IKIGAI: Cómo encontrar tu razón de ser.

David González
Cultura Binaria
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5 min readAug 6, 2023
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Desde siempre la cultura asiática me ha gustado. Considero que parte (por no decir todo) siempre esta ligado a la disciplina. Dicho la anterior me conseguí con un libro que me gusto a primera vista (por su titulo) 9 hábitos Japones que cambiaran tu vida.

Esta escrito por Andrea Rodríguez y lo recomiendo encarecidamente porque cada uno de los 9 hábitos están repletos de pasajes con interesantes esquemas para la reflexión y aprendizaje. Me gustaría escribir de cada hábito con la idea de compartir como asumo cada sección, y añadir claro un aporte muy personal.

IKIGAI.

El primer capítulo del libro esta centrado en el IKIGAI. Se trata del viaje que hacemos para descubrir nuestra esencia, consiste en descubrir la razón de ser.

Y partiendo de aquí, con una vista interna que te motiva a descubrirte para definir tu razón de ser ya gana enteros y estoy encantado con los pilares del libro porque todo se trata de disciplina para hacer cosas, para lograr cosas.

Me gusta el concepto de IKIGAI porque consiste en dedicarnos a lo que nos apasiona para vivir, como método de vida, como filosofía y en ese punto esta la esencia de entender la razón que podemos tener cada uno para definir lo que somos y hacia donde queremos ir.

Se trata de ayudar (te) a entender porque quieres hacer algo, cual es la razón de existir qué hay bajo ese aspecto que te define. IKIGAI se trata de definir como quieres ganarte la vida haciendo algo que te gusta y apasiona. Y por supuesto el objetivo es muy evidente: se trata de mantenerte motivado, con ganas de hacer cosas.

5 pilares esenciales del IKIGAI.

  1. Empezar poco a poco. Un paso a la vez, de a poco, haciendo las cosas bien.
  2. Olvidarse de si mismo. Es extraño de definir, consiste de apartar las recompensas y hacerte uno (integrarte) con el flujo. Se trata de sentir placer durante el viaje o camino que estas haciendo.
  3. Armonía y sostenibilidad. Se trata de entender que toda decisión y acción tiene un impacto en el mundo que te rodea.
  4. Alegría por las cosas pequeñas. Los pequeños detalles, por muy pequeños que sean allí esta la magia, ese poder para sentirnos felices y en armonía interna.
  5. Quedarse en el aquí y en el ahora. El presente como eje central, aceptar las cosas y trabajar en su evolución, en las mejoras, cambios y ajustes que te van a permitir marcar la diferencia en lo que estás haciendo.

Y ojo, para encontrar tu razón de ser (IKIGAI) hay que trabajar, buscar y sobre se trata de conocer los factores que más incidencia tienen en tu vida. Tienes que hacer (te) un examen honesto y detallado de lo que sientes.

Y la mejor forma, es un ejercicio escrito, que pasa por completar el diagrama de Marc Winn. Es el siguiente:

Imagen del libro de Andrea Rodriguez.

De forma directa hay 4 pilares que sostienen el diagrama.

  1. Lo que amas.
  2. Lo que el mundo necesita.
  3. Aquello por lo que me pagan.
  4. Aquello en lo que soy bueno.

La matriz anterior cuenta con varios puntos de intersección que ofrecen una combinación muy interesante. Quedaría de esta manera:

  • Lo que amo + lo que el mundo necesita = misión.
  • Lo que el mundo necesita + aquello por lo que me pagan = vocación.
  • Aquello por lo me pagan + aquello en lo que soy bueno = profesión.
  • Aquello en lo que soy bueno + lo que amo = pasión.

En la receta anterior hay un punto muy interesante de intersección en el IKIGAI, consiste en las posibilidades de cambios, de modificar el rumbo de tu vida en función de la experiencia para ir de forma paulatina haciendo ajustes que te acerquen al objetivo.

Y esa libertad de descubrir que quieres para tu vida es lo que tanto me ha gustado de este primer hábito. No es cerrado, puedes modificar, equivocarte y experimentar diferentes formas de hacer las cosas a lo largo del viaje. Y con esto quiero pasar al tramo final de este primer hábito: el tiempo que se va ya no vuelve jamás.

Tenemos una vida y el tiempo que se va ya no vuelve jamás.

Una las partes que más marcó mi lectura de este capítulo se basa en lo fundamental del tiempo, en como cuando pasa el tiempo la vida cambia, nosotros cambiamos y ese tiempo consumido se va para siempre.

Por ese motivo es tan interesante y motivador hacer un ejercicio de reflexión, definir tu IKIGAI y comenzar a fortalecer su esencia. Me gusta enfocar la vida como una oportunidad fugaz, rápida, es un suspiro y cuando pienso en las posibilidades de dedicar el tiempo a las cosas que me hacen feliz, sonrío y pienso: esto vale la pena.

Para terminar, unos pensamientos sueltos sobre este último tramo:

  • El tiempo es valioso, aprovéchalo.
  • No te sientas atado a situaciones, personas y/o lugares que no te hagan feliz. Ni te sientas culpable por las decisiones tomadas, eso forma parte de ti, de lo que eres.
  • Buscar el IKIGAI te hará una mejor persona, vas a estar más motivado y claro que vas a tener días complejos sin embargo hay una cosa muy clara en esto: estarás en camino, buscando tus metas y con ganas de comerte al mundo.

Debo confesar que comenzar a leer el libro se ha sentido como un viaje intimo a lo más profundo de mi ser debido a sus implicaciones y como en cada sección hay una invitación a conocer cada uno de los hábitos.

El próximo hábito HANSEI que se traduce como el arte de la auto reflexión. Y como no podía ser de otra forma es super interesante.

Gracias por leer. Aquí te dejo mi historia anterior, una experiencia de lo que ha sido el año más difícil y complejo de mi vida. Y si te ha gustado comparte el texto.

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David González
Cultura Binaria

Mentir siempre es opcional y complicado. Decir la verdad es simple.