Aquello de que las redes sociales alejan a la gente de los demás.

He leído hasta el hastío artículos, posts e imágenes acerca de que las redes sociales o el smartphone te alejan de los que tienes alrededor. Y digo hastío porque es cansón el asunto.

Yo vivo de las redes sociales, trabajo en ellas. Mi celular es una herramienta de trabajo. Eso sí, yo no padezco de la locura de estar pegada al celular si no es para tomar una foto de algo que llama mi atención o para atender mi trabajo.

Sí critico a aquellos obesos que tienen el celular como si fuera un sexto dedo. Los veo en el metro, en la calle, en los locales. Generalmente, ven los chats y revisan cien veces conversaciones en donde no escriben sino que escribieron. Yo diría que lo hacen para matar tiempo y porque no saben que lo mismo se hace con un buen libro. Yo diría que eso es más fácil que verle la cara de amargado a otro. En fin.

Yo creo que la queja hay que canalizarla.

Si bien es cierto que hay mucha gente obsesionada que no puede dejar de atender el “buzz” del celular apenas suena también es cierto que este, y las redes sociales, nos acercan, y eso la gente no quiero verlo.

¿A cuántas personas has conocido (conocido en persona, ojo) a través de las redes sociales con la que has entablado una amistad verdadera? Seguro que muchos. Al menos “altos panas”.

¿Qué importa si gracias a Facebook sabes cuándo cumplen años tus amigos? ¿Para qué te quejas si seguro antes no te felicitaban y te molestabas también?

¿Cómo sabes de tu amiga/o, sobrina/o, hija/o, tía/o que se fue del país si no es a través de Facebook, Instagram, Twitter, Whatsapp? ¿Acaso antes teníamos esa ventaja? Yo sé que no, porque viví la época en la que apenas podía ver a los míos a través del MSN de Hotmail, y eso era pagando en un cyber por una hora.

Vamos, ¡sincérate! Resulta que estamos más cerca de los que están lejos gracias a ello. El que otros se la pasen con el celular como parte de su huella digital denota inmadurez o falta de educación, es cierto, pero es como cuando ibas a una plaza y todos los viejitos estaba pegados al periódico …

Es como cuando ibas a una peluquería y todas las mujeres estaban viendo la revista “Hola”. Es como cuando ibas a cualquier lado con tu discman (recoge tu cédula) y tus audífonos (y esto sí era estar solo con uno mismo).

Hasta el hastío de artículos diciendo que “por culpa de Facebook” hay más divorcios, como si fuera la red social la que le montara cacho a la pareja. De artículos que dicen que “el celular te aleja de la gente”, sin saber si esa gente está hablando justamente con su familia o amigos que ya no viven en el mismo país.

¿Saben qué aleja a la gente de los demás? ¡LA GENTE!

Yo tengo un poco más de una semana en reposo por una fractura, y la gente de aquí, de mi ciudad, de mi entorno apenas si me ha escrito para saber cómo estoy. Y no todos…. En cambio, mis amigos de España, por ejemplo, no pasan un día sin que me pasen un mensaje de voz por Whatsapp para saber cómo estoy. ¿Qué las redes sociales me alejan de quién? …

Yo soy una fiel defensora de las bendiciones que nos ha traído la tecnología. La uso a diario para saber de mi sobri que no vive en Venezuela, para saber de mis amigos y familiares que también se fueron, para saber de los amigos que conocí en otras tierras. Pero también soy fiel defensora de que cuando estoy de frente con alguno de mis amigos de aquí el celular se guarda, y se saca solo para una foto que tal vez compartamos en un momento “selfie” que inmortalice el instante, por eso repito: ¿Saben qué aleja a la gente de los demás? ¡LA GENTE!