el trabajo voluntario, en la visita a un museo, tarja o monumento. Que comparte lo poco o lo mucho que tenga, ayuda a los ancianos en la calles, en los ómnibus. Ese que contribuye con sus cualidades a guiar los estudiantes de su grupo y su escuela. Que estudia la historia de Cuba y del mundo, sus contrastes, contradicciones, sus avances y retrocesos.

Marcha de estudiantes cubanos. Foto tomada de Internet.

Ese que todo los días se proponga metas y quiera ser mejor. Que le aporte a su país y lo defienda. Que luche contra la vanidad, la ambición y la sed de poder. Que siempre tenga energía y amor por la naturaleza; la cuide y la preserve. Ese que tenga confianza en sí mismo, de que puede llegar porque es capaz. Ese que por encima de todo es modesto, humilde y sincero. Que tiene honradez, lucha con la verdad y entre tantas cosas ama lo digno y como decía Alejo Carpentier tiene lo real-maravilloso.

Acercarse a Fidel no es estudiar solamente su vida y su obra; hay que estudiar a Céspedes, a Martí, a Maceo a Gómez, a Villena, a Mella, a Camilo, al Che, pero también a Marx, Engels, Lenin, Chávez y otros tantos que marcaron hito en las luchas por la libertad.

De tanta historia y vivencias Fidel se nutrió para unir varios pensamientos y materializar en Cuba el hombre en el centro del universo, y convertirlo en un ser dispuesto a luchar hasta la última gota de sangre por el derecho a vivir en un mundo de paz, con dignidad y honradez.

Alain Daniel (primero a la izquierda) y otros estudiantes de la Enseñanza Media. Foto del Autor.

A todos los jóvenes y estudiantes de Cuba: estamos llamados a estar en la primera línea de combate y a ser cada vez mejor.

En esta batalla seguirá siendo Fidel Castro Ruz el guía.

Heredemos su ejemplo.

Sin más, nuestro amor y lealtad por Cuba y por Fidel

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