Cuidado de la piel para psicoterapeutas: Consejos esenciales para un brillo radiante en el consultorio

Nati Margaria
Cuidado de la piel
Published in
3 min readJul 3, 2024

Cuidar de tu propia piel es tan esencial como cuidar la salud de tus pacientes.

Image by Clayton from Pixabay

Sabemos que trabajar largas horas en un consultorio puede resultar agotador, no solo para la mente, sino también para la piel. Los psicoterapeutas, quienes pasan la mayor parte del día en interiores, enfrentan desafíos específicos en el cuidado de la piel. Por eso, te presentamos una guía completa de cuidados y hábitos que te ayudarán a mantener una piel radiante y saludable mientras trabajas. Es importante que no descuides tu bienestar físico, especialmente la salud de tu piel. Desde lograr el brillo de una piel bien nutrida hasta el impacto de un sueño reparador, esta guía explora cómo puedes mantener una apariencia radiante y una salud dérmica óptima como terapeuta. Antes de empezar, te recomendamos hacer clic aquí para descubrir los dispositivos electrónicos faciales que van a potenciar la salud y suavidad de tu piel.

Rutina básica de cuidado de la piel

  • Limpieza suave: Comienza y termina tu día con una limpieza adecuada. Opta por un limpiador suave que elimine las impurezas sin despojar a tu piel de sus aceites naturales. La limpieza matutina y nocturna es fundamental para mantener los poros despejados y la piel fresca.
  • Hidratación: Pasar largas horas en un entorno con aire acondicionado o calefacción puede deshidratar tu piel. Opta por cremas y sueros que contengan preferentemente ácido hialurónico y antioxidantes que revitalicen y protejan la piel del estrés oxidativo, reflejando así la calma y la vitalidad interior que transmites a tus pacientes.
  • Protección solar: Aunque estés en interiores, la protección solar es muy importante. Los rayos UV pueden penetrar a través de las ventanas, y la luz azul de las pantallas también puede dañar tu piel. Utiliza un protector solar de amplio espectro con al menos SPF 30 cada mañana.

Cambios y pequeños hábitos en tu rutina que ayudarán a la salud y el cuidado de tu piel

  • Mascarillas nocturnas: Después de un largo día en el consultorio, tu piel merece un tratamiento reparador. Las mascarillas nocturnas, especialmente aquellas con ingredientes rejuvenecedores como la niacinamida y el retinol, ayudan a restaurar y revitalizar tu piel mientras duermes.
  • Exfoliación regular: Incorpora una exfoliación suave dos veces por semana para evitar la acumulación de células muertas. Los exfoliantes químicos con ácidos AHA o BHA son ideales para mantener la piel suave y radiante sin causar irritación.
  • Gestión del estrés: La práctica de la psicoterapia puede ser emocionalmente demandante, lo que puede contribuir al estrés. El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la piel, exacerbando condiciones como el acné o la psoriasis. Es importante que los terapeutas implementen técnicas efectivas de manejo del estrés.
  • Postura y movimiento: Pasar largas horas sentados durante las sesiones puede contribuir a problemas posturales y de circulación, que a su vez pueden afectar la salud de la piel. Es importante tomar descansos regulares, estirarse y mantener una postura ergonómica adecuada.
  • Sueño y descanso: El sueño insuficiente o de mala calidad puede afectar negativamente la piel, haciendo que parezca opaca y contribuyendo a la formación de ojeras. Los terapeutas deben priorizar un buen descanso para mantener una piel saludable.
  • Alimentación y nutrición: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es fundamental para la salud de la piel. Los terapeutas deben asegurarse de mantener una alimentación adecuada para apoyar la regeneración y el mantenimiento de la piel.

Neceser con productos esenciales para tener contigo en el trabajo:

Te recomendamos armar un pequeño neceser que contenga aquellos productos indispensables para cuidar tu piel entre sesión y sesión, y a lo largo del día laboral. Puedes incluir una bruma facial hidratante para rociar tu rostro cada pocas horas para refrescar e hidratar tu piel al instante. Busca brumas con ingredientes calmantes como el aloe vera y el agua de rosas. Agrega también, un bálsamo labial, gel desinfectante, protector solar y crema de manos. Tu piel te lo va a agradecer!

Encontrar momentos para el autocuidado es una necesidad, no un lujo. Aprovecha cada día para crear rituales que nutran tanto el cuerpo como el alma. Desde una mascarilla facial hasta un baño relajante con aceites esenciales, estos pequeños actos de autocuidado no solo revitalizan la piel, sino que también recargan tu espíritu para enfrentar los desafíos diarios con gracia y fortaleza renovadas.

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