Acaba con los granos: Soluciones con ácido salicílico

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Cuidado de la piel
Published in
5 min readMar 17, 2024

El acné, la pesadilla de muchas rutinas de cuidado de la piel, puede ser un reto persistente. Desde los molestos puntos negros hasta las espinillas más rebeldes, la lucha contra los granos suele parecer interminable. Sin embargo, en el ámbito de los ingredientes para el cuidado de la piel, el ácido salicílico es un potente aliado en la lucha contra el acné. Su eficacia en el tratamiento del acné lo ha convertido en un ingrediente básico de numerosos productos para el cuidado de la piel. En este artículo, nos adentramos en el mundo del ácido salicílico, comprendiendo sus mecanismos, beneficios y descifrando sus fórmulas para ayudarte a eliminar los granos con eficacia.

Beneficios del ácido salicílico

El ácido salicílico es un betahidroxiácido (BHA) famoso por su capacidad para penetrar profundamente en los poros, lo que lo convierte en una opción ideal para tratar el acné y otros problemas cutáneos relacionados. Se obtiene de la corteza del sauce y se ha utilizado durante siglos por sus propiedades medicinales. En el cuidado de la piel, el ácido salicílico suele presentarse en diversas formas, como geles, limpiadores, tratamientos localizados y exfoliantes.

Los beneficios del ácido salicílico van más allá del mero tratamiento del acné. He aquí algunas de sus notables ventajas:

  1. Tratamiento del acné: El ácido salicílico actúa eficazmente contra el acné penetrando en los poros y disolviendo la acumulación de células cutáneas muertas, el exceso de grasa y los residuos que contribuyen a la aparición de brotes. Sus propiedades antiinflamatorias también ayudan a reducir el enrojecimiento y la hinchazón asociados con el acné.
  2. Exfoliación: Como exfoliante químico, el ácido salicílico promueve el desprendimiento de las células muertas de la piel, lo que resulta en una piel más suave y radiante. A diferencia de los exfoliantes físicos, como los peelings, el ácido salicílico exfolia suavemente sin causar microdesgarros en la piel.
  3. Desobstruye los poros: Una de las principales causas del acné es la obstrucción de los poros con grasa y células muertas de la piel. El ácido salicílico penetra profundamente en los poros, disolviendo las impurezas y previniendo futuras obstrucciones, reduciendo así la aparición de granos.
  4. Mejora la textura de la piel: Al promover la renovación celular y desobstruir los poros, el ácido salicílico ayuda a mejorar la textura de la piel, haciéndola parecer más suave y con un tono más uniforme. También ayuda a reducir la aparición de poros dilatados con el tiempo.
  5. Tratamiento de la hiperpigmentación leve: Las propiedades exfoliantes del ácido salicílico pueden ayudar a desvanecer las manchas oscuras y la hiperpigmentación dejadas por el acné, revelando una piel más uniforme.
  6. Cómo tratar la dermatitis seborreica: Las propiedades antiinflamatorias y exfoliantes del ácido salicílico lo hacen eficaz en el tratamiento de afecciones como la dermatitis seborreica, un trastorno común de la piel caracterizado por enrojecimiento, picor y descamación.

Cómo actúa el ácido salicílico

El ácido salicílico debe su eficacia a su estructura molecular única, que le permite penetrar en la piel y atacar el acné en su origen. He aquí cómo funciona:

  1. Penetración: A diferencia de otros ácidos que actúan principalmente en la superficie de la piel, el ácido salicílico es liposoluble, lo que le permite penetrar profundamente en los poros. Una vez dentro de los poros, disuelve el pegamento intercelular que mantiene unidas las células muertas de la piel, exfoliando eficazmente el revestimiento de los poros.
  2. Desobstruir los poros: Al exfoliar el revestimiento de los poros, el ácido salicílico ayuda a destaparlos y a prevenir la formación de comedones (puntos negros y blancos). Esto reduce la probabilidad de que aparezcan brotes y favorece una piel más clara.
  3. Acción antiinflamatoria: El ácido salicílico presenta propiedades antiinflamatorias, ayudando a reducir el enrojecimiento, la hinchazón y las molestias asociadas a las heridas del acné. Esto lo hace especialmente beneficioso para los tipos de acné inflamatorio.
  4. Regula la producción de grasa: El ácido salicílico también puede ayudar a regular la producción de sebo, cuya sobreproducción puede contribuir a la formación de acné. Al controlar la producción de grasa, ayuda a minimizar la grasa de la piel y a prevenir la obstrucción de los poros.

Descifrando las fórmulas del ácido salicílico

A la hora de elegir productos con ácido salicílico, es esencial conocer las distintas fórmulas y concentraciones disponibles para maximizar sus beneficios y minimizar el riesgo de irritación. He aquí algunos factores clave a tener en cuenta:

  1. Concentración: La concentración de los productos con ácido salicílico suele oscilar entre el 0,5% y el 2%. Las concentraciones más bajas son adecuadas para pieles sensibles o principiantes, mientras que las concentraciones más altas pueden ser más eficaces para el acné más rebelde. Es esencial empezar con una concentración más baja y aumentar gradualmente según se tolere.
  2. Tipo de producto: El ácido salicílico se presenta en varias fórmulas, como limpiadores, tónicos, sérums, tratamientos localizados y exfoliantes. Elige un tipo de producto en función de tu tipo de piel, tus preocupaciones y tus preferencias. Por ejemplo, un limpiador con ácido salicílico es ideal para la piel grasa o propensa al acné, mientras que un tratamiento localizado puede tratar brotes individuales.
  3. Nivel de pH: El nivel de pH de un producto con ácido salicílico influye en su eficacia y tolerabilidad. El pH óptimo del ácido salicílico oscila entre 3 y 4, ya que potencia sus propiedades exfoliantes y minimiza la irritación. Busca productos con fórmulas de pH equilibrado para obtener mejores resultados.
  4. Ingredientes adicionales: Muchas fórmulas de ácido salicílico están enriquecidas con otros ingredientes beneficiosos, como niacinamida, ácido hialurónico o extractos naturales calmantes. Estos ingredientes pueden complementar los efectos del ácido salicílico, aportando hidratación, calmando la irritación o difuminando la hiperpigmentación.
  5. Frecuencia de uso: Empieza utilizando productos con ácido salicílico una vez cada dos días para evaluar la tolerancia de tu piel. Aumenta gradualmente la frecuencia según la toleres, pero evita el uso excesivo, ya que puede provocar sequedad, enrojecimiento e irritación. También es esencial incorporar cremas hidratantes y protector solar a tu rutina cuando utilices ácido salicílico para mantener la hidratación de la piel y protegerla de los daños causados por los rayos UV.

En conclusión, el ácido salicílico es un ingrediente poderoso en la lucha contra los brotes y ofrece multitud de beneficios que van más allá del tratamiento del acné. Su capacidad para penetrar profundamente en los poros, destapar la congestión y regular la producción de grasa lo convierte en un valioso complemento de cualquier rutina de cuidado de la piel. Si entiendes cómo actúa el ácido salicílico y descifras sus fórmulas, podrás eliminar eficazmente los brotes y conseguir una piel más clara, suave y radiante. Elige bien, empieza poco a poco y deja que el ácido salicílico haga magia en tu piel.

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